Crónicas de Hogwarts

17- Tiempo libre

Había pasado más de una semana desde la celebración del año nuevo. No había sucedido mucho en el castillo a excepción de una sorpresa que dieron los directores a esa fecha. El agregar a los estudiantes de las escuelas de Durmstrang y Beauxbatons con los de Hogwarts usando tanto las calificaciones actual de estos estudiantes para definir sus cursos. La explicación del profesor no estuvo muy clara, pero lo que Iván entendió es que a pesar de que el curso ya había iniciado, los profesores habían nivelado en distintas asignaturas a los estudiantes de las otras escuelas he intentado presionar más a los de Hogwarts para alcanzar la profundidad en otras ramas y a pesar de que hay asignaturas que se imparten en Durmstrang y Beauxbatons que en Hogwarts no, esas seguirían siendo impartidas por sus respectivos directores en el barco y en la carrosa que era totalmente un edificio volador.

Los primeros días fueron complicados, pero el experimento valía la pena y el director hacia lo que podía a pesar de la sorpresa de último momento del torneo de los tres magos. Iván tuvo clases con algunos estudiantes de Durmstrang y Beauxbatons tanto en encantamientos como en transformaciones, Pociones e incluso Estudios Muggle donde el único estudiante "nuevo" era Florian pero no existió unión de cursos en Defensa contra las artes oscuras ni en Herbología. Algo curioso que mostraba una diferencia en los estudiantes era que mientras los magos y brujas de Beauxbatons eran muy habilidosos en encantamientos, no lo eran tanto en pociones como lo eran los de Durmstrang en general claramente, porque siempre había uno o dos que se saltaban la "regla".

Con el comienzo de un nuevo año, entre los estudiantes de Hogwarts de años mayores, se formaba al mismo tiempo una duda y un deber de seguir una tradición que llevaba en pie más de una década: El balcón del Fénix. Inicialmente se iba a empezar a preparar el año anterior, pero se tuvo que posponer tras lo sucedido con Florian en la casa de los gritos, ya que no era del todo seguro salir con los profesores alerta, pero eso había quedado atrás. Iván se había reunido con Janis, Melocotón Lovegood y Eliza Satory en el séptimo piso del castillo, frente a un aula que no se usaba para ninguna asignatura y ningún profesor había revisado durante mucho tiempo.

Dos noches de revisión para comprobar si es que el agujero que todos los años tenían los profesores a la hora de revisar pasillos luego de cierta hora se mantenía en pie. Durante muchos años Iván simplemente pensó que los profesores dejaban aquel hueco libre a propósito y simplemente dejaban a los estudiantes tener su fiesta oculta y la verdad es que esa idea se mantuvo en su mente, tampoco iba a intentar comprobar esa hipótesis. Por desgracia estuvo a punto de descubrirlo, o al menos a medias, ya que la segunda noche se habían pillado con la profesora Manoban en el pasillo apenas habían iniciado el camino al aula objetivo.

– ¿Qué hacen a estas horas despiertos? .– Preguntó la profesora. Iván estaba por contestar sin siquiera pensar bien en lo que iba a decir cuando Melocotón le interrumpió.

– Profesora, estábamos intentando capturar un Jipuf, creímos haber encontrado uno en el almuerzo y ahora lo vimos pasar por este pasillo. –

– ¿Un jipuf? Jamás había escuchado de él. – Iván mantuvo la boca cerrada al igual que el resto mientras esperaban a que Melocotón continuara la historia.

– Lo leí en el Draco Curiosum, en una sección. Es un duende muy pequeño que le encanta molestar a las personas con orejas grandes y no sé si ha visto a los estudiantes de Durmstrang, pero muchos tienen las orejas bien grandes, tanto que quizás puedan molestarlos. – Continuó hablando Melocotón Lovegood dejando algo confundida e incómoda a la profesora.

– ¿Ok? Todos son prefectos o premio anuales así que no tengo mucho problema con que estén juntos a estas horas, sin embargo hablaré con la profesora de cuidado de criaturas mágicas por este pequeño animalito ¿Están seguros de haberlo visto? –