80 Final 1/2

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No había podido mantenerse tranquilo, estaba muy nervioso hoy se le declararía, sin duda alguna, había Estados esperando eso por meses y al fin había llegado el día.

Respiró hondo.

Se vio por última vez en el espejo revisando que su ropa estuviera en perfectas condiciones, ese día era tan importante que incluso había pedido ayuda para vestirse y no cometer un ‘desastre para la moda' según le decía Romina.

Tomo las llaves de su carro y su celular y salió de su casa para ir a recoger a Joaquín.

                                ∆_∆

El camino a la casa de Joaquín fue silencioso, Emilio estaba demaciado ocupado como para prestar atención a las canciones que se escuchaban en la radio.

Emilio estaba preparando si discurso que le diría a Joaquín para pedirle que fuera si novio, pero todo los que venía a su cabeza era tan estúpido.

Suspiró fustrado.

Se estacionó fuera de la casa de Joaquín, aún faltaban dos minutos para que fuera la hora así que repaso lo que tenía que hacer, para no cagarla.

Venir por el, ir a mi casa, desayunamos, vamos a la librería a comprarle su libro favorito, vamos a la tienda de discos a comprarle el último disco de Ariana, vamos a jugar videojuegos, vamos al parque de diversiones y después a el lugar que me costó un huevo decorar. Repitió mentalmente.

Justo a las 9:00 bajo del carro y timbró, la puerta se abrió segundos después dejando ver a Renata quien aún estaba en pijama y con el cabello hecho un desastre.

La chica le sonrió para después gritarle a su hermano.

Joaquín apareció en la puerta con un sonrojo en las mejillas, Emilio sintió que su corazón se derretía.

—¿Listo para desayunar?— pregunto Emilio con una sonrisa.

—Buenos días para ti también, Emilio— dijo Joaquín sarcástico.

—Ya bonito, vámonos.— Emilio sonrió con ternura cuando las mejillas de Joaquín se volvieron aún más carmín.—Y, buenos días, solecito.— respondió, Emilio tomo la mano de Joaquín y lo saco de su casa.—Señora Gress le prometo que cuídate muy bien a su hijo y lo tráete sano y salvo— y después de eso cerró la puerta.

Emilio quitó los seguros de su carro y le abrió la puerta a Joaquín para que esté subiera y cuando lo hizo cerró la puerta, rodeó el carro y subió, para después arrancar.

—Ponte el cinturón de seguridad, lindo, le prometí a tu madre que te cuidaría— Joaquín asintió en silencio y se puso el cinturón de seguridad, Emilio repitió su acción.

Cuando ambos ya tenian el cinturón asegurando los, Emilio encendió el carro para comenzar con el viaje a su primer destino, la casa de Emilio.

                                ∆_∆

Sin duda alguna la suerte no estaba del lado de Emilio.

Después de haber salido de la casa de Joaquín condujo con normalidad hasta su casa, pero -hasta ahora- todo iba bien para ser real, ya que justo faltando unos minutos para llegar a su casa se atascaron en un embotellamiento, valla suerte la de Emilio, el lo único que quería era desayunar con el amor de su vida junto a el en la mesa.

Suspiro fustrado.

Joaquín se estaba quedando dormido en el asiento, lo cual no era algo que le molestará ya que la cabeza de Joaquín cada cierto tiempo reposaba en el hombro de Emilio dandole una vista hermosa de las largas pestañas  de Joaquín y también de los labios rosas que este poseía.

Emilio ¡Soy tu fan!  (Emiliaco)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora