Planeación

379 22 15
                                    

Mario aterrizó la nave suavemente mientras observaba los alrededores. No habían moros en la costa, es probable que Rosy les estuviera leyendo un cuento a los destellos. Mario salió de la nave y comenzó a caminar suavemente hacia su habitación. Una vez llegó guardó la caja en el cajón de su ropa interior, usando la misma para cubrir por completo la caja. Cerró el cajón con llave y guardó la llave en su armario, esperando que Rosy no la encuentre hasta que llegue el momento.

Rosy (entrando) : Mario ... volviste.

Mario volteo bruscamente, delatando su nerviosismo. Trató de calmarse, pero le era muy difícil, especialmente después de ver la cara de preocupación de Rosy.

Mario : Sí, ya volví ... perdón por no avisar antes, no quería molestarte.

Rosy : Mario, sabes que no puedes molestarme ... y si hay algo que te molesta o aflije lo puedes hablar conmigo ¿esta bien?

Mario : Sí, esta bien (acercandose a ella) prometo no volver a preocuparte ... cariño.

Mario abrazó tiernamente a Rosy, quien también se rindió al abrazo.

Rosy : Por cierto ... ¿a donde fuiste?

Mario : Yo ... necesitaba algo de tiempo para mí, es todo.

Rosy : Ya veo, para salir de todo esto ¿no?

Mario : Mi estrella, no lo tomes así, amo estar aquí contigo, con los destellos, es solo que ... a veces me gusta salir un rato y dar una vuelta por allí, explorar por mi cuenta.

Rosy : Entiendo, pero puedes avisarme.

Mario : A la próxima lo haré, lo prometo.

Rosy (besa su frente) : Bien, perdón por preocuparme por nada.

Mario : Perdón por irme sin decir nada. Por cierto ¿donde estan todos?

Rosy (separandose del abrazo) : En la biblioteca, les leía una historia cuando llegaste ¿quieres venir?

Mario : Yo ... creo que descansaré un rato.

Rosy : Esta bien (lo besa en los labios) no tardo.

Rosy salió de la habitación, dejando a Mario solo.

Mario (fantaseando) : 'Aquí te espero futura esposa.'

Mario se dejó caer en la cama, viendo hacia el techo, cuando un tremendo terror lo atrapó.

Mario : 'Y ... ¿y si no quiere casarse conmigo? Digo, puede que ella no quiera algo tan formal ... como sea, creo que vale la pena intentarlo.'

Mario comenzó a idear la manera en que le iba a pedir matrimonio. Debía ser algo un tanto fuera de lo común, algo especial, pero no al punto de hacer sospechosa la situación. Tal vez podía invitarla a cenar ... no, muy cliché. ¿Hacerlo en casa? Los destellos se lanzarian sobre él antes de que Rosy pudiera contestar, asi que no.

Mario : 'Vamos, piensa Mario, piensa. Mmmm, tal vez podría llevarla a un planeta no habitado ... ¡Espera un momento!'

Mario se levantó de golpe de la cama.

Mario : '¡Eso es! Se lo propondré donde todo comenzó ... en la cabaña donde casi nos damos nuestro primer beso. Puedo invitar a todos a una pequeña reunión, luego llevarla al lugar y proponerselo.'

Mario se sentó en la cama esperando a que Rosy regresara para comentarle la idea de tener una reunión con todos en la galaxia Arenas Blancas. Al cabo de unos minutos, Rosy entró a la habitación.

Rosy : Ya le dije a los destellos que no nos molesten por unos cuantos minutos.

Mario : Bien, porque tengo algo que...

Mario no pudo seguir hablando, pues Rosy lo silenció con un beso. Mario trató de safarse haciendose para atrás, pero solo consiguio caer sentado en la cama. Rosy sonrió y se sentó en una de sus piernas, enrollando sus brazos alrededor de su cuello.

Rosy (susurrando de manera seductora) : ¿Que pasa Mario? Estas muy nervioso.

Mario : Es que ... quiero hablar contigo de algo importante.

Rosy : Lo podemos hablar luego, ahora quiero que me beses.

Mario : Yo ... preferiría hablarlo ahora, en serio. No me siento con ganas de ... esto.

Rosy vio a Mario fijamente, notando que estaba hablando en serio. Algo triste se bajó de su pierna y se desplomó boca arriba sobre la cama.

Rosy (molesta) : Y ¿de que quieres hablar?

Mario : Oye, no te pongas así.

Rosy : Tranquilo, estoy bien. No es como que mi pareja se haya hartado de mi manera de mostrar afecto, tomando en cuenta que no siempre puedo hacerlo.

Mario : Rosy, por favor, no armes un drama, no estoy de humor.

Rosy : Como sea ¿de que quieres hablar?

Mario : Quisiera invitar a todos a pasar una tarde en la galaxia Arenas Blancas, eso es todo.

Rosy : Suena bien ... ¿cuando tienes planeado hacerlo?

Mario : No sé ... ¿mañana tal vez?

Rosy : Suena bien.

Mario : Bien, llamalos entonces, yo ... tengo que hacer.

Rosy : ¿Que hacer?

Mario (se levanta) : Ya entenderas pronto.

Mario salió de la habitación, dejando a Rosy algo preocupada.

Rosy : 'Será posible que ¿tenga otra? ... no, no, no, que digo ... Mario no sería capaz de engañarme así ¿verdad?'

Rosy se levantó y tomó el telefono, llamando a todos sus amigos para invitarlos. Para su sorpresa, todos aceptaron la invitación. Mario por su parte viajó hasta el planeta con la cabaña, ya que Rosy le había dado el acceso al planeta donde estaba. Luego de lo de Dimentio, Rosy se habia dado a la tarea de repararla y dejarla como estaba. Mario entró y se paró en el pequeño balcón de la misma, notando que desde allí se tenía una vista increíble, casi tan buena como la que se tiene desde el techo.

Mario : 'Este lugar servirá.'

Mario sacó la maleta que llevaba para revisar que hubiera metido todas las velas que necesitaba.

Mario : 'Solo espero que no sea algo exagerado.'

Mario guardó la maleta bajo la cama.

Mario : 'Mañana será un gran día.'

Rosy, mientras, conversaba con Daisy.

Rosy : Oye Daisy, ¿puedo contarte algo?

Daisy : Adelante Rosa, ¿que pasa?

Rosy : Es solo que ... creo que Mario podría estar viendo a otra chica.

Daisy : ¿Estas loca? Estoy muy segura que Mario no tiene ojos para alguien más que tu.

Rosy : Es solo que hoy ya van dos veces que se va sin querer decirme a donde ... además de que se porta algo extraño cuando esta conmigo.

Daisy : Estoy segura de que eso tiene su explicación ... tu tranquila, te aseguro que mañana no se despegara de tu lado.

Rosy : Eso espero, gracias amiga.

Daisy : Cuando quieras, te debo demasiadas cosas.

Rosy colgó, justo a tiempo para que Mario entrara.

Mario : Y bien ¿que te dijeron todos?

Rosy : Que estan entusiasmados con lo de mañana ... y que esperan que nada raro suceda.

Mario (ríe) : No son los únicos ... como sea, tengo algo de hambre ¿te parece si vamos a comer?

Rosy : Claro.

Mario y Rosy salieron de la habitación y se dirigieron al comedor. Ambos estaban ansiosos por lo que sucedería al día siguiente, aunque sus motivos eran completamente distintos.

Guardianes del cosmos (MarioxRosalina)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora