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      —¿Vas a hacerlo?

No presto atención a lo que dicen, mis cinco sentidos están sobre Hera. Mama de mi pecho con fuerza, como una chica grande y no el bebé indefenso que saqué del hospital. Cuatro meses desde su nacimiento.

Llevo un mes formando parte de Pink Bones MC, y no me sentía así de bien en tiempo. Cuando Daniels se fue, prometí frente a su tumba que seguiría mi vida y no lloraría su pérdida. Siete meses después, continúo su promesa. Accedí a formar parte del club porque me imaginé su sonrisa y su apoyo si, en otras circunstancias, se lo hubiera consultado.

Si Daniels estuviera vivo y una oportunidad así se hubiera presentado, habría pateado mi trasero de no haber aceptado. Sé que hubiera sido el marido orgulloso de tener a su mujer en un club de chicas, donde ella forma uno de los miembros importantes.

Hera se queja y enseguida vuelvo a guiar mi pezón a su boca. La gran diferencia es que aquí solo hay hormonas femeninas, no suelen venir hombres, a excepción de los otros moteros que las chicas se busquen. No es como en Bloody Hell, que había culos dulces y, además, los chicos se traían a varias mujeres.

Echo de menos a mis chicos.

—No me queda de otra, Britney. Es el padre de Hugo.

Dejo de prestar atención para poner mis sentidos en la conversación. Casualmente, Jem envió una invitación a Ezra e intentó marcar la paz entre ellos. No estaba allí, pero estoy completamente segura de que el hermano de Ares fue el más feliz.

A pesar de haberse perdido el embarazo de su hijo, Ezra contestó que sí. Así que hoy estaremos celebrando una fiesta en honor al tratado entre ambos clubes.

Me he arreglado tanto como he podido, tampoco es que mi armario tenga un transfondo donde guarde toda mi ropa elegante. He optado por un vestido blanco, simple y sencillo, con corte de recto con final antes de las rodillas. Un escote en forma de corazón, aunque he de admitir que es un escote bastante profundo, casi se puede ver el final de mis pechos; con hombros caídos.

Lo he acompañado con mis zapatillas de deporte del mismo color y mi cabello liso. No me he esmerado mucho con el maquillaje, pero tampoco voy de piel desnuda. Un poco de línea de ojo, máscara de pestañas y una sombra café para darle intensidad.

—¿Puedes encargarte de Hugo un momento? —pregunta Jem.

Asiento. Besa la mejilla de su hijo antes de dejarlo en su silla en el sofá junto a mí. Muevo la mano en su dirección imaginando que formo un animal, lo que causa que suelte varios sonidos de emoción. Rio por ello, entonces un 'plop' se escucha en la sala y sé que mi hija ha terminado.

Me encargo de que suelte sus gases, cambio su pañal y, como puedo, los tomo a ambos entre mis brazos. No debería sacar al niño de esta sala, ya que es lo que la Presidente me ha encomendado, pero este niño está a punto de llorar si no obtiene su dosis diaria de mamitis.

—Oye, Jem, tu hijo está por—

No termino mi frase porque, frente a mí, los miembros de Bloody Hell MC. Desde Bobby con Rosalía y sus hijos, seguido de Ares con Dafne y los niños, Marvel y un Ezra de ojos brillozos observando a su hijo entre mis brazos.

No se siente bien, en realidad, siento como si no hubiera pertenecido alguna vez a ese club. Jem es rápida y toma a su hijo. El silencio reina en la sala y las chicas están todas expectantes del siguiente movimiento de Jem. Ésta toma una honda respiración antes de avanzar hacia ellos.

Como si de una película se tratara, todos se abren paso hasta dejar a Ezra. Quedan cara a cara. La tensión es palpable entre ellos. Ambos se observan a los ojos por unos segundos, luego él aparta la mirada y la baja hasta observar a su hijo. Jadea y es normal, es niño es el vivo reflejo de su padre.

Lost & Found © (Bloody Hell MC #3)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora