Roman POV.
Regresar de un viaje siempre es difícil.
El cansancio, volver a la rutina, Jetlag... era una mierda.
Por suerte yo no tengo que regresar a trabajar.
Lo siento mucho por Alexander.
Llegamos el lunes por la noche, así que llegamos directo a dormir al departamento.
En la mañana lo escuché al levantarse y arreglarse.
Sentí cuando me dio un beso en la mejilla, y estoy seguro que le desee un buen día, pero no sé si lo dije de verdad, o solo lo dije en mi mente.
Y volví a dormir.
Hasta las tres de la tarde, cuando mi cuerpo literalmente me duele por estar acostado.
Me doy una ducha, de esas que duran media hora, porque no he tratado mi cabello todos estos días.
Así que después de un largo tiempo salgo del baño con la toalla anudada en la cintura.
Termino de peinar mi cabello y me pongo un bóxer negro.
Muero de hambre, pero no quiero salir a comprar nada, necesito comida casera.
Así que voy a la cocina y abro el refrigerador, esperando encontrar algo que pueda ser comestible.
Para mi sorpresa está lleno de comida.
Frutas y verduras frescas. Leche, yogurth, claras... hay de todo.
Y es cuando recuerdo que Alexander tiene este servicio en donde alguien hace el súper por él y le surten la despensa.
Para mi es una estupidez, pero admito que está vez fue útil.
Pico un par de frutas, preparo un omelet de claras con espinacas, y un café oscuro.
Tenía tantas ganas de comida casera que me lo devoré en cinco minutos.
Y después recogí todo, lave los trastes y dejé todo en su lugar.
Soy una persona ordenada, honestamente. Me gusta que esté todo limpio y que se vea bonito.
Pero Alexander me supera por mucho.
Es demasiado minimalista, y además de eso, todo tiene que estar perfectamente en su sitio.
No dos milímetros a la izquierda, ni dos milímetros a la derecha.
Todo debe estar exactamente en su lugar.
Cuando ya he terminado de recoger, tomo la chaqueta del perchero y salgo del departamento.
No traigo coche, porque Alexander anda en el Jeep, su carro lo dejó en el taller antes de irnos para aprovechar el tiempo, y el mío está en mi departamento.
Pero de todas formas no traigo ganas de estar encerrado en el auto, y el clima exterior es perfecto para caminar.
No hace frio, estamos como a doce grados centígrados, nublado, pero sin señales de lluvia, así que puedo estirar las piernas un rato.
Además Alexander vive en una muy buena zona, y es bastante llamativa para dar un paseo.
Aprovecho para llamarle a Orión y preguntarle cómo van las cosas.
Su novio, Gabriel, además de bienes raíces también tiene una constructora, así que los contraté para que hicieran las remodelaciones que quiero en mi casa.
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Hunter
Romance"¿Estás dispuesto a morir por alguien?" me preguntó "Yo no moriría" respondí "Viviría en él".