Capítulo 11.

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--Rough_Nigth--

Adriana

Mi madre no me dejaba parar de la cama, según ella primero debía comer bastante para estar fuerte. Ella tenía que irse a trabajar y para no quedarse preocupada porque no comiera, llamó a Stephen para que se hiciera cargo de mí. Le dije que no hacía falta, porque quizás él estaba ocupado, pero ni caso me hizo. Stephen llegó a los pocos minutos, oí que tocó la puerta y fuí a abrirla.

—Hola mi amo...— me tomó en sus brazos y dió una media vuelta conmigo, yo empecé a reír de sus ocurrencias.

—¿Cómo estás, preciosa? ¿Te sientes mejor?— asentí con las mejillas ya calientes. Siempre que estaba cerca de él me daba mucha calor y no entendía por qué.

—Estoy muy bien, y mejor ahora que te tengo cerquita.— me acerqué y lo besé, él volvió a tomarme en sus brazos y me llevó al sofá mientras nos besábamos.

—¿Quieres ver una película?— me preguntó al momento que dejó de besarme.

Yo en realidad quería otras cosas. Quería besarlo, acariciarlo y que hiciéramos el amor ahí en el sofá. Claramente yo no le diría eso.

—Sí... sí, ¿por qué no?— intenté que no se percatara de lo que había pensado, pero él siempre sabía lo que pasaba en mi interior.

Se acercó y acarició mi mejilla.

—Me parece que te apetece hacer otras cosas...— me quedé en silencio. —Aunque yo muero de ganas no haremos eso, preciosa. — dictaminó.

—¿Por qué?— pregunté, estaba empezando a desconfiar y las dudas de que ya no me quisiera estaban entrando en mi cerebro.— ...¿ya no te gusto?— interrogué con la voz un poco quebrada.

Él frunció el entrecejo.

—Imposible que dejes de gustarme, y si no quiero que lo hagamos es porque todavía estás débil, Adriana.— cuando me llamaba Adriana estaba serio.

—Perdón por desconfiar, pensé que ya te habías aburrido de mi. — negó.

—Jamás.

—Pero amor no estoy débil, me siento muy bien. — dije pícaramente.

Esas palabras fueron un incentivo para él. Rápido me tomó de la cintura y tocó mis nalgas, ese gesto me exitó e hizo que quisiera besarlo con fervor. Me quitó la ropa y yo le quité la de él. Fué la primera vez que le hice un oral, recibí instrucciones y parecía que le gustaba. Luego me tomó en sus brazos y me dejó caer en el sofá, acarició todo mi cuerpo con su lengua y terminó haciéndome un oral para luego penetrar en mi parte íntima. Así quería sentirlo, cerquita, así sentía que era mío, completamente mío. Él y yo teníamos comunicación en todos los sentidos, era como si siempre estuviésemos conectados y sentía que también nuestros cuerpos se comprendían.

Después de darnos una ducha entre risas y caricias, fuimos a la cocina por algo de comer. Él como había dicho que iba estar más al pendiente, vigiló que me comiera todas las frutas que habíamos sacado. Jugamos toda la tarde, nos correteamos por toda la casa y todo eso entre risas y besos.

Yo estaba completamente convencida de que lo amaba, lo amaba tanto como él me amaba a mí. Nuestras miradas comunicaban lo que las palabras muchas veces no hacía, él siempre me repetía que me amaba y que no quería perderme por nada del mundo, pero su mirada era la que me daba confianza. No había un momento en el que yo me sintiera incómoda, él notaba cuando estaba mal y hacía de mis malos ratos los mejores. Era la persona perfecta para mí y amaría a esa persona hasta mi último aliento.

Al caer la tarde me dijo que debía irse porque tenía que hacer unas cosas con su amigo Diego.

—No olvides nunca que te amo, princesa, y no lo digo por costumbre o porque las palabras sean fáciles de decir, lo digo porque verdaderamente te amo. — y entonces se fué.

No pedía nada más que verlo a él todos los días de mi vida.






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--Rough_Nigth-- Éste capítulo te lo dedico a ti, porque por lo que he visto te ha gustado mi historia, disfrútala y muchas gracias.♥️

La Dictadura De Jooker. ©✔️LIBRO 1 [CA2020] [TERMINADA] (Editando)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora