Lista de Asistencia

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Estaba en clase de economías, ya se estaban dictando las últimas unidades, estaban en la unidad 7 de 9, por lo tanto los profesores se había agotado de tomar asistencia a los 500 alumnos que habían en una clase.

Por lo tanto habían tomado un nuevo método, pasar la hoja de asistencia por todo el aula y cada cuál colocaba su firma donde estaba su nombre.

Faltaban treinta minutos para terminar con la clase cuando ocurrió un apagón, que al parecer había afectado no sólo a su facultad sino a toda la Universidad en sí.

Para su suerte ese día la hoja de asistencia siquiera había pasado por su fila, por ende cuando dieron la indicación de que podían marcharse, tuvo que empezar a buscar como un demente la maldita lista de asistencia.

Después de unos diez minutos, cuando ya apenas se encontraban unos quinces alumnos, al fin había encontrado la lista.

Por costumbre, se acuclillo frente a una mesa, porque realmente no le gustaba dejar su trasero a la vista de las personas, por cuál firmó y se levantó, siendo muy normal para él pero llegando a ser muy sensual para quien lo viera con otros ojos.

Se dio la vuelta, chocando con un chico, quien por inercia lo tomó por la cintura, para que no se cayera encima suyo.

--Ten cuidado pequeño.--habló el chico, sin quitar sus manos del cuerpo ajeno.

--Y-yo, si, lo siento-- habló el rubio, intentando alejarse, fallando en el intento.--debo irme, ¿podrías quitarme tus malditas manos de encima?-- susurró, denotando su enojo.

El contrario alejó sus manos de la cintura ajena, caminando hacia el lugar donde se encontraba la lista de asistencia, giró para mirar al rubio y éste se estaba alejando a buscar sus cosas.

--Hey-- llamó el chico, llamando la atención del rubio, pero éste siquiera lo miró.--Espérame, necesito hablar contigo.-- informó, buscando su nombre en la lista y firmando luego en el lugar vacío.

Buscó sus cosas y corrió detrás del chico, al salir del aula miró hacia ambos lados del pasillo y grande fue su sorpresa porque no había un maldito rastro del rubio.

--Para que mierda casi me como una puerta si luego el de ojitos de miel no va a estar esperándome.-- escupió enojado, no sabía exactamente que quería decirle, pero definitivamente tenía interés en hablar con él.

--JungKook-- llamó un chico castaño detrás de él, acercándose luego hasta donde él.-- creí que ya te habías marchado.-- comentó el joven mirándolo con curiosidad.

--Iba a hacerlo sí, me distraje con algo.-- confesó el pelinegro, acomodando su ropa con sus manos y luego su mochila para comenzar a caminar a las escaleras.-- de todos modos, desapareció como un ninja.-- rió para sí, confundiendo a su amigo.

--Jungkook no se de que salchichas estas hablando-- digo en un susurro.

--Hobi, no se puede saber todo en esta vida, mírame a mi, puedo hacerte todo un libro diario en menos de 30 minutos, pero si me piden las tablas del 8, me toma una hora para saber cada resultado--confesó riendo suavemente. 

--Y eso que tiene que ver con lo que estabamos hablando.-- preguntó mas confundido que antes, llegando a los pasillos, y viendo a su amigo detenerse de repente.

--No lo sé, pensé que olvidarias de lo que estabamos hablando si te decia eso,-- se encogio de hombros, sin mirar a su amigo, sino lo que estaba detras de él, mejor dicho, quién estaba detras de él.--Hobi, debo irme, te hablo luego para ayudarte con lo que necesitas.--dijo sin más, despidiendose de su amigo y caminando en dirección a un rubio.

Cuando llegó hasta donde se encontraba este, acomodo sus manos dentro de los bolsillos de sus pantalones, intentando relajarse antes de hablar, éste al parecer no se había dado cuenta de su presencia puesto que al parecer estaba totalmente ensimismado con lo que sea que estaba leyendo.

--Te pedí que me esperaras.--habló sin más, llamando la atención del rubio, ya que levantó su cabeza, olvidando totalmente lo que estaba leyendo, éste se volteó, quedando cara a cara con el chico que le había hablado, y las mejillas de JungKook se tiñeron de un rubor--L-Lo siento, pensé que eras...--se tropezaba con sus propias palabras, haciendo sonreír al chico en frente suyo.

--No te preocupes,--respondió amablemente el chico un poco más alto que él pelinegro.--No suelo decir estas cosas pero, te hubiera esperado sin pensarlo si me lo decías.--habló de forma coqueta, tensando al contrario.--Kim NamJoon--se presentó, intentando aliviar el ambiente, estirando su mano para estrecharla con la del pelinegro.

--J-Jeon JungKook-- se presento con nerviosismo, estrechando la mano del rubio luego de unos segundos.--Yo debería irme--habló rápidamente el chico--Disculpa la confusión.--dijo nuevamente, haciendo una pequeña venia, caminando velozmente hacia la salida, sin siquiera despedirse del otro.

Por un momento pensó que era aquel chico rubio con el que había hablado en el aula, no sabía para que deseaba acercarse a ese chico, si sabía que desde que entró en la facultad éste no lo deja de observar como si de una cámara de seguridad se tratase, tal vez despertaba curiosidad en él, porque poco después él también comenzó a hacer lo mismo con ese chico.

Solo esperaba que esto no influyera para nada en lo bien que le estaba yendo con cada una de las asignatura que estaba cursando, porque de otra forma, haría como si ese chico nunca existió y a seguir con su vida, pero un poco de entretenimiento no hacia mal a nadie, ¿no?.

 Gracias por leer :3

Nos leemos pronto ^^
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¡Ya deja de sonreír! KookTaeDonde viven las historias. Descúbrelo ahora