5- Días más, días menos

83 13 43
                                    

Las primeras semanas del año transmitían una vibra especial única en toda la escuela, como si el castillo supiera que los chicos de septimo año estaban por irse y con ese ambiente, se despedía de ellos. Como premios anuales, Iván y Janis disfrutaron de los beneficios que se les habían dado, manejaron muy bien a los prefectos en las reuniones e hicieron funcionar las rondas nocturnas de prefectos de manera asombrosa, incluso pensaban que nadie había hecho un sistema tan bueno en muchos años.

Las clases EXTASIS de septimo año, no se comparaban con los de sexto, pareciera que le estuvieran pasando los contenidos de cinco años en dos meses. Por fortuna, sus clases le fascinaban en su mayoría a excepción de la clase de herbología, historia y Estudios Muggle que solo aprobó con Supera las expectativas por simple suerte ya que en el examen de quinto año, logró recordar todas las materias y contenidos que en el caso de la historia, eran miles de páginas que tuvo que leer y aún no sabía si todas esas horas de lectura, le iban a servir de algo ya que no se le pedirá Historia de la Magia en la academia de aurores, academia en la que quiere entrar.

Pociones se la hacia muy fácil, aunque para muchos era la materia más complicada de todas, en ocasiones escuchaba entre susurros en la clase, sobre un legendario libro de pociones avanzadas que contenía la clave para sacar buenos resultados en todas las pociones, aunque Iván no creía mucho en esos cuentos.

Encantamientos, era la clase más divertida de todas, el profesor estaba muy loco y los hechizos que aprendían y usaban era una maravilla aunque muy complicados de realizar, muchos se accidentaron en aquella clase, incluido Iván que se rompió la muñeca luego de que su propio pulpo hecho de agua, le diera un fuerte golpe en la mano donde sostenía la varita, por fortuna el profesor Flitwick había sido Sanador de San Mungo y le curó la mano de inmediato.

Transformaciones era de las clases más interesantes por momentos y la más extraña y asquerosa en otros, los hechizos y conocimientos eran maravillosos en los libros y en las demostraciones que hacia la profesora Manoban, pero cuando llegaba el momento de practicar los hechizos, muchas cosas se estropeaban. En los últimos dos meses, muchos hechizos habían salido muy mal, Victor había quedado con unos pies de cabra y orejas de burro de gelatina que se movían de lado a lado durante casi dos días, Jack Greyback se había transformado en un semi pescado por error, Criss Malfoy casi muere cuando aparecieron decenas de mariposas en su estomago por un hechizo de invocación que el mismo conjuró.

Pero a pesar de ser las asignaturas más codiciadas y demandadas por las diferentes academias de magia de Reino Unido y Europa, ninguna tenia el nivel de dificultad de la asignatura que podía llegar a ser, la más terrible y destruye cráneos de todas, Aritmancia.

La asignatura que estudiaba la magia de los números, las probabilidades y otros contenidos que llevaban a explorar la magia como algo más que un milagro o un caos de azar. Rápidamente Iván había entendido en sus primeras clases que la magia no es algo que existía solo por existir,era una energía que estaba en todas partes como la gravedad y el tiempo, una energía infinita con aplicaciones que ni siquiera el cerebro humano podría llegar a procesar completamente. El joven Gryffindor sentía que era una asignatura muy interesante, aún más por los últimos contenidos que estaban viendo, los modelos de la geometría tridimensional de varitas y el flujo mágico, conocimientos avanzados de la aritmancia que por lo visto a nadie más que a él, le interesaban.

La muñeca del joven Lara, estaba agonizando por todo el esfuerzo que estaba haciendo en aquella última clase de aritmancia del día que le iba a liberar de los estudios, al menos, hasta el siguiente día. Tras terminar los cálculos que le permitirían activar una cierta cantidad de energía del núcleo de su varita, la profesora Barbara se le acercó y con un desinterés completo, tomó el pergamino que estaba negro de tantos cálculos y dijo.

Crónicas de HogwartsDonde viven las historias. Descúbrelo ahora