𝕿𝖆𝖓 𝖉𝖚𝖑𝖈𝖊 𝖊𝖑 𝖆𝖒𝖔𝖗.

Tan dulce

Eren veía a su pequeña hija Lizzie, la pequeña azabache dormía tranquila en su cuna, el omega no podía creer que habían pasado exactamente seis meses desde que su cachorrita llegará al mundo, sin hacer ruido salió de la habitación con decoraciones rosas para ir a la cocina.

Levi veía con insistencia su reloj, aún faltaban unas horas para que pudiera volver a su hogar y ver a su pareja y a su hermosa cachorrita de ojos verdes, miro de reojo a Hanji, sonrió al ver que la castaña tomaría su lugar para que el pudiera irse antes a su hogar.

Al llegar el dulce olor de Eren y su cachorra lo invaden, camina hasta la cocina, sonríe al ver a su cachorra y a Eren llenos de betún.

Tras bañar a su cachorra y limpiar lacocina, la pareja se toma un tiempo para llenarse de mimos y arrumacos.

Levi: Gracias por endulzar mi vida Eren.

El castaño mira a su alfa, sonríe mientras deja varios besos en su rostro.

Levi: Es por eso que me voy a retirar, quiero que tu y Lizz vivan tranquilos.

Eren: Levi.

Levi: Ya está decidido.

Seis años después...

Eren veía a su pequeña hija sonreír, con cuidado dejo en sus brazos al pequeño cachorro de cabellos castaños.

Eren: Se cuidadosa, tu hermano es pequeño.

Lizz asiente, toma al bebé en brazos mientras sonríe.

Lizz: Es idéntico a papá.

Eren: Tienes razón.

Lizz: Hola hermanito.

El bebé se remueve entre sus brazos, Eren sonríe al ver a su hijos, en el marco de la puerta Levi observa todo.

Levi: Lizz es una buena hermana mayor.

Eren: Lo es.

Lizz: ¿De verdad?

Levi asiente, sonríe al ver como su cachorra hace un esfuerzo por sostener a su hijo menor.

Levi: Te ayudare.

Levi toma a su pequeño Claude en brazos, se sienta en la mecedora junto a la cama, toma a Lizzie para estar con sus hijos, Eren sonríe al ver a su pequeña familia.

Levi: Eren, te lo dije hace tiempo y te lo repito hoy, gracias por hacer dulces mis días, gracias por llegar a mi vida y darme dos pedacitos de cielo, gracias a ti la vida de volvió tan dulce.

Eren sonríe, mira al alfa mientras suspira, sin duda la vida junto al alfa era tan dulce y perfecta que no podía pedirle nada más al destino.

Fin.