ɢɪʀᴏ ɪɴᴇꜱᴘᴇʀᴀᴅᴏ - ᴇɴᴅ ɢᴀᴍᴇ ▪︎ venus potts [MCU]

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4 años y 6 meses del chasquido

Me levante de mi cama, con las lágrimas corriendo por mis mejillas, mi reloj en la mesa de luz marcaba las 4 de la mañana. Limpie las lágrimas tras la pesadilla que había tenido.

Y camine hacia la cocina, en busca de un vaso de agua para poder aliviar la sensación de sequedad en mi garganta.

— Pequeña ¿que haces despierta?.— Escuché la voz de Steve, detrás mío. Me di media vuelta.— ¿Estas bien?.—

— Si, ¿Tu que haces despierto grampa América?.—

— A esta hora salgo a correr.— El hombre se acercó a mi, y cuando posó su mano en mi hombro mi sonrisa desapareció.— Tu no estás bien.— Y tras eso estalle en lágrimas, el hombre me miró preocupado y sin saber que hacer me abrazo contra su cuerpo.— ¿Que pasa pequeña?.—

— No puedo recordarlo.— Mi voz se entrecorto.— Quiero decir, recuerdo su nombre y todo lo que pase con el, pero no puedo recordarlo. Recuerdo que amaba su risa y su voz, pero no puedo recordar como sonaban.— El hombre me miró con lástima.— No recuerdo el aroma de su cabello, cuando lo abrazaba, o sus caricias en mi cabello cuando me recordaba en el. No recuerdo el aroma que dejaban sus camisetas en mi cuerpo cuando se las robaba.— Hice una pausa para cerrar los ojos y frotar los para dejar atrás toda evidencia de lágrimas, y luego continuar hablando.— Desearia recordar todo de él, pero lo único que puedo recordar bien es la mirada que me dio. La última maldita mirada.—

Steve tomó mi mano, y le dio un leve apretón, fue un error, por que senti como ese horrible nudo se formaba en mi garganta. De esos nudos que no te dejan respirar.

Y de un segundo al otro estaba llorando desconsoladamente en su hombro, las lágrimas corrían sin parar, mientras los sollozos salían de mis labios. El hombre trataba de calmarme mientras daba pequeñas caricias en mi cabello y espalda.

— Tranquila pequeña.— Susurro el hombre en mi cabello.

Y así nos quedamos, abrazados en el sofá, hasta que el sueño, por no poder dormir bien en las noches, se comenzó a  apoderar de mi. Y segundos después con sus caricias en mi cabello, cai rendida.