(Recomiendo escuchar la canción durante la lectura del capítulo. Deseo de corazón que os guste.)
Hacía muchísimo tiempo que no me sentía así... enamorado de una chica preciosa, una chica que me había dado tanto en el poco tiempo que llevábamos conociéndonos, no podía dejar de mirarla; esa sonrisa se había instalado en mi corazón y me daba la vida de forma casi inconsciente; pero tenía miedo, tenía miedo a joderlo todo de nuevo. Y finalmente lo hice, caí, cayó y no volvimos a encontrarnos al final del precipicio. Estábamos pasando unos días en Polonia con el instituto y los dos estábamos disfrutando demasiado el uno del otro, los dos estábamos envueltos en una grandiosa vorágine de sentimientos que no nos dejaba separarnos. Los tres primeros días fueron grandiosos, pasamos todo el rato juntos, nos cogíamos de la mano a todas horas, hacíamos fotos, nos reíamos y aquello era maravilloso, una mezcla de pasión, ansias y un amor tan grande como jamás habría imaginado que profesaría a alguien traspasaba mi alma; se instauraba en mi corazón pensando que nunca en la vida me separaría de aquella chica que me había amado y aceptado por encima de todas las cosas horrendas que nublaban mi pasado. Y entonces ocurrió, cuando pensaba que todo era perfecto, el camino de mi felicidad se torció por completo de nuevo. Otra vez esa sensación de angustia incesante y de dolor incurable. Estaba en la habitación del hotel de Varsovia cuando me llamaron por teléfono, era mi madre, así que me metí en el baño para hablar con ella.
— Hola cariño. — me dijo al borde de las lágrimas. Yo me alarmé.
— ¿Qué está pasando? ¿Por qué lloras, mamá? ¿Estáis todos bien? — pregunté ansioso y temiéndome lo peor.
— Es... es tu abuela, hijo. — dijo mi padre que intuí que había cogido el teléfono por la incapacidad de mi madre de decirme lo que estaba ocurriendo.
— ¿Qué pasa con mi abuela? — cuestioné.
— Está ingresada en el hospital. Tu abuelo ha entrado en su casa después de haberle impuesto la orden de alejamiento y le ha dado una paliza. Está muy mal. — respondió mi padre todo lo firme que pudo.
— Hijo de puta. — dije entre dientes. — Ahora mismo cojo un vuelo de vuelta a España, la abuela me necesita. — resolví terminante.
— No. — me respondió mi padre con voz firme. — Vienes mañana con el instituto como está previsto, no me perdonaría que te pasara algo a ti también, hijo. — finalizó.
— Está bien, me quedo aquí para no preocuparos, pero ahora mismo, lo único que querría sería estar ahí con ella, con vosotros. — dije con lágrimas cayendo por mis mejillas.
— Y nosotros que estuvieras, cariño, pero solo te queda un día. Intenta disfrutar y ya estaremos juntos cuando llegues. No te preocupes. — dijo mi madre.
— Cuídalas, papá, a mamá y a la abuela, por favor. — le supliqué a mi padre y oí como este le daba un beso a mi madre.
— Lo haré, hijo, no te preocupes. — Yo asentí a pesar de que ninguno de los dos podía verme, pero supongo que me reconfortaba en aquellos momentos de terror, de ira y de ganas de matar a mi propio abuelo por todo el daño que le había hecho a la persona más importante de mi vida.
Tras despedirme de mis padres, salí del baño, cogí la cartera y salí de la habitación ignorando a mi amigo Toni que intentaba detenerme a toda costa. Salí del hotel a toda prisa y encontré una tienda que estaba abierta a pesar de las intempestivas horas que eran de la madrugada. Compré una botella de vodka y volví a la habitación; tardé menos de diez minutos en terminar de bebérmela. Estaba muy borracho pero sabía que era necesario para superar el dolor tan profundo que tenía. Pensé en ella, en la chica que me había regalado la vida, que me había hecho sentir cosas increíbles y me fui a buscarla; Toni no quería que me fuera pero yo sí quería hacerlo, así que, me escapé, todavía no entiendo cómo lo hice.
![](https://img.wattpad.com/cover/95570034-288-k716875.jpg)
ESTÁS LEYENDO
¡Hey tú! ¡Chico popular!
Short Story- ¡¿Puedes parar de ignorarme y decirme de una vez lo que me tengas que decir?! ¡No entiendo las "indirectas" esas que me sueltas! - gritó él haciendo comillas con los dedos. - ¿Cómo puedes ser tan inteligente para unas cosas y tan estúpido para ot...