¡Ya deja de sonreír! KookTae

Gran día

El cielo estaba dando un espectáculo ese día. La primavera estaba a la vuelta de la esquina y junto con ella venían esos atardeceres inolvidables, las tormentas inexplicables e impredecibles, y lo que más le gustaba a TaeHyung, el amanecer en todo su esplendor con el sol en la posición correcta frente a sus ojos.

En ese momento se encontraba esperando que el autobús sin una pizca de ansiedad recorriendo en su cuerpo, haciéndolo sentir más ligero y emocionado por no encontrarse con los mismos sentimientos que tuvo desde el inicio de ese bendito año.

Simplemente, el entender lo lindo que era vivir para poder ver lo grandioso que era el mundo en su naturaleza y simpleza lo hacían valorar cada segundo de su vida respirando en ese mundo que no era el mejor de todos, pero el único, entonces solo debía acostumbrarse y adaptarse a él.

Su mirada fue hacia el cielo una vez más, deslumbrándose con la puesta de sol esplendida de la cual era él testigo. Bajó su mirada cuando sintió sus ojos doler por lo fuertes rayos del sol que sobresalían de este y con ellos esa dolorosa sensación de no poder admirar por largos momentos ese bello paisaje. 

Pero, tal vez siendo como dicen "Lo bueno en exageración también hace daño".

El autobús hizo presencia frente a él, abriéndole las puertas para que procediera a ingresar al vehículo, tal cual lo hizo.

Llegó a la facultad más temprano de lo que pensó que llegaría, por ello ahora se estaba dirigiendo a una banca que se encontraba al frente de su facultad, tomando asiento ni bien estuvo cerca de esta.

Se relajó en el asiento una vez se dio cuenta de la magnifica imagen que tenía frente a sus ojos en ese lugar. Tomó su celular con rapidez, rogando en sus adentros que no se moviera siquiera una nube para poder tomar una buena foto del cielo.

Una vez sacada la foto, sonrió como un niño al ver lo bien que había salido el cielo en la foto. Le encantaba sacar fotos a los paisajes, esos que no necesitan modificaciones porque son simplemente perfectos, los únicos que dejan ver su verdadera esencia una foto, la foto más real y expresiva la obtenía de esos paisajes.

Revisó la hora en su móvil y se levantó de su lugar una vez que faltaban diez minutos para que empiece la clase. Guardó su celular torpemente en el bolsillo de su pantalón y cuando levantó su cabeza se sorprendió de tener al pelinegro mirándolo sin disimulación alguna desde la puerta de la facultad.

Respiró con dificultad, decidiendo que el día de hoy entraría a la facultad por la puerta trasera por más de que debía pegar toda la vuelta de esta para hacerlo. Bien, tenía diez minutos, si corría incluso llegaba unos tres minutos antes.

Dios, enserio estaba haciendo todo esto. Se quejó en sus adentros al darse cuenta de cuan idiota podía llegar a ser en situaciones que conllevaba hablar con el pelinegro o simplemente tener que estar con este a solas.

Comenzó su caminata hacía la otra puerta, la cual se encontraba bien lejos de donde estaba en ese momento JungKook. Ingresó a la facultad con prisa y buscó en el televisor en que aula le tocaba su clase. Sin embargo, aun no habían colocado nada.

Decidió ir hasta el aula donde solían dar su clase y cuando llegó hasta ella se encontró con JungKook sentado en el piso y muy entretenido con su celular.

Tomó aire antes de dirigirse hasta cerca de la pared en la cual se encontraba recostado el pelinegro. Se recostó con cuidado en la misma pared mirando hacia donde estaba el televisor para esperar el aviso.

Minutos pasaron y la hora de inicio de clase ya tenía siete minutos de retardo, comenzaba a alterarse por la incertidumbre. Miró suplicante al televisor, celebrando en sus adentros cuando habían subido el anuncio de su clase. 

Estuvo a punto de marcharse, pero ver al pelinegro perdido haciendo quién sabe que en su celular recordó que este tenía esa clase con él. Se debatió mentalmente si hablar con él y avisarle o simplemente irse y luego este se daría cuenta de lo que estaba ocurriendo.

Quiso llorar cuando las palabras de su madre se hicieron presente en su mente "Ayuda si tienes la oportunidad y los recursos para hacerlo, Tae. Cambia lo que parece imperturbable frente a los ojos de los demás, la respuesta que da el mundo no es la correcta, cariño"

Se acercó con nerviosismo recorriendo todo su cuerpo, pero intentando tomar las riendas al asunto.

Aclaró su garganta una vez estuvo frente al pelinegro, llamando su atención instantáneamente.--Y-yo...

--Hola-- saludó animado el pelinegro, para luego levantarse del suelo.

--Hola.-- susurró el rubio, olvidando que mierda iba a decir cuando vio sonreír a JungKook tan adorablemente.

Lo que muchas veces había pasado por su mente y deseado que pasara ahora estaba pasando, y no sabía cómo reaccionar a ello.

La simple idea de que JungKook lo estuviese sonriendo a él, era una jodida ilusión estúpida que tenía en el pasado, pero ahora que su ilusión se había cumplido ni tan estúpida le parecía.

--¿Esta bien?.-- preguntó con un tono curioso el pelinegro sin dejar de sonreír al contrario.

--Mmh...-- TaeHyung lo miró con un sonrojo suave en las mejillas, enterneciendo al contrario.

--Estabas por decirme algo, ¿no?.-- JungKook lo observó con ojos curiosos y brillando inexplicablemente en la dirección del contrario.

--Y-yo, sí.-- el pelinegro asintió esperando a que hablara.-- Tenemos clases de metodología en el aula 24.-- avisó con rapidez, viendo como la expresión del pelinegro pasaba de una totalmente curioso y emocionado a una expresión que denotaba ¿decepcionada?.

--Ohh, gracias. El celular me distrajo un poco, supongo.-- confesó apenado, rascando su nuca con timidez. El rubio asintió, girándose para marcharse.--Espera ¿Tú no vas al aula ahora?.

TaeHyung chilló en sus adentros al darse cuenta lo que vendría luego de que respondiera a su pregunta, pero, sin embargo no estaba seguro si era lo correcto o lo que quería. 

Miró a JungKook en un intento de poder ver detrás de sus ojos, pero viéndose a sí mismo en ellos, causándole un dolor abdominal por todo lo que estaba sintiendo en ese momento.

--Iré al baño primero.-- avisó antes de girarse para ir dirigirse a tal lugar.

--Bien, porque también quería ir al baño antes de ir a la clase. Ya sabes, luego se vuelve una misión imposible salir de allí.-- rió suavemente siguiendo al rubio, quien ahora se encontraba con una crisis interna. Nunca debía haberle hablado, esta era la respuesta a la que estaba temiendo enfrentar.

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