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En el momento en que Izuku se acercó a su propia agencia, no recordaba la cantidad de éxito que había tenido en esos años. Bakugou sonrió de la forma más tierna al notar que su esposo se había quedado estático en la puerta de su oficina, mirando la cantidad de fotos y recortes de revistas que tenía. 

- ¿de verdad yo hice eso? -murmuró mientras se acercaba a uno de los marcos, mirando la noticia enmarcada que tenía en el titular "nuevo héroe n°1 salva 40 personas de morir quemadas", mientras que a un costado estaba una foto de Midoriya en su traje de héroe, cargando varias personas a su espalda. Sintió levemente sus ojos picar debido a que recordaba el video que añoraba de All Might, donde también rescataba gente de un incendio. 

- sí, tú solo rescataste 30, ya que debían ser... ¿unas 50 personas? -dijo Katsuki mientras se cruzaba de brazos y se apoyaba contra el escritorio, viendo como su esposo seguía viendo los distintos artículos que él mismo había ido colocando en las paredes con los años- fue impresionante como ese internado ardió, se tardó solo unas horas en reducirse a cenizas -dijo Bakugou, haciendo así que el pecoso le mirara con atención- y tú llegaste muy rápido, para cuando habían llegado los héroes de rescate ya quedaban pocas personas dentro y tú saltabas de un lado a otro, de verdad eso fue asombroso -aseguró, viendo como el peliverde le dedicaba una pequeña sonrisa. 

- suena irreal -murmuró mientras ladeaba un poco su cabeza. siguió paseando por su propia oficina, observando con cuidado todo. El ojirubí lo observaba en silencio y con una dulce sonrisa, notando la curiosidad que tenía su esposo por todas las cosas que no reconocía- ¿y estas fotos? -dijo el rizado mientras señalaba unas fotos enmarcadas en la pared, todas con los años abajo. 

- es tu equipo de trabajo, siempre se sacan una foto en navidad -aseguró mientras se estiraba y caminaba a él abrazándolo suavemente por la cintura y recargando su mentón en su hombro- ahí tenías 18, cuando comenzaste a trabajar acá, y así has ido cambiando, algunos son estudiantes, otros pasantes, algunos son socios -aseguró mientras soltaba una de sus manos, estirando su dedo para señalar la última fotografía- y ese es el chico que elegiste como sucesor -susurró mientras posaba su dedo sobre un chico junto a Izuku, quien posaba con su uniforme escolar de invierno de UA. Katsuki sintió el cuerpo del rizado tensarse bajo el suyo, antes de que se girara suavemente y le mirara preocupado. 

- ¿tú... sabes? -murmuró en un hilo de voz mientras sentía en su garganta hacerse un nudo hasta que el rubio asintió con su cabeza. Midoriya asintió con su cabeza de forma lenta mientras trataba de pensar en porqué lo había hecho, si sabía que lo más importante era guardar el secreto para que no cayera en manos equivocadas- ¿y por qué lo sabes? -dijo inquieto, viendo como Bakugou apretaba suavemente sus labios. 

- luego de conocerlo a él, te pusiste muy raro mucho tiempo, te volviste callado y andaba siempre a la defensiva. Entonces pasó que un día te accidentaste, pero estabas conciente -dijo el rubio, tragando saliva  suavemente- nos pidieron ayuda los héroes por un problema de trata de blancas, y tú saliste muy malherido, demasiado para mi gusto, y en ese momento mientras esperaba a que llegara alguien para que te lleváramos a un hospital, tú me dijiste la verdad, por si llegabas a morir el poder iba a necesitar un heredero temporal mientras Kotaro, el chico de la foto, se hacía apto para poder portarlo -murmuró, viendo como su esposo tragaba saliva- y sí, All Might sabe, lo hablaste con él antes de decirme, y el poder está en secreto -murmuró con una sonrisa, viendo como el pecoso suspiró, relajando su cuerpo levemente. 

- eso está bien, mucho mejor -susurró antes de dejar su cabeza en el pecho del rubio, mirando a las fotos con detenimiento- ¿por qué me trajiste acá, exactamente? no ha pasado mucho desde el accidente -dijo, justo antes de que por la puerta se asomara Kirishima por la puerta junto con Uraraka, quienes sonrieron de forma amplia. 

- yo se los pedí, debes ponerte en forma y yo debo comenzar a trabajar otra vez -dijo Bakugou mientras les sonreía suavemente, viendo como su esposo se emocionaba antes de ir a saludarlos de fuertes abrazos- Japón necesita a su héroe número 1 de vuelta lo antes posible, ¿no? -le murmuró antes de que Midoriya se diera vuelta y le mirara sorprendido, sonriendo de forma débil luego de unos segundos. 

- sí, creo que sí -dijo de forma dulce, mientras se giraba completamente hacia el ojirubí- gracias, Katsuki -susurró bajo, antes de volver hacia él y dejar un beso en su mejilla, sonriendo dulcemente luego de eso. Charlaron un poco más entre los cuatro antes de que Katsuki se fuera a su propia agencia para comenzar su día de trabajo, ansioso incluso de que su esposo volviera a casa. Luego del día de trabajo, volvió a casa para poder preparar la cena, pensando una y otra vez en si había sido lo mejor haber llamado a Kirishima para que le ayudara con la recuperación física, pero en el momento en que decidió llamar a su amigo para saber como estaba MIdoriya, la puerta se abrió y reveló a un Midoriya cansado y algo sucio, pero con una sonrisa. 

- ¿estás bien? -le dijo Bakugou mientras caminaba a la puerta, sonriendo dulcemente al pecoso quien asintió con su cabeza de forma alegre, dejando su mochila en el piso, junto a los zapatos de la entrada. 

- no recordaba que era capaz de moverme así -dijo con una sonrisa amplia, llevando una mano a su corto cabello para peinarlo con una sonrisa. 

A Bakugou le gusta MidoriyaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora