Recalienta||Joerick||Terminada||

XII

Antes que alguno de los dos pudiese si quiera decir algo un grito de una conocida voz irrumpió rompiendo el intimo momento que habían creado a pesar de tener tanta gente alrededor.

Ambos suspiraron acabando de separarse para integrar al rubio a la charla que tenían minutos antes.

—¡Erick!¡Viniste! - exclamo acercándose al ojiverde para plantar un beso en su mejilla casi rozando la comisura del labio.

—Justo Joel me dijo lo mismo- río ligeramente ya que se sentía incómodo por el contacto con Zabdiel luego de haber besado a Joel- me dijiste que no faltará y aquí me tienes- sonrió tomando nuevamente la lata que había dejado para alejarse.

Se alejó para ver si alguno de los dos lo seguía, estos se miraron cómplices y en cuanto el rizado asintió Zabdiel se acercó rápidamente para tomarlo de la cintura y pegarse, mas no completamente, a él logrando que la tela del pantalón rozase el trasero del ojiverde.

—Me alegra que vinieras- afirmo con voz ronca directamente en su oreja causándole una corriente eléctrica que fue directamente a su entrepierna.

—A demás se ve muy bien ¿no? – se sumó el rizado plantándose frente a Erick para acariciar su mejilla- bueno, como siempre.

—La verdad que sí, pero hoy está particularmente guapo.

El ojiverde se sentía incómodo, pero no mal. Se le hacía extraño que de repente le estuvieran diciendo ambos esas cosas, pero no le molestaba y hasta se podría decir que le gustaba.

—Ustedes también se ven muy bien, como siempre pero más- afirmo en voz baja sintiendo como se le erizaban los pelos por la respiración de Zabdiel en su nuca.

—Gracias, luciérnaga, es algo muy lindo viniendo de alguien tan hermoso como tú- sonrió acercándose más mientras bajaba su mano de su mejilla a sus labios para acariciarlos ligeramente mientras la otra la posicionó en su cuello del lado contrario al que la cabeza de Zabdiel se encontraba.

—Joel tiene razón, es todo un halago que lo digas tú- afirmo empezando a dejar pequeños besos en su cuello haciendo que el ojiverde se estremezca ligeramente.

Joel decidió cortar la distancia delantera juntando sus labios mientras que Zabdiel sin dejar de dar besos en su cuello, esta vez más húmedo logrando que este ahogue gemidos en la boca del rizado, corto la distancia trasera terminando de juntar sus cuerpos apoyando su miembro en su trasero.

Joel devoraba su boca explorando cada detalle de esta con su lengua en cuanto el ojiverde le dio el acceso, atrapo su labio inferior y lo chupo un poco antes de dejar una leve mordida en este para luego adentrar su lengua a su boca frotando sus lenguas entre sí. Mientras que el rubio se frotaba contra él mientras se concentraba en dejar húmedos besos en su cuello analizando cada zona que lo hacían removerse ligeramente y ahogar gemidos en la boca de Joel, analizando cada punto sensible para luego poder usarlo a su favor.

Mientras que Erick se limitaba a dejarse usar ya que estaba disfrutando tanto que no se sentía capaz de hacer nada más que removerse con los besos del rubio en su cuello y disfrutar la sensación de la lengua del ojimiel en su boca.

Joel se separó para ambos pudiesen tomar aire para luego apoyar sus labios en los del ojiverde en un roce superficial.

—¿No quieres ir a un lugar más, no sé, privado, bebé? - cuestiono y el ojiverde que no pensaba correctamente por los besos de Zabdiel asintió sin rechistar.