7- El viejo Cáliz

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Los aplausos y gritos bajaron su intensidad cuando el profesor Flitwick cerró las puertas detrás de el.

– ¿Están bien?.– Preguntó el profesor mientras caminaba alrededor de ellos analizando sus túnicas en busca de alguna quemadura. Por fortuna los dos jóvenes estaban en perfectas condiciones, solo algo sucios y muy agotados.

– Si profesor, estamos bien.– Contestó Janis mientras se apoyaba de una muralla para mantenerse en pie. En ese instante la puerta del comedor se abrió un poco y se vieron los hermosos ojos castaño de su novia, Miranda Malfoy.

– ¡¡Vida!!.–Gritó Miranda mientras se acercaba a Iván cerrando la puerta detrás de si, dejando que algunas palabras de Adam Queen escaparan del Gran Comedor. Palabras de alagos a Janis Blackstone y de mantener la calma para poder volver a restablecer las mesas.

– ¡¡Amor!!.– Gritó Iván devuelta mientras se acercaba a abrazarla al entrar. Un abrazo que llenó de polvo la túnica de la prefecta de Slytherin.

– Emmm seguimos aquí.– Interrumpió Gregory Flitwick mientras miraba a ambos chicos.

– Uy lo siento profesor Flitwick.– Se disculpó Miranda tras separarse del joven de Gryffindor. Joven que fue revisado por el profesor Flitwick.

– Por lo visto están muy bien. Ahora ¿Pueden explicarme que fue lo que les pasó? Iván, este truco lo estuvimos practicando un mes completo menso ¿Qué te pasó?.– Le preguntó el profesor mientras le miraba y acariciaba su larga barba. El joven no sabia si ser del todo sincero, realmente ni siquiera había entendido bien lo que había sucedido, en un momento estaba totalmente enfocado realizando el hechizo y al otro, parecía un hechicero de tercer año enfrentando por primera vez a un boggart.

– Yo, solo... Yo, no tengo idea. Me desconcentré y arranqué muy tarde, Janis no tiene la culpa, ella seguía los tiempos, yo fallé.–

– Yo creo que les salió espectacular y nadie salió herido. Fue el mejor show mágico que he visto y eso es decir mucho.– Dijo Miranda muy orgullosa.

– Eso no es debatible. Pero fue muy peligroso, no pueden desconcentrarse así, en un show, en la vida cotidiana o en un duelo, jamás deben perder la concentración. Ahora entren manga de mensos que ya me va a dar un bajón por su culpa.– Bromeo el profesor Flitwick simulando que los miraba con un odio exagerado. Los tres jóvenes sonrieron y tras agradecerle al profesor de encantamientos, entraron al Gran Comedor que estaba ordenado con cada mesa en su lugar. Su entrada no pasó desapercibida, pensaron que podrían esperar afuera y entrar después pero el profesor no era gran fanático de esperar así que le dio un empujón a Iván con magia sin varita y el empujó a las chicas que entraron.

Bajo la mirada de todos los estudiantes de las tres escuelas, los profesores y el invitado del ministerio, caminaron hacia sus respectivas mesas, excepto Miranda que volvió con Iván a la mesa de Gryffindor, no quería apartarse de el e Iván tampoco quería separarse de su amada. Iván y Miranda se sentaron junto a Victor y Jennie en un silencio de muerte que se había apoderado del comedor. El joven esperaba que todos desviaran su vista hacia Janis en vez de a el y en gran parte eso sucedía, a excepción de la mayoría de la casa de Gryffindor y los alumnos de Durmstrang.

– ¿Estás bien ñam?– Le preguntó Jennie a Iván.

– Si, estoy perfecto ¿Pasó algo hace un rato?.–

– No, el director solo ordenó las mesas y dijo unas palabras. Sobre el trabajo duro y un agradecimiento hacia ustedes en la presentación.–

– Entiendo.–

– Se lucieron bastante.– Comentó Victor mientras Jennie hablaba con Miranda sobre Janis Blackstone.

– Más o menos.– Contestó el premio anual.

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