- Kacchan, soy yo, ¿me llamabas? -dijo el pecoso mientras abría la puerta y entraba al cuarto de Bakugou Katsuki, el chico con el que llevaba besándose desde hace tal vez un mes, y quien era también su mejor amigo de la infancia. Vio como el rubio estaba sentado sobre su cama en un costado de su cuarto en el edificio de los estudiantes de UA, distraído en su teléfono- sonabas nervioso, ¿estás bien? -le dijo mientras suspiraba luego de haber corrido por las escaleras como loco para tratar de no toparse con los padres que andaban por el edificio con sus hijos.
- sí, solo estaba aburrido, y tu madre se había ido ya, así que pensé en llamarte -dijo con indiferencia, escuchando como a su lado el pecoso suspiraba cansado antes de reír un poco, yendo hacia la puerta para ponerle seguro.
- Kacchan, eres un tonto, me había asustado -dijo cómico, antes de caminar a la cama y tirarse a su lado, estirando sus labios hacia los del ojirubí, quien solo le miró con una leve sonrisa en sus labios. Se deslizó en la cama y acomodó mejor para así quedar cara a cara con el rizado, quien le miraba en silencio aún con los labios estirados; le dejó un pequeño beso antes de apoyar su cabeza contra la de él y volver a mirar su celular.
Ya cerca de su salida de la escuela, UA pensó que sería una buena idea que los padres fueran un día a ver el edificio en el cual los estudiantes llevaban viviendo cerca de tres años, por lo que ese día estaba lleno de padres por todos lados. Bakugou había preferido hacer las cosas sencillas, invitó a sus padres y en solo media hora les enseñó el edificio y su cuarto, fueron a comer fuera y luego de eso volvió al edificio, donde decidió terminar la tarea y tener un ojo sobre Deku, quien anduvo con su madre todo el día. Cuando finalmente vio que la señora Midoriya se había ido, lo llamó y le dijo que debía ir de forma urgente, donde luego habían terminados acomodados en su cama, viendo una serie desde el computador de Bakugou y comiendo botanas.
En ese momento se encontraba abrazando a Deku mientras delineaba una de las quemaduras de su brazo con su dedo, respirando profundo al sentir como se saciaba del olor que emanaba su cuerpo a perfume. Se encontraba divertido jugando sobre su piel cuando de un momento a otro vio como Izuku se giró y miró al rubio completamente sonrojado.
- Kacchan, bésame -murmuró de forma suave, antes de girarse sobre sí y quedar cara a cara con el mayor, estirándose a besarle de forma dura y exigente. Sin embargo, el beso se fue ablandando hasta que, sin darse cuenta, sus bocas habían pasado a sus cuellos y se habían quitado la camiseta de la forma más torpe e inexperta que pudieron, todo iba bien hasta que en el momento en que Bakugou se paró a buscar la caja de condones que había comprado, Deku se sentó cómico- ¿tú eres virgen, cierto? -le dijo el rizado mientras se sacaba los pantalones en el momento en que Bakugou iba hacia él con dos cuadrados en la mano.
- sí, ¿acaso tú no? -le dijo Bakugou mientras se sentaba de rodillas al frente suyo, ladeando su cabeza cuando vio como Midoriya se sonrojó de fuerte manera, tosiendo un poco luego de eso. Negó con su cabeza antes de él ponerse de rodillas y abrazarse por el cuello al rubio, tragando saliva- no te molestes por algo así, por favor -susurró con un temblor en su voz, preparándose para salir si es que el rubio se molestaba, pero el chico negó con su cabeza antes de estirarse a besarle.
Fue un sexo tenso debido a que sentían pasar gente afuera del cuarto y que Bakugou estaba rígido, pero luego de que decidieron que era mejor que trataran otro día, Midoriya se quedó recostado con él, apoyando su cabeza en el brazo del mayor.
- Kacchan, bésame -le susurró, mientras se giraba y miraba al ojirubí, quien solo le contemplaba en silencio- ¿puedo besarte, Kacchan? -susurró, mientras subía una de sus manos al mentón del chico, estirándose hasta tocar suavemente sus labios con los propios.
Bakugou se sintió transportado al pasado tomó entre sus brazos a Midoriya antes de besarlo. Aunque ahora se paraba distinto, se ponía un perfume antiguo y le llamaba de forma distinta, sentía que en el fondo aún había algo de su amigo de la infancia y del hombre del cual estaba locamente enamorado. Tomó su mentón con firmeza entre sus dos manos, arrastrándolo hacia sí mientras le besaba con dureza y necesidad. Sintió las manos de Izuku apoyarse con indecisión en su cintura desnuda mientras trataba de no caerse encima del rubio debido a la fuerza con la que le jalaba.
Cuando se separó y Midoriya le miró, vio como Bakugou tenía los ojos humedecidos y sorbía su nariz levemente antes de tomar al rizado por la cintura y estirarse a besarle con mayor calma, empujándolo hacia la cama con sus propios pasos hasta que toparon en la orilla. Katsuki se separó antes de llevar sus labios al cuello del pecoso, comenzando a dejar pequeños pero desesperados besos por toda la piel.
- si quieres que pare, solo dime, yo me detendré cuando tú lo digas -susurró mientras seguía besando la suave piel, y a pesar del leve temblor de cuerpo de Izuku y su agitada respiración, el pecoso nunca le dijo que parara.
Fue un sexo fuerte, levemente rudo. Bakugou se sentía alunado mientras trataba de darle lo que sabía a su Deku le gustaba y no perderse en sí mismo al pensar en que el contrario le diría que pare, más supo en el momento en que Midoriya estaba aferrado a la almohada y mordiendo levemente su hombro para no gemir más fuerte en que ya no era su Deku, quien siempre buscaba mirarle y decirle cuanto le amaba a pesar de los gemidos que se escapaban por su garganta.
Luego de que acabaran se quedaron ambos en la cama. Midoriya, aún impactado y con todos los sentimientos a flor de piel respondió con monosílabos a todos lo que dijo Bakugou. El rubio apagó las luces de la casa y volvió a la cama, donde se recostó junto a él y por primera vez en años le dio la espalda. Mientras transcurría la noche, Izuku se encontraba mirando asombrado el techo, disfrutando del ligero dolor de sus músculos al estar resentidos cuando sintió como a su lado, Bakugou lloraba de forma muy suave.
- ¿ocurre algo? -le dijo Midoriya mientras se giraba y apoyaba su mano sobre el hombro desnudo del héroe, sintiendo como este se encogió levemente bajo su toque. Sorbió su nariz con fuerza antes de subir la sábana sobre su cuerpo, tosiendo un poco luego.
- extraño a mi Deku -le dijo con voz gangosa, sin darse vuelta. Midoriya le miró a través de la oscuridad por unos segundos antes de retirar su mano y darle la espalda, pensando en que tal vez necesitaba un momento solo, sin saber que lo único que anhelaba Bakugou Katsuki era un abrazo de él, por muy frío y falso que fuera.
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A Bakugou le gusta Midoriya
FanfictionHabían estado juntos desde su infancia, y desde su último año de escuela habían sido pareja. Ambos héroes emblemáticos dentro de Tokio y Japón, cumplían sus sueños mientras compartían con el amor de sus vidas. Sin embargo todo cambiaría luego de que...