¡Ya deja de sonreír! KookTae

Vergüenza

--¿Por qué rayos hace tanto frío hoy?.-- se quejó el castaño acurrucándose más cerca de JiMin. Este lo observó una vez el contrario se recostó en su hombro para luego cerrar sus ojos.

--Yoon, no puedes dormir ahora.-- se removió, intentando levantar al castaño. El nombrado gruñó a la vez que se levantaba de su cómodo lugar donde había conseguido calorsito por al menos unos cuantos minutos.

--No me gustas cuando estas en tu papel de chico responsable come libros.-- suspiró el castaño. Se acomodo nuevamente en la posición que estaba, tumbando su cabeza en el respaldo del sofá.

--Tú solo me gustas durmiendo así que estamos en igualdad de condiciones.-- asintió con ironía en rostro. Se levantó del sofá y caminó hasta la cocina en busca del rubio.

TaeHyung se encontraba apoyado sobre la mesada, junto a él se encontraba una jarra eléctrica la cual en ese momento empezaba a calentar el agua que tenía planeado llevar este a la facultad esa tarde. 

--¿No crees que acabaremos llegando tarde por eso?-- habló repentinamente el peliazul asustando a su amigo. El menor se volteó con una de sus manos sobre su pecho y su rostro aún sorprendido.

--Podrías tocar, hyung.

--¿Qué cosa?¿la pared?-- preguntó. Se acercó hasta el mural donde se suponía estaba la puerta de la que hablaba el contrario y señaló hacia el mural demostrando que no había ninguna puerta allí.

--Yo no dije que necesariamente debía ser una puerta.-- se volteó ignorando al contrario. 

El peliazul se acercó sigilosamente hasta donde el rubio, se colocó detrás de éste y luego lo abrazó por la cintura. El rubio dio un pequeño gritó por la sorpresa pero luego se dejó hacer.

--¿Debería tocar esto entonces, Tae?.-- preguntó con voz coqueta. Estalló en risas luego de decir aquello.--Lo lamento.-- rió. Se alejó del rubio, quien apagó la jarra para luego prestar total atención a su amigo.

--Deberías dejar de juntarte tanto con YoonGi, ya hasta tienes lo pervertido.-- señaló al contrario con una espátula que tenía en su mano.

--Como negarle algo a un hombre con una espátula.-- rió. Se alejó del rubio, por precaución, uno nunca sabe. 

TaeHyung tomó la jarra y un termo. Sacó la tapa de este último para posteriormente verter el agua caliente dentro de este. Cerró con la tapa tomando la precaución de no quemarse al hacer aquello.

--Bien, ya esta todo.-- dijo. Se dirigió hasta su mochila verificando que todo esté en su lugar y no se estuviese olvidando de algo.

--Bueno, iré a buscar a YoonGi, a despertarlo si se quedó dormido.-- avisó. Salió hacia la sala para encontrarse con un castaño dormido en posición fetal y con su boquita abierta.-- Si no fueras tan lindo te hubiera lanzado del sofá.

Se acercó hasta el castaño, decidiendo rodar el sofá para quedar detrás del respaldo de este. Su mano se extendió hasta los cabellos del contrario con la intención de dejar caricias en ese lugar, sin embargo su idea quedó en el olvido cuando el castaño se removió en su lugar.

--YoonGi.-- llamó en un susurró para evitar asustarlo.-- Hyung.--llamó nuevamente al no recibir respuesta el nombrado.--¡Por una mierda, YoonGi. Te estoy hablando!-- vociferó molesto, levantando al contrario precipitosamente.

--¿Eres estúpido o masticas el agua?-- preguntó. Tomó su frente al sentirse mareado por haberse levantado de forma tan brutal.

--Nos queda menos de veinte minutos para llegar a la facultad, debemos irnos ahora.-- Ordenó. Tomó su mochila y luego le lanzó la propia al castaño. 

YoonGi se levantó de su lugar, dirigiéndose hasta la mesita cerca de la puerta de salida, tomó las llaves del auto de su madre y posteriormente abrió la puerta de salida.

--Bueno, vayámonos ahora o llegaremos tarde.-- informó. Salió de su casa para luego adentrarse al vehículo en el asiento de piloto. El par de amigos no tardó en llegar, ingresando en el vehículo rápidamente.

El vehículo fue puesto en marcha por el castaño en dirección a la facultad. Con cinco minutos de antelación llegaron a la facultad. Subieron las escaleras corriendo uno detrás del otro, buscando con sus ojos el número del aula que le correspondía ese día.

Al encontrar dicha aula se dirigieron a esta e ingresaron apresuradamente. Barrieron con la mirada el lugar en busca de tres asiento vacíos, algo poco posible al encontrarse el aula repleta de alumnos.

--¡Ahí!-- vociferó el peliazul. Caminó hasta los lugares que sus ojitos habían descubierto siendo seguido por su dos amigos. Los asientos que había encontrado estaban una fila detrás de la primera fila de enfrente, era eso o sentarse en el suelo.

Tomó asiento en uno de los lugares, esperando a que se sienten a su lado sus amigos al llegar. Estos llegaron segundos después mirando con disgusto el sitio en el cual debían sentarse ese día.

Si bien le gustaba sentarse al frente siempre que pudieran, esto se extralimitaba a lo que realmente hacían usualmente.

--Ya traigan sus traseros a estos asientos.--ordenó molesto el peliazul. Movió uno de los asientos para dar espacio suficiente para que tomaran asiento, cumpliendo con dicha acción luego de haber dicho aquello.

El rubio sacó su termo, junto con la azucarera para comenzar a cebar mate para mantenerse calentito. No podía exponerse al hecho de sufrir frió, sus defensas son vagas por un pequeño soplido de viento en un día de lluvia con el frío que hacia ese día serían nulas.

--Yo también quiero uno, Tae.-- llamó el peliazul con emoción. El nombrado enarcó una ceja en su dirección.-- ¿Qué?.

--¿No qué estaba perdiendo el tiempo con esto de traer mates a la facultad?.-- preguntó. Abrió la azucarera dispuesto a volcar un poco sobre la yerba siendo interrumpido por las palabras de su amigo.

--No fue eso lo que dije.

--Ni fii isi li qui diji.-- copió al otro molestándolo inmediatamente.

--Ya el karma se hará cargo de tú rencor, TaeTae.-- avisó.

El rubio ignoró lo dicho siguiendo con lo suyo. Tomó la azucarera para volcar en el mate y fue cuando ocurrió. La tapa de la azucarera se abrió más de lo necesario y por ello el mate quedó cubierto de toda ella.

Sus dos amigos lo observaron sorprendidos y el rubio estaba que se moría de la verguenza.

--Nunca creí que el karma funcionaria tan rápido.-- confesó YoonGi mirando el gran desastre hecho por su amigo.

--Disfruta tu día de gases, TaeTae.-- habló el peliazul llamando la atención de las personas sentadas al frente suyo.

TaeHyung miró con molestia a su amigo pero toda esta se transformo en vergüenza al darse cuenta que quien estaba sentado al frente de él era el pelinegro. TaeHyung giró su mirada hacia otro lado y pensó: primera lección del día, no volver a traer mates a la facultad y notas para hacer, poner más de una cucharada y media de azúcar en el café de JiMin,

Ayy gente todo esto de aquí me paso a mi una vez, alta vergüenza ysi.

¿Saben lo que es un mate? 

Gracias por leer :3

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