𝕿𝖆𝖓 𝖉𝖚𝖑𝖈𝖊 𝖊𝖑 𝖆𝖒𝖔𝖗.

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Habia sido imposible dormir para el alfa, aunque el castaño se encontrara a metros de distancia su olor de alguna manera llegaba hasta el.

Sin ánimos de seguir en su cama, se puso de pie para comenzar su día.

Eren suspiró al escuchar que el alfa estaba despierto, se apresuro en terminar el desayuno a pesar de las inmensas ganas de dormir que tenía.

Eren espero paciente a que el azabache apareciera por la cocina, cuando lo vio su omega no dudo en hacerse notar llenando la habitación de feromonas.

Eren: Buenos dias Alfa.

Levi: ¿Por qué estas despierto?

Eren: Y-yo prepare el desayuno para ti.

Levi: No era necesario.

Eren asintió, cuando el alfa tomo asiento para desayunar, espero paciente y en silencio.

Levi: Ve a dormir.

Eren: Despues de que se vaya.

Levi: Mocoso.

Eren sonrio, el alfa solo se limito a ver la linda y timida sonrisa que el omega le regalaba, su lobo movió la cola feliz.

Levi: Esta tarde te llevare a conocer la base.

Eren: Esta bien.

Levi: ¿Quieres ir a ver a tu madre?

Eren: ¿Puedo?

Levi: Puedes, también puedes ir a trabajar.

Eren: Gracias.

Levi: Bien, me voy, esos holgazanes harán de las suyas si no llego yo.

Eren asintió, poniéndose de pie, siguió al alfa hasta la puerta, Levi tomo la mano de el omega dejando un beso antes de salir.

Levi: Nos vemos más tarde.