Capitulo 19

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Roman POV.

Tardo más de medio minuto en poder abrir los parpados.

Lo primero y único que logro ver es una pared blanca y un techo iluminado.

Intenté moverme, o hablar, pero fue imposible.

Y caí en la inconsciencia nuevamente.

Cada que abro los ojos tengo un leve recuerdo de cuantas veces he intentado despertar.

Pero no sé si es real, o solo ha sucedido en mi mente.

Esta vez, cuando abro los ojos, no estoy solo en la misma habitación blanca que veía con anterioridad.

Ahora la habitación es oscura, con una luz al fondo, y una enfermera junto a los monitores alado de la cama.

Yo puedo verla. Pero ella no se percata de que la estoy mirando.

Y antes de que pueda notarlo vuelvo a hundirme en la inconsciencia.

Extrañamente se siente... bien.

Es como cuando a mitad de la noche despiertas adormilado, miras el reloj y te das cuenta que aún falta mucho para levantarte, y te vuelves a dormir con mucha facilidad, descansando mucho mejor que antes.

Aunque mis pocos segundos de lucidez desearía poder hacer algo más que simplemente abrir los ojos.

Así que la siguiente vez que logro hacerlo lucho con todas mis fuerzas para poder quedarme despierto.

Y si, no siento el fuerte efecto del sedante jalándome hacia mi subconsciente como antes.

Esta vez mis parpados no pesan tanto.

Aunque intentar mover el resto de mi cuerpo me parece casi imposible.

Hay una enfermera junto a mí, pero está escribiendo algo sobre el escritorio, así que no me presta atención.

Mis intentos por moverme son inútiles.

Así que decido comenzar con algo más sencillo.

Y comienzo a mover mi dedo índice.

Al principio solo movía la punta, y poco a poco podía levantarlo más.

Funcionó.

El movimiento llamó la atención de la enfermera.

-Señor Schneider –masculla-. Despertó.

Y sin decir nada más sale casi corriendo de la habitación.

Quisiera gritarle, llamarla, y pedirle que me ayude a moverme.

Pero me ha dejado solo.

Así que me concentro en seguir levantando mi dedo para recuperar la movilidad, y no caer en la inconsciencia nuevamente.

Segundos después entra un equipo médico.

Veo un poco borroso.

Pero reconozco fácilmente al doctor Cright.

-Roman –me dice-. Estás bien. Vas a estar bien.

"Experimentarás un poco de amnesia y desorientación, pero es completamente normal.

No puedo hacer nada más que mirarlo fijamente.

-Si puedes escucharme –dice-. Parpadea.

Parpadear. Eso sí puedo hacer.

Así que lo obedezco.

-Muy bien, Roman. El efecto de los sedantes irá desapareciendo poco a poco. Por ahora tenemos que mantenerte así.

HunterDonde viven las historias. Descúbrelo ahora