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Una de las facilidades que daba Miller & Davis era un día de descanso al mes para sortear cualquier dificultas que su condición de omega conllevara. El viernes por la tarde, antes de que fuera golpeado por el peor celo de su vida, Niall no había creído que fuera necesario tomarse un día libre para recuperarse. El lunes en la mañana se dio cuenta que sería un tonto si no lo aprovechaba.

Si quería participar en la temporada de cortejo de Harry tenía muchas cosas que hacer y un lunes libre era una insólita delicadeza que no podía pasar por alto.

Pasó la mañana en un banco haciendo los trámites de su dote. Logró traspasar casi todo su dinero (dejando lo suficiente para sobrevivir con su dieta de universitario pobre por los siguientes tres meses), pero ni siquiera todo lo que tenía ahorrado le llegaba a los talones a la montaña inalcanzable que era una suma de quinientos mil dólares, aun así, cruzó los dedos para que Gemma, quien organizaba a los candidatos, se apiadara de su alma y lo dejara presentarse con una dote irrisoria de veinte mil dólares.

En el entretanto de su ajetreada mañana en el banco, Niall recibió completo silencio por parte de Harry (lo que se le hizo extraño, pero que atribuyó al trabajo) un mensaje de Zayn que decía "tenemos que hablar" (que rápidamente olvidó contestar debido a todo lo que tenía que hacer) y un mensaje de Louis avisándole que su madre estaba preparada para entregarle la carta de respaldo, aunque solo lo haría si Niall pasaba el almuerzo con ella. Aceptando, hizo su cita con Jo mientras se concentraba en qué demonios escribirle a Peter.

Por qué claro, entre todos sus planes decidió escribirle a Peter.

La verdad es que recordaba a Peter con mucho agrado. Lo había sorprendido con su aura relajada y su despreocupación ante el protocolo. Niall no había conocido a ningún alfa que en su primera cita le pidiera dejar de lado las etiquetas y no usar el "alfa" cada dos segundos, y aunque la última vez que habían hablado fue durante la cita concertada por el CNO, Niall podía recordar claramente que Peter había mencionado que su madre era una institutriz de omegas, y creyó que para una situación tan decisiva como una audiencia, consultar a una guía experimentada como una institutriz era mejor que presentarse en la audiencia, tropezarse mientras trataba de hacer una de esas reverencias extrañas que todos los omegas hacían, o decir algo inapropiado que le harían ver a Harry lo diferentes que ambos eran, incluso antes de que pudiera siquiera intentar verlo a él como una posibilidad viable.

Y por eso, le escribió a Peter (con toda la vergüenza del mundo, después de todo sabía que estaba pidiendo demasiado a un alfa con el que apenas se conocía) y le preguntó por su madre la institutriz.

Después de una breve explicación de su plan, Peter estuvo feliz de ponerlo en contacto con su madre (quien le dijo se llamaba María, pero que si quería evitar estar en su lista negra, lo mejor era que la llamara Sra. Reed) y Niall se contactó con la mujer, sorprendido de lo bien que todo estaba resultando.

Nunca había hablado con una institutriz de omegas en su vida, pero la mujer pareció emocionada y dispuesta a ayudarlo solo porque Niall pretendía presentarse en la temporada de cortejo del alfa Styles y una opción como esa no llegaba muchas veces en la vida. Al parecer, enseñarle a un omega que participaba en la temporada de cortejo de un alfa tan importante era bueno para su curriculum y Niall agradecía que la sola idea de presentarse frente al alfa Styles fuera suficiente para lograr que una institutriz de New York le enseñara gratis.

La mañana pasó en un pestañeo, y cuando se dio cuenta, tenía su pequeño dote listo, una cita con una institutriz a las cuatro y un plato abundante de carbonara justo frente a sus narices.

Le sonrió a Jo mientras enredaba los fideos en su tenedor.

— Ay, Niall, ¡estoy tan feliz! — dijo la madre de Louis mientras juntaba ambas manos y miraba al cielo, estaba casi seguro que le había dicho casi lo mismo al abrirle la puerta y aplastarlo en un abrazo energético, pero la mujer estaba tan emocionada que Niall bien podía haberle contado que estaba por casarse y nada hubiera sido diferente. Johannah era vibrante, juvenil, y a pesar de su edad parecía casi quince años más joven. — Cuéntamelo todo.

say my name ; nsDonde viven las historias. Descúbrelo ahora