❝Kusuo Saiki ha pasado la gran parte de su vida buscando la monotonía, es por ello mismo que tiene la esperanza de encontrar esa tranquilidad que tanto anhela en el nuevo año de la escuela a la que asiste.
En el último grado de la Academia P.K, San...
Inclinó su cabeza hacia atrás con frustración y estiró sus manos para poder relajarlas un poco.
Mierda, es que no quería hacerlo.
Si bien tenía la suerte de estar con sus amigos en esta situación, ninguno ayudaría lo suficiente como para poder pasar el ramo en un alto puesto.
Sabía que contaba con Saiki, pero él no se atrevería a resaltar sobre los demás solo por ella.
Ajustó su cabello grisáceo en una cola y se dispuso a organizarse bien tomando un lápiz y papel de su escritorio.
-¿Después de esto vamos a comer ramen, compañeros?- Nendo había tomado asiento en un puff redondo situado a la esquina de su cuarto. Se encogió de hombros mientras seguía escribiendo.
-Sería buena idea, ¡vayamos!- Kaido habló entusiasmado mientras terminaba de pintar en un cuaderno de dibujo que no sabía de su existencia. Sanae quería poder estar de acuerdo con la propuesta de sus amigos, pero el trabajo que debían entregar en un par de semanas ocupaba el noventa por ciento de su cerebro en esos minutos.
-¿Quieres que les haga irse?- su mirada cayó en el pelirosa sentado a un lado de ella.
-¿Tú crees que vayan a ayudar en algo?- susurró un poco más cerca de él. No hubo respuesta verbal por su parte, si no que, unos segundos después, Kaido y Nendo eran llamados por sus padres para que regresarán a su casa. Los despidió en la puerta de su casa y volvió a dónde se encontraba Kusuo para esta vez poder avanzar en el proyecto.
Cuando el reloj dió la hora de la cena, dos cuartos del trabajo estaba completado. Tuvo que obligar al pelirosa a ponerse su anillo que bloqueaba sus poderes para que no fuera injusto.
-¿Quieres quedarte a comer algo?
No sabía de dónde habían salido esas palabras, tampoco el porqué lo hacía. Estaba claro que Saiki le caía bien, pero se le había olvidado por completo que por parte de los dos ese nivel de confianza no llegaba tan lejos. Pudo ver su mirada atravesando las gafas verdes que yacían apoyadas por el puente de su nariz.
-¿No voy a molestar?
-¿Por qué lo harías?
-Está bien…
S.Kusuo.
La cercanía entre nosotros de un momento a otro era como un fuerte hilo que nos jalaba a seguir avanzando, sin embargo, a la vez era un imán muy peligroso de controlar. Sus ojos rojizos ya no eran vacíos como lo habían sido tiempo atrás, esta vez un sentimiento indescriptible de comodidad se instalaba en ellos.
Yo no sabía porque mi cuerpo parecía no querer moverse de ahí.
Sus labios iban a formular alguna frase, pero el sonido de la cerradura fue lo que terminó con el extraño ambiente entre nosotros. La cabellera gris de su primogénito fue la primera que ví antes de que alcanzará a hacer un movimiento.
-Oh…¿Saiki, no?
-Va a comer con nosotros, Shima. ¿Viniste para eso?- la repentina lejanía de su cuerpo me hizo sentir extraño.
-Si, está lista la cena.- Sanae avanzó y yo le seguí por atrás bajando las escaleras para llegar al comedor.
La mirada de Shima se mantuvo en mí lo que duró la comida.
[✧]
-Gracias por tu ayuda hoy, Saiki- su voz fue la que detuvo mis pasos hacia la acera, evite una sonrisa al verla agitando su mano derecha hacia mi y me limité a despedirme con un gesto de cabeza.
La idea de caminar se hizo presente en mi mente, hasta que el inconfundible número de Kusuke se vio reflejado en la pantalla de mi celular.
No quedaba de otra.
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Hola bbs, aquí me tienen después de tanto tiempo. Espero que mi imaginación pueda surgir nuevamente y entregarles los capítulos que se merecen (っ˘̩╭╮˘̩)っ.
Otra cosa: adivinen quien cumple 2 semanas de operada mañana????
Así es, yo.
Así que espero que entiendan que mis condiciones anteriormente no era las mejores para pensar (╥﹏╥).
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Y también que hay más historias en mi perfil para que disfruten ♡!
