Guardianes del cosmos (MarioxRosalina)

Un aniversario desastrozo, Pt.2

Luigi y Daisy se voltearon a ver en señal de confución.

Luigi : ¿Quien es Margareth?

Rosy : Es una larga historia, solo digamos que no nos llevamos muy bien.

Daisy : ¿Porque?

Rosy (suspira) : Verán, ella viene de un planeta bastante cerca del lugar donde los que me dieron la varita viven. Parece que desde pequeña entrenó duramente para poder poseer este poder. Cuando la conocí, yo no era más que una niña perdida en el espacio en una nave repleta de destellos. Nunca nos llevamos bien, ya que los seres que me dieron esta varita pasaban la mayor parte del tiempo conmigo, digamos que les agradaba más. Cuando me dieron la varita a mí, Margareth explotó de ira y ... destruyó su propio planeta.

Luigi y Daisy : ¡Queeeeee!

Rosy : Estaba tan furiosa, que realizó lo impensable: se fusiono con un núcleo inestable de poder, es lo que le da la magia a mi varita. Eso le otorgó poderes inimaginables, pero al costo de darle inmortalidad y quitarle la poca sanidad que le quedaba. Me odia desde entonces, culpandome de todo lo malo que sucede en su vida. Se creo su propio grupo, hecho solo de hombres, con el que asalta planetas robándoles sus recursos. Su principal meta es robarme mi varita y matarme.

Luigi : Vaya.

Daisy : Eso es ... interesante.

Luigi : Así que ¿son como piratas espaciales?

Rosy (pensativa) : Sí, algo así.

Luigi : Eso explicaría como fue capaz de raptar a Mario.

Rosy : Pues lo va a lamentar muy pronto.

Rosy hizo girar su varita hasta que se convirtio en un báculo con la estrella en la parte superior. Su vestido perdió las mangas, su pelo se acomodó en una cola de caballo y su vestido se abrió al centro, dejándola con una pantaloneta celeste con bordes plateados y el resto de su vestido como si fuera la parte baja de una capa. La estrella del centro de su pecho bajó y formó una banda alrededor de su torso de la cual colgó su báculo en su espalda. Sus zapatos de tacón cambiaron a zapatillas.

Luigi y Daisy estaban bastante sorprendidos.

Luigi : Guau, ¿que con ese atuendo?

Daisy : Lo mismo digo, no te queda nada mal por cierto.

Rosy : Gracias, solía usar esta ropa para pelear, ya que es más cómodo que un vestido.

Luigi : ¡Pues que esperamos!

Rosy : Aprecio que quieran ayudar, pero debo ir sola.

Daisy : Ni hablar, ayudaremos.

Rosy : Solo me harían estorbo. Creanme, no hay manera que puedan ser de ayuda, no contra ella.

Luigi y Daisy terminaron aceptando. Rosy abrió un portal y entró en él....

Mario comenzó a despertar lentamente, su cabeza aún le dolía. Cuando finalmente pudo ver donde estaba, noto que era un pequeño cuarto de metal con una única puerta, la cual tenia una rendija metálica cerrada con un pasador. Estaba atado con cadenas metálicas a una silla del mismo material.

Pronto recordó lo que había pasado, una lunática lo habia secuestrado bajo la amenaza de herir al destello maestro. Por suerte ningún otro destello habia sido lastimado.

La puerta se abrió repentinamente y dos guardias con armadura de color verde oscuro entraron. Llevaban un cañón bastante peligroso en las manos, el cual era lo suficientemente fuerte como para hacer estallar paredes gruesas de acero puro.