All you had to do was stay.

24.

Y de nuevo aquí estoy sentada en frente de mi ordenador pensando por que te perdí, pensando en que hice mal, en como mi corazón late cuando escucha tu nombre, por que aunque medio mundo piense que ya te supere, que ni recuerdo tu nombre es un gran error, tu eres la falta mas grande que tengo, debería de haber aprender a no depender de una persona pero claramente no lo hago, odio extrañarte de la manera en que lo hago, todo me recuerda a ti, me la paso pensando en cual hubiera sido la manera correcta de haberte respondido cuando me coqueteabas, cuando me sonreías, tu sonrisa sin duda es lo que mas extraño, esa sonrisa de orgullo de haberme hecho reír, recuerdo la forma en que me acomodabas el cabello diciendo que era un desastre,  y yo lo amaba, quitaba tus manos riendo diciendo que pararas, pero sabias que no quería y seguías, eso era lo que me gustaba.

Quisiera saber a quien le dedicas tus mensajes ahorita, tus sonrisas, no me importaría volver a salir lastimada con tal de estar contigo.

No te voy a enviar un mensaje por que te conozco, se la facilidad con la que me ignorarías, tu deberías de estar aquí, con tu sonrisa de todo estará bien cariño, y yo seria tan feliz, llego a la escuela y todos me miran preguntando de mi estado, dijiste que estarías aquí y me dejaste, y es tanto para mi que no puedo soportarlo, pero no puedo decir que estoy mal y correr a tus brazos, por que me harías lo mismo.

Dábamos un paso según yo en nuestra relación y cuando giraba a verte veía que la única que seguía avanzando era yo, que tu seguías en el mismo lugar, y me dejaste, me dejaste con una facilidad, te vi alejarte de mi y me quede esperando a que todo fuera una broma, una parte de mi seguía esperando a que regresaras por mi y me dijeras que era una broma, pero en lugar de eso corriste a cambiarme como si fuera la cosa mas fácil de hacer, igual y era la respuesta. 

Seguí acostada en mi cama cuando escuche el timbre de la casa, seguro era mi mama que olvido sus llaves, me decía mientras bajaba corriendo las escaleras.

-Siempre te pasa lo mismo- y escuche una carcajada. Sentí que mi mundo paro por que creo que si lo hizo era tu risa, era la risa que en estos momentos me provocaba mariposas y vómitos de los nervios, tenia que ser una broma, y yo simplemente me encontraba en esos momentos con la mirada hacia abajo, estaba hecha un asco, tenia mi pijama, al menos tenia un short y no mis camisones.

Estabas aquí, mis manos temblaban, movía mis pies de un lado a otro, esperando a que todo fuera una ilusión.

-¿No me vas a voltear a ver?-dijo mientras tomaba mi mentón y alzaba mi vista, y ahí estabas,  con una camisa blanca con tus pantalones negros, y entonces me di cuenta de que estaba no nerviosa mas bien me encontraba a nada de tener  un paro cardíaco.

-¿Que haces aquí?- Y mi enojo volvió, el me había dejado, concéntrate Miranda- Hace unas semanas me habías dejado,  no soy lo suficiente buena para ti, no necesito volver a escucharlo.- No necesito ni lo podre a aguantar de nuevo, no sabia si quería que se vaya o simplemente quería que me besara.

-Fui un idiota, yo no soy lo mejor para ti, y tu sigues aquí, no se que decirte o que hacer.Últimamente no sé si es que te extraño mucho o me estoy obsesionando contigo ya que no puedo pasar ni un segundo lejos de ti - Mis mejillas se encendieron y santiago era así, tenia una habilidad para hacer quererlo en segundos, me dijo mas y hablamos y le dije lo mal que se sintió eso y me pidió perdón pero yo seguía con que el estaba obsesionado conmigo, mi cerebro estaba tan feliz que no procesaba mas, hasta que dijo-¿Desde cero?

Era eso lo que quería, quería tenerte de nuevo, pero ahora iba a tener dos sentimientos por la misma persona, íbamos a tener dos pasados, y tenia miedo, pero sabia que era lo suficiente masoquista como para volver a quererte en mi vida. Y yo me quede mirando tus manos en ese momento, y sabia que lo que haría estaba mal, pero creo que en estos momento habías ganado el juego, un juego que los dos habíamos creado.

Por que la vida es un juego de azar, nunca realmente tomaremos la respuesta correcta, y nunca estarás contento, si tomas la elección siempre te estarás preguntando que hubiera pasado si tu elección hubiera sido la b, y creándote una seria de historias donde con esa estuvieras mas feliz, pero la respuesta es no escapar de tu elección es mantenerte hasta convertirla en tu elección.

-Si. - dije mientras miraba mis manos.

-Temía a que dijeras que no- y me abrazaste- se que me extrañaste tanto como yo a ti- reí nerviosa.

-Tal vez.

Y no hubo respuesta, cambiaste la conversación y luego me dijiste que tenias que ir pero que luego nos veíamos.

De hecho sabia que era un juego para ti, tu estabas aburrido y querías jugar, y yo me encontraba lo suficiente rota como para decir que no, creo que me seguía mintiendo que tu eras mi chico ideal, mi chico que me iba a salvar, mas sin embargo cada vez me ibas rompiendo mas, yo era un juego tan fácil de jugar, ahora viéndolo así ni siquiera me dijiste algo lindo, por que sabias que yo iba a decir que si hasta por mensaje.

De pequeña soñé con un chico que me quisiera, que amara cada parte de mi, en un chico celoso pero que no sea paranoico, en alguien que me acompañara y me esperara en la salida, que buscara cada momento para tomar mi mano y lo que tenia era un chico que ni siquiera una disculpa tenia preparada para mi, ya no sabia ni lo que quería.