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"Notas de un infectado más llamado Izuku.

Últimamente he notado que hay alguien siguiendo mis pasos desde que salvé a aquel chico del ser de sombra. Sus ojos me resultan curiosos y extrañamente familiares, aunque no logro recordar de dónde.
Su personalidad es algo... Especial, pero sé que es una buena persona, pesante, zombie....

Después de todo me llevó a un lugar seguro y, probablemente, sea él quien ahora me sigue desde lejos. Aún no entiendo con qué propósito, pero siento que puedo confiar en que no es nada malo.

Espero poder hablar con él un día de estos. Estar solo es aburrido".

Detrás de la hoja escrito entre rayones dice "¡¿Qué mierda te hace pensar que te sigo?!"

(...)

— Hey bro, ¿Está bien que dejemos a Midoriya en aquella casa?.

— Deja de estar preguntando la misma mierda a cada rato, ese idiota se despierta unos días después de perder el conocimiento — entraron a una tienda moviendo varios estantes que estaban tirados buscando algo que pudiesen comer.

Ya no importaba si fuese carne cruda o el cadáver de alguien, necesitaban comer lo que sea antes del anochecer. Odiaban tener que pasar por eso, sobre todo Kirishima quien recordaba lo sucedido en el laboratorio la primera vez que pasó por demasiada hambre. Su sonrisa desaparece por momentos cuando su estómago le pide urgentemente alimento.

— Él está más seguro en aquella casa que con nosotros por ahora, si conseguimos algo regresaremos con él cuánto antes, ¿Contento? — y la sonrisa de Kirishima volvía.

— ¡Claro! Oh, ¿Crees que deberíamos llevarle algo? Comida, algo de ropa y, ¡Más cuadernos, tío! Parece que le gusta andar escribiendo — recordó haber visto en más de una ocasión al peliverde escribiendo.

— ¿Quieres callarte de una puta vez? Hay que hacer esto rápido y volver — tiró varias cosas y siguió moviendo otras con rapidez, la idea de haber dejado a Izuku solo no era la mejor que había tenido en una semana, pero llevarlo con ellos en un momento así no era tampoco una opción — Tsk, él va a estar bien. El imbécil se puede defender solo

***

— Tú no eres Kacchan.... — retrocedió. No tenía tanto miedo, sólo un poco comparado al terror que parecía sentir la persona frente a él. Humano — ¿Quién....?

— Tu rostro — señaló algo más calmado el joven acercándose un poco más a Izuku y éste retrocediendo, así hasta llegar al fondo tocando pared — no me suenas de nada... Dios, qué alivio — suspiró y se dejó caer al suelo — ¿Sabes lo agotador y terrorífico que es estar huyendo de una loca imitadora de caras? ¡Es de locos!

— ¿E-eh? — se quedó quieto, pero su mirada iba de ahí y allá tratando de hallar algo que le pudiese servir como defensa. Humano o no, todos en este nuevo mundo le han demostrado que el peligro está en cualquier ser con movimiento.

— amigo, ten mucho cuidado con la imitadora. Vive por aquí, ¿Esta es tu casa? — observó un poco a su alrededor para después volver su atención al peliverde — es bonita. ¿Sería una molestia si te pido quedarme sólo por esta noche? No tengo a dónde ir y no deseo toparme de nuevo con esa loca — se levantó para ir a cerrar la puerta con seguro y sentarse de nuevo en el suelo — soy Fumioka Reiji, puedes decirme Re, ¿Tú...?

— Izuku, Midoriya Izuku — observó a lo lejos un cuchillo, pero decidió bajar la guardia. Re parecía algo despistado y temeroso, podría no ser alguien peligroso — no me molesta que te quedes, ¿Tienes hambre?

***

Era medianoche y aún no podía dormir. El sueño abandonó por completo su ser en cuanto tuvo la visita inesperada y no era por culpa del joven que ahora dormía en la sala de la casa sino por lo que había dicho cómo advertencia.

No conocía a nadie con el sobrenombre de "imitadora" o algo parecido, aunque en realidad no conocía a muchas personas. ¿Aquel ser que tanto miedo había causado en Re sería un pensante? Era probable que incluso tuviese algún poder de lo contrario no entendería la actitud de su nuevo compañero temporal.

— Ojalá pudiese entender algo de todo lo que está pasando, ni siquiera sé cómo llegué a esta casa — suspiró derrotado acomodándose en la cama, deseaba que su mente dejara de estar dándole vuelta a las cosas para poder dormir.

Aún mantenía las esperanzas de que no lo habían abandonado ni que estuviesen muertos. Debía ser fuerte y seguir esperando.

A la mañana del siguiente día despertó bruscamente por el grito de Re y ruidos en la sala de cosas cayendo. El dolor en su cuerpo le hizo tropezar al tratar de salir rápido del cuarto, se levantó y se dirigió de prisa al lugar de dónde podía escuchar al chico gritar su nombre en busca de ayuda.

En cuanto logró llegar, se quedó extrañado. Habían dos Re en la sala, uno herido tratando de huir y otro sonriendo con satisfacción mientras sostenía el cuchillo que había sido antes su opción de defensa.

— Qué delicia~ — dos pasos más hacia Re y ya no pudo quedarse parado como un espectador, estaba harto de serlo todas las noches en sus pesadillas. Tomó una silla y la rompió en la espalda del atacante, pero no le había hecho demasiado daño — ¿Oh? ¿Amigo o enemigo?~ No veo mordidas en tu cuerpo, pero~ — observó las manos de Izuku y su mirada — el color de tu piel parece reflejar tu lado podrido, hehe~

— ¡D-dejalo en paz! — sus piernas temblaban, pero su mirada seguía siendo determinada. No deseaba perder a nadie más.

— ¿Oh? ¿Él? — miró al mencionado quién parecía perder el conocimiento — ya está muerto de todas formas, he — se acercó y con la ayuda del cuchillo cortó un gran pedazo de carne — ¿Quieres? — y con las vistas, Izuku vomitó — uuh~ qué curioso, no comes seguido de este tipo de carne, ¿Verdad? ¡Qué lindo! Anda, el sabor es mejor de cómo se ve

— No... No quiero — vio de reojo a Re, tenía los ojos desorbitados — ¿Por qué...?

— tengo hambre, pero puedo compartir — Izuku volvió a vomitar tras ver cómo la piel del segundo Re comenzó a desprenderse de su cuerpo dejando ver a una chica con la piel algo pálida, de ojos amarillos brillantes y una herida abierta en su cuello — me lo agradecerás, está fresco, fufu~

No supo si fue por el momento, el mareo o si la chica lo hizo por su cuenta, pero sintió el trozo en su boca y después pasar por su garganta. El sabor de la sangre mezclándose con pequeños fragmentos de la carne desprendidos y su saliva era lo que volvía a sus sentidos una y otra vez causando un martirio en él.

Y, contrario a lo que creía, aquello le había encantado.

— ¿Ves? No es tan malo~


✎﹏﹏﹏﹏﹏﹏﹏﹏﹏﹏

Dos capítulos en un día, parece maratón, 🤭

Lovelipsis 【KatsuDeku】Donde viven las historias. Descúbrelo ahora