𝕿𝖆𝖓 𝖉𝖚𝖑𝖈𝖊 𝖊𝖑 𝖆𝖒𝖔𝖗.

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Carla, Zeke y Hanji veían encantados las pequeñas prendas de ropa que los cadetes le habían regalado a la aún no nacida cachorrita de Eren.

Zeke: Se verá hermosa.

Hanji: Ya me la imagino con ese pequeño traje de conejo.

Zeke: Tendré que tomar fotos.

Hanji: Tendremos.

Eren: Gracias por ayudarme a acomodar todo esto, los chicos en verdad fueron generosos.

Carla: Se ve que te aprecian cariño.

Hanji: Es que gracias a Eren, Levi ya no es tan malo con ellos, por cierto el castigo que les dio fue limpiar los baños, habitaciones, comedor y cocina por un mes.

Eren: No fue tan malo.

Hanji: Lo mismo les dije, que de malo tiene limpiar veinte habitaciónes, más la cocina y comedor.

Eren: Presiento que sí es malo verdad.

Zeke: Que puedes esperar del enano malvado.

Eren: No lo llames así.

Zeke: Bien nogmo maquiavélico.

Eren: Zeke.

Zeke: ¡Ay! Ya está bien, lo dejaré de insultar sólo porque hizo algo bueno.

Eren terminaba de preparar la cena, pasó sus manos por su vientre.

Eren: ¿Estas así porque ya viene papá?

El castaño miro el reloj, en cuanto su nariz captó el olor de su alfa sonrió.

Eren: Hola amor.

Levi: Hola mi cielo, ¿Todo bien?

Eren: Todo bien, alguien te quiere decir hola.

Levi sonrió, poniéndose a la altura de el vientre de su omega realizó lo que venía haciendo meses atrás.

Levi: Ya estoy en casa princesa.

La pequeña conversación entre el alfa y su hija tomaba más de veinte minutos, en ese tiempo la pequeña cachorra no paraba de moverse.

Aquí les dejo unas imágenes para que se den una idea de cómo es la ropa que los cadetes le dieron a Eren.