Desperté tal cual estaba anoche en aquel sofá, con la sorpresa de que aún seguía junto a Bnet. Nos habíamos quedado dormidos. Moví el brazo de Bnet que colgaba desde mi hombro y me senté en el sofá ya que estaba recostada en este. Este hombre tiene una pinta súper angelical para lo serio que puede llegar a ser. Pero me parecía guapísimo.Observé el sillón a nuestro lado y Errecé aún dormía, pero Clara no estaba con él. Me levante y me acerqué a la pequeña cocina que había, Clara estaba bebiendo un café mientras miraba su celular, levantó su vista al sentir mi presencia.
—Buenos días — le dije.
—Buenos días— me respondió animada— ¿café? —me ofreció y yo asentí.
—Que ánimos tienes en las mañanas Clara, yo siempre despierto con ganas de querer seguir durmiendo —reímos, y me senté por el otro lado del mesón, frente a ella.
—¿queriendo seguir durmiendo entre los brazos de Morfeo?— bromeó Clara mientras me pasaba la taza con café, entendí perfectamente su referencia e inconscientemente sonreí.
—No sé en qué momento me quedé dormida— confesé.
—Eres muy maja tía, se veían súper lindos juntos —siguió diciendo con la intención de molestarme, de buena forma, claro.
—¿Habrá llegado Chemi y Ginés?— pregunté cambiando de tema.
—Ni idea —dijo aún con tono divertido en su voz.
—Buenos días —aquella voz incorporándose a nosotras llamó nuestra atención.
Era un adormilado Bnet.
—Esa cara tío, pareced que te has pegao la siesta de tu vida —bromeó Clara tratando de darle doble sentido a su frase, sabía que seguía vacilándome.
Ahora podía sentir toda la vergüenza o nerviosismo de anoche, esa valentía y cercanía había quedado ahí y sólo esperaba que Bnet no sacara el tema.
—¿Alejandro ha despertado?— preguntó Clara por su novio. Bnet negó con la cabeza.— Bueno, iré a verlo de todas formas, permiso.— se paró de su asiento, me dió una pequeña mirada cómplice que para nada quería y se fue.
Me cae bien, pero en este momento la estoy odiando.
—Hay café —fue lo primero que se me ocurrió decir.
—Gracias, pero no bebo café.— aseguró
Soy pésima.
—¿Nos hemos quedado dormidos en el sofá?— preguntó mientras se servía un vaso de leche.
—Al parecer —dije no asegurando nada. Bnet por primera vez me miró directamente a los ojos desde que entró a la cocina— ¿Sabes si llegó Chemi con Ginés?— pregunté rápidamente, nuevamente la increíble pregunta para desviar el tema.
—Ya llegó por quién lloraban —habló Skone entrando junto a Walls. Este último lucía como si no hubiese pegado un ojo en toda la noche, seguramente apenas durmieron.
Fui salvada por la campana.
—Uff cabrito, ¿te pasó un camión por encima?— bromeé.
—Más bien unos shots por encima —bromeó Skone.
Walls se sentó a beber un café en silencio mientras se tocaba la cabeza.
—¿y tú?, como nuevo —le dije a Skone.
—Pues obvio, te tengo en España, no me puedo quejar de nada —me respondió mientras me abrazaba por la espalda, me dió un beso en la mejilla y apoyó su mentón en mi hombro.
—¿seguro que no fuiste tú quién se pasó de shots?— me burlé y lo miré de reojo mientras bebía de mi café y él sólo rió.
—¿Qué tal has dormido?— me preguntó. Ahí fue cuando recordé a Bnet y mi vista trató de buscarlo pero él ya no se encontraba en la cocina.— ¿qué pasa? —volvió a preguntar Skone dándome una mirada divertida, seguramente nos había visto cuando llegaron porque estábamos dormidos en el sofá de la sala principal, me estaba vacilando. Sólo le saqué el dedo de al medio y seguí bebiendo café.
—Eh chavales, nosotros nos vamos —apareció Clara junto a un adormilado Errecé.
—Nos ha encantao conocerte —habló Errecé.
—Y a mí ustedes, gracias por la buena onda —dije sincera.
—Yo también tengo que irme, Kapo tiene mi celular en el hotel y tengo que viajar en menos de una hora —agregó bnet.
Luego de despedirse, aquellos tres españoles abandonaron el departamento dejándome con un Walls con resaca y un adorable Skone.
Me sentí un poco mal porque Bnet se despidió como si nada, no era que esperaba algo exagerado de su parte y claramente me daba un poco de vergüenza mencionar lo de anoche, pero siquiera me hubiese dicho algo más que un sólo "adiós" con esa expresión neutra que lo caracteriza sabiendo que probablemente es la última vez que nos veríamos, y que haya quedado ese incómodo ambiente.
Traté de no darle vueltas al asunto ya que tampoco me iba a morir por eso, pero sí afectaba un poco la imagen que yo tenía de él, o más bien rompía la mínima expectativa que tenía, y no, no me refiero al beso de anoche o que me pidiera ser su novia por eso, si no que prácticamente me sentí ignorada cuando perfectamente hubiese podido disimular que nada pasó y tratarme igual como lo había estado haciendo, con buena onda.
—¿Qué hacíais durmiendo con Javi?— preguntó directamente Skone, mirándome divertido. Yo no tenía otro sentimiento sobre ese momento ahora que no fuese molestia.
—Lo mismo que Errecé y Clara, durmiendo.— aseguré sin ánimos y comiendo de unas galletas que Walls tenía.
—Pues es que ellos son novios —rebatió Skone.
—Yo podría dormir contigo y eso no significaría que somos novios —me defendí.
—¿Por qué me friendzoneas de esa forma chavala?— dijo Skone haciéndose el ofendido mientras se tocaba el pecho exageradamente haciéndome reír.— Aparte a mí me conoces hace más de un día al menos —se volvió a burlar. Ya no quería discutir sus insinuaciones, que en parte sucedieron, así que sólo volví a empujar su rostro lejos de mí y me dediqué a terminar de desayunar, para luego arreglar mis cosas para viajar a Madrid.
(...)
Los chicos me fueron a dejar a la estación de trenes y me dieron las indicaciones que necesitaba.
—Avisad cuando lleguéis a Madrid eh— dijo Walls y lo miré con ternura mientras asentía.
—Te estaré escribiendo hasta que lleguéis, no te duermas porque voy a creer que te ha pasao algo —habló Skone.
—Que sí oh— le respondí fastidiada pero al segundo ya lo estaba abrazando y mirando con nostalgia porque no sabía cuando lo volvería a ver.— y que te vaya excelente en Argentina mi Chemi, vas a romper todo seguro —le dije mientras lo volvía a abrazar. Me estaba poniendo intensa pero es que ya lo estaba empezando a extrañar.— Te veré por streaming. —le prometí.
—Tenéis que gritarme más que a Bnet —bromeó. Yo sólo rodeé mis ojos ante sus palabras.
—Tenías que arruinar el momento con tus idioteces —me burlé.
Después de despedirme por milésima vez de los chicos, me subí al tren para viajar a Madrid, donde mi mejor amiga me estaba esperando.
•••
Clara culiá, ah.
Así no más con el Bnet po.
¿Qué tal les ha parecido hasta ahora? 👀 creo que ya es suficiente por hoy.
Quedo atenta a sus comentarios, ah 🖤