Erick llega a la escuela como todos los días, un poco apurado pues lo único que está en su mente es encontrar a su Joel.
El sabía dónde estaba Joel, lo único que tenía que hacer era llegar ahí, Erick aveces pensaba que su novio era raro ya que a él le encantaba la soledad, cosa contraria a él ojiverde pues él lo odiaba, Aunque él menor también sabía que su novio le encantaba pasar tiempo con él.
—Amor —grita de emoción al ver que encontró a Joel.
—¿Si? —pregunta Joel solamente al ver que su novio corre hacia el.
—Te sientes bien, después de que ayer te desmayaste no despertaste y tu hermano me tubo que llevarme a mi casa.
—Si, me siento bien —dice un poco avergonzado pues su madre lo avergonzo tanto ayer que no pudo evitar desmayarse.
—Tu mamá luego de que te desmayastes, siguió hablando de condónes femeninos, no le entendía nada, pues no se que diferencia tiene los condónes normales a esos.
—Pues... —el rizado estaba nervioso por lo que le iba decir —Esos los usarías tu.
—¿Como?
Erick algún día mataría de pena a Joel.
—Pues se mete aquí —confirma Joel tocan el agüero de Erick por arriba de la ropa.
—Joel no me toques así aquí.
—Esta bien.
—Prometeme que no lo haremos hacer nunca más aquí en la escuela.
—Prometido—promete mostrando altamente su palma derecha en forma de juramento.
—Amor, vamos a dar un vuelta por la escuela ¿si? —dice el menor haciendo ojos de cachorro.
—Esta bien.
El rizado sabía que nunca más podría decirle a ese pequeño de ojos verdes que no. Se dio cuenta de que ya había caído por el.
—Te amo lo sabias.
—Yo también te amo, Joey.
Esto ya no estaba en manos de Joel, si algún día lo dejara, no sabría que sería de su vida.
El menor tomó a su novio del brazo abrazandolo, y Joel sentía el hombre más feliz del mundo.
(...)
—Lo odio, lo odio, lo odio, porque ese niño se quedó con mi Joel.
—Calma daniela, ellos no durarán.
—No vez como Joel lo mira, siempre que lo ve se forma una sonrisa en su cara, Joel nunca sonríe.
—Tal vez Joel nunca lo deje pero, y si, hacemos que Erick lo haga.
En la cara de daniela se formó una una sonrisa sinica.
—No es mala idea.
Corto pero quería escribirlo por el cumpleaños del bebé.
No se si en su país de ustedes ya es 4 de enero, pero subí esto a la 11:40, hora de Mexico, así que pues no tengo nada mas que decir y pues Bay.