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Respiro profundo, su cabello se pegaba a su frente sudorosa y su boca se abría y cerraba en busca de agua.

Ya no podía más pero tenía que terminar la coreografía para poder ensayarla junto con los bailarines y tener tiempo para preparar todo lo demás.

Habían pasado diez meses desde que Joaquín se había ido y solo faltaban dos para que el chico regresará, pronto llegaría el día.

Ya estaba todo planeado, ya tenía la canción escrita y grabada para poder ensayar con ella.

Admitía que le tomo tres meses escribir la canción perfecta para dedicarle a Joaquín, todo estaba calculado.

—Iug, báñate hueles a dos kilómetros a la redonda— comentó Diego asqueado cuando entro por la puerta.

Emilio se sentó recargando su espalda en el espejo de aquella habitación y tomó una botella de agua.

—¿Cómo te fue?, ¿Conseguiste novio?— pregunto Emilio con una sonrisa.

—Pues si baboso— dijo como si fuera algo lógico—Nadie se resiste a esta belleza— dijo señalando se de pies a cabeza.

—Crei que te gustaba polo—dijo Emilio para después darle un sorbo a la botella.

Diego rodó los ojos.

—Polo no se compara con el dios griego que es mi novio.— dijo Diego.

—Te recuerdo que los estudios dicen que los asiáticos tienen el pene chiqui...— Diego le aventó una tapa en la cabeza.

—¡Cállate!— chilló con enojó.

—Solo digo lo que leí— murmuro.

—¡Tu no sabes nada!— grito.—Y no es como que mi lindo Seokjinie la tenga chiquita...— dijo lo último en tono bajo.

Emilio entrecerró los ojos sin saber lo que había dicho.

—¡Bien!, Cambiando de tema— volvió a hablar.—¿De que color serán las flores?— dijo Diego sonriente.

N/A:Nuevo capítulo, espero actualizar mañana por la tarde.

Espero y les guste.

Los amo 💜

Liz se despide hasta el próximo capítulo.

Emilio ¡Soy tu fan!  (Emiliaco)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora