Alexander POV.
Los siguientes días digamos que no se encuentran dentro de mis favoritos.
Aunque han traído sus cosas buenas.
Roman ha asimilado la operación de excelente manera, aunque eso no quiere decir que las cosas estén bien.
No hay manera de poder ayudar al corazón de Roman a que siga latiendo con normalidad.
La única opción que queda es un trasplante.
-Pues hágalo –exigí al doctor Fray en cuanto me lo explicó-. ¿Cuánto me va a costar? Hágalo. No importa el precio.
-No funciona así, Alexander –dijo pacientemente-. Roman está en la lista de espera.
"Pero hay personas en el top de la lista que requieren el trasplante urgentemente.
-Roman lo necesita urgentemente –repliqué.
-Sí. Pero hay personas que lo necesitan más que él.
"Personas que morirán dentro de una hora, o dos, si no les realizan el trasplante.
"Roman, por su condición de salud, no entra el top todavía.
"Está demasiado sano para subir lugares en la lista.
-No está sano –le dije-. Cada vez está peor.
-Sí. Lo sé. Pero no puedo hacer nada. Yo no decido. Yo no compro corazones en el mercado. Los mandan hacia los hospitales que los necesitan.
"Y mientras Roman se encuentre bien... seguirá en lista de espera.
Niego con la cabeza, incrédulo.
Pero puedo entender lo que me explica. Es solo que no quiero entenderlo.
-Pero mira, tenemos una ventaja, el tipo de sangre de Roman, y por su condición de salud, no nos será difícil encontrar un donador.
"Hay personas que además de estar dentro de la lista, tienen un tipo de sangre muy difícil de encontrar, o una condición de salud que les impide recibir cualquier órgano.
Asiento.
Pero no me consuela, ni me ayuda en nada.
-¿Cómo estás tú, Alexander? –me pregunta cuando se da cuenta de que no tengo nada que decir.
-No muy bien –admito.
-Se ve –dijo.
Y solo me encojo de hombros.
No puedo estar bien. No viendo a Roman en ese estado.
No viendo... como poco a poco se va escapando la vitalidad con la que comenzó.
Además con el transcurso de los días los desgastes físicos y mentales me están cobrando factura.
No he descansado bien desde que regresamos de Suiza, y ya van dos semanas.
Dos semanas de estar en el hospital, y en el trabajo.
No hago más que eso.
Aunque quisiera estar con Roman todo el día.
No puedo descuidar la oficina. Y mucho menos ahora que no se por cuánto tiempo seguirá esta situación.
Necesito el dinero. Necesito tener por lo menos la seguridad de que puedo seguir pagando todo.
De todas formas, a Roman lo mantienen ocupado.
Por las mañanas nos despedimos antes de irme al trabajo, después se lo llevan a terapia, regreso a la hora de comida y la pasamos juntos.
ESTÁS LEYENDO
Hunter
Romance"¿Estás dispuesto a morir por alguien?" me preguntó "Yo no moriría" respondí "Viviría en él".