16

2.6K 424 158
                                    

No saben exactamente cómo pasó, en qué momento sus almas inocentes comenzaron a crear enlaces entre ellos o si estaban conscientes de lo que pasaba en alguna etapa de su vida pues lo habían olvidado.

Todas aquellas sensaciones, momentos juntos y promesas olvidadas; ahora siendo nada más que sueños o imágenes borrosas en sus pensamientos.

Aún así en su nueva vida volvieron a crear los mismos lazos o tal vez sólo recordaron que estaban ahí. Podrá ser que muchas cosas que vivieron juntos no podrán regresar a ellos y olvidarán en algún momento todo lo demás, pero de algo estaban completamente seguros.

Crearían nuevos recuerdos, muchos más momentos juntos tratando de compensar el largo tiempo en que posiblemente no estuvieron ahí para el otro. Si las cosas sucedieron de tal forma que volvieron a encontrarse entonces ya no volverían a separarse, no había razón para hacerlo, pero sí para quedarse ahí.

Uno buscaba al otro y la razón que los empujaba inconscientemente era el amor silencioso que sentían. Ya no había vuelta atrás.

Era el momento en que debían crear un nuevo lazo, uno que sintieran que sería más fuerte que todos los que ya tenían, aquel que fuese tan fuerte para que nada ni nadie pudiese romperlo, ni siquiera la distancia o el peligro del nuevo mundo.

El enlace de ser uno.

(...)

Tal vez a ojos de sus compañeros podrían estar actuando apresurados, bajo en instinto de las necesidades humanas o simplemente algún capricho por parte de Katsuki, pero la realidad era que sus almas venían deseando por tanto tiempo la unión de ambos que sentían arder por cumplirlo.

Izuku fue quien acompaño a la pequeña de hermosos cabellos blancos hasta llegar a donde sus compañeros en donde la dejó encargada de Tooru y Ojirō quienes aceptaron amables. Con una sola mirada entre Kirishima y Katsuki las cosas quedaron arregladas, el pelirrojo entendió lo que veía en sus ojos.

Daría su última ayuda, el empujón final para que ambos puedan estar como una pareja y eso sería mantener al grupo unido mientras ellos iban a quién sabe dónde.

Podrían pasar tan solo minutos y ambos sentían que eran horas, el tiempo se volvió apreciado. No querían seguir perdiendo. En cuanto encontraron una casa que no estuviese a punto de derrumbarse entraron y sintieron que su antigua realidad volvía a ellos.

La casa ante sus ojos parecía ignorar todo lo que ocurría afuera, tan pulcra y manteniendo un ambiente como aquellos que deseaban volver a tener. Izuku sintió la necesidad de meterse a bañar por lo que sin decir nada más que mirar directamente a Katsuki pasó al baño.

En cuanto las primeras gotas caían sobre su piel pudo sentir unas manos que con cuidado tocaban su cadera, un escalofrío y un suspiro, Katsuki estaba en busca de más. Entraron ambos bajo la lluvia artificial, exploraban sin descanso el cuerpo ajeno y se unían brevemente en suaves besos.

Sus cuerpos parecían viajar al pasado en el que ninguno de los dos había pasado por tanto en los últimos momentos en el nuevo mundo, el grisáceo pasó a su color natural, las heridas se borraron y sus corazones palpitaron agitados por un momento como ese. Ante sus ojos, Izuku era tanto para él.

Sus ojos cristalinos, sus mejillas sonrojadas con gotas de agua recorriendo todo su cuerpo y su pequeña boca entre abierta por el reciente beso, simplemente único. Y ya no pudo aguantar más.

Cerrando el agua en segundos y tomando a Izuku desde su cadera lo cargó a la habitación más cercana, el peliverde no dijo nada por seguir extasiado. Tal vez se quejó un poco en cuanto sintió que caía a la cama, pero poco le importó al rubio cenizo quien atacó sus labios nuevamente, estaba deseoso de probar todo lo que tenía permitido.

Poco a poco sus manos iban recorriendo el suave cuerpo de Izuku, quería ver cuáles eran sus propios límites. Levantó levemente ambas piernas de él para poder preparar la zona que debía llevar más cuidado, tratando de hacerlo rápido hizo lamer tres dedos al peliverde, este lo hizo paseando de vez en cuando su lengua entre los dígitos o metiendo a su boca de uno en uno o todos juntos causándole problemas de resistencia a su compañero.

— Yo tratando de ser compasivo contigo... — sonrió, Izuku volvió a sentir escalofríos. Sus ojos aún inundados en lujuria tenían cierto toque inocente que no deseaba dejar.

Uno y la sensación extraña llegó a Izuku causando que suspirara, no era desagradable, pero era nuevo. De nuevo los besos del rubio volvieron a él tratando de distraer su atención a otra cosa en cuanto siguiera avanzando.

Dos. Izuku gimió en el beso, abrazó a Katsuki desde el cuello tratando de acercar más sus cuerpos, por alguna razón su calor le hacía sentir algo agradable en su pecho.

Tres. Katsuki se separó por un corto tiempo del beso y movía su mano con algo de brusquedad causando que Izuku emitiera gemidos leves, trataba de pararlos colocando el dorso de su mano derecha en su boca mientras que con la derecha se sostenía aún de Bakugō.

En cuanto creyó que estaba listo, sacó sus dedos observando en el peliverde una mirada que no supo interpretar. No había condones ni lubricantes ni nada más que ellos dos y la habitación por lo que sólo colocó la punta para indicarle a Izuku que entraría sin más.

— Hazlo... — su voz sonaba temblorosa, pero era por las nuevas sensaciones, no había miedo en su ser. No podía sentirlo mientras fuese Katsuki quien estaba ahí con él.

Obedeciendo entró de una arrancando del peliverde un gemido agudo que interrumpió con otro beso, tal vez podría haber sido doloroso, pero no quería ir lento. Llevaba buen rato resistiendo las ganas de hacerlo como para ir entrando lento.

Masturbó un poco a Izuku mientras mantenía el beso tratando de que se acostumbrara pronto a tenerlo dentro, se separó un poco del beso sorprendido por los gemidos de placer en él. Parecía no dolerle por lo que comenzó a moverse, Izuku rodeó la cadera de Katsuki con sus piernas y fue ahí que no pudieron detenerse.

Las embestidas iban más y más rápidas golpeado por momentos la próstata del peliverde quien ya no trataba de contener su voz, sólo disfrutar del momento. Quién sabe si podrían tener uno como ese en mucho tiempo más, no quería pensar en nada que no fuese estar ahí.

Ambos terminaron, agitados y extasiados. Recuperando el aliento y energías en una decisión silenciosa durmieron sin preocupaciones, Katsuki aún dentro de él sin que a ninguno le molestara.

Sin arrepentimientos, sólo un nuevo lazo entre ellos. Uno que los hacía sentir más especiales el uno para el otro, algo que nada ni nadie pudiese romper.

Izuku despertó por segundos un tiempo después notando que la casa en realidad estaba un poco agrietada y deteriorada, pudo notar también una herida de mordida en el hombro de Katsuki. La ilusión de momentos atrás se había terminado regresando a ambos a su realidad, su dura vida en ese peligroso mundo, pero poco le importó.

Ahora podía ser feliz, al menos así lo sentía. Acomodándose más cerca de Bakugō y sintiéndose extraño en cuanto sintió que al fin salió de él, volvió a dormirse olvidando todo lo demás. Se daría ese lujo al menos sólo por ese momento.

✎﹏﹏﹏﹏﹏﹏﹏﹏﹏﹏

e.e hakuna matata

Lovelipsis 【KatsuDeku】Donde viven las historias. Descúbrelo ahora