𝕿𝖆𝖓 𝖉𝖚𝖑𝖈𝖊 𝖊𝖑 𝖆𝖒𝖔𝖗.

7

Las horas habían pasado, tres desde que el castaño llegará, Hanji lo veía con una sonrisa.

Eren: Señorita Hanji.

Hanji: ¿Dime Erencito?

Eren: Creo que es hora de irme, mi casa queda algo alejada.

Hanji: ¡No!, aun no te vayas, prometo que si oscurece yo te llevo personalmente a tu casa.

Eren: Esta bien.

La pequeña reunión siguió su curso, todo hasta que unos toquidos en la puerta interrumpieron la alegre plática.

Erwin sabiendo quien era, sólo miro a la castaña que se escondía detrás de él ojiverde.

Cuando abrió la puerta no se sorprendió de ver a un muy molesto Levi.

Erwin: Hola Levi.

Levi: La voy a matar.

Erwin: Lo se, no seas desastrozo, el bebé de Nile y Marie descansan.

Levi: No te preocupes cejotas, sacaré a la loca para no molestar.

Erwin: Ustedes no cambian.

Los dos se dirigieron al interior de la casa, Nile sonrió al ver a Levi, claro que fue ignorado cuando Levi paso junto a él ignorandolo.

Nile: Por eso decía que no lo debía saludar.

Erwin: ¿Dónde está Hanji?

Nile: Con el chico bonito en la sala, el chico juega con los niños.

Erwin: Vamos, quiero evitar que tus hijos vean violencia innecesaria.

Nile asintió, cuando entraron a la sala ambos quedaron sorprendidos, Levi veía atento y con una pequeña sonrisa al castaño quien con un sonrojo se mantenía junto a los hijos de Nile.

Nile:¿Qué sucede?

Erwin: Hanji sospecha que ese chico es el omega de Levi.

Nile: Vaya.

Hanji: Te lo dije Smith, esto se pondrá interesante.

Nile: ¿De qué hablas?

Hanji: Zackly ya tiene en sus manos una carta, en esa carta dice que Levi encontró a su omega.

Nile: ¿Quieres claveles en tu funeral?

Hanji: También unas dalias.

Erwin: Sólo espero tú plan funcione.

Hanji: Funcionará.