𝕿𝖆𝖓 𝖉𝖚𝖑𝖈𝖊 𝖊𝖑 𝖆𝖒𝖔𝖗.

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Dos semanas habían pasado desde la partida de Levi, a diferencia de los primeros días ahora el omega y su alfa se comunicaban por cortos periodos, Eren estaba tranquilo al saber que todo iba bien.

Como cada mañana se dirigió a la pastelería, al llegar pudo ver que su madre tenía problemas para atender a las personas, razón por la que se apresuró en comenzar a trabajar.

Tras atender a la mayoría de los clientes, Eren se tomo un pequeño descanso, todo hasta que alguien llamo su atención, cuando presto atención al chico frente a el no pudo evitar alejarse un poco.

Frente a él se encontraba un alfa, uno que dejaba salir sus feromonas en un intento de llamar su atención, cosa que no resultó como el alfa esperaba, Eren al sentir el olor de las feromonas de el alfa se sintió mareado, una arcada se hizo presente, Eren cubriendo su boca no dudo en correr al baño.

Cuando terminó de vomitar y salió de el baño pudo ver a su madre, la castaña lo miraba con preocupación, Eren solo le sonrió, Carla aun preocupada sólo pudo ver como su retoño regresaba a trabajar.