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Eren se veía una y otra vez en el espejo, un puchero se formó en sus labios al sentirseinconforme con su atuendo.

Se dirigió una vez más a su armario sacando unos jeans negros y una camisa azul pastel, no muy convencido de verse bien se colocó un par de botines negros y su chaqueta, cuando llegó a la planta baja su madre se sorprendió de verlo arreglado.

Carla: ¿Saldrás?

Eren: Si, no tardaré.

Carla: Esta bien, si necesitas que Zeke pase por ti, llama y yo le digo.

El castaño asintió, dejo un pequeño beso en la mejilla de su madre,salió sin muchos ánimos de su casa.

Cuando llegó al cuartel, tutubeo un poco antes de acercarse.

𝕿𝖆𝖓 𝖉𝖚𝖑𝖈𝖊 𝖊𝖑 𝖆𝖒𝖔𝖗.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora