Nota 35

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(Si podéis, leedlo en alto, con esta hermosa canción de fondo sintiendo todas y cada una de las palabras que aquí están escritas. Disfrutad. Espero que os guste.)

¡Hey tú! ¡Chico Popular!

Hoy me has llamado a las cinco de la mañana, te cogí la llamada sobresaltada y aún medio dormida... pero me asusté aún más cuando te escuché llorar al otro lado del teléfono. Tu abuela está muy enferma, se ha contagiado del virus que hoy en día nos asusta a todos. Intenté tranquilizarte, pero fue imposible, al final yo acabé llorando contigo. Te calmaste al cabo de un rato y me contaste lo que había sucedido desde el principio, me contaste que te habías despertado asustado por los sollozos desesperados de tu madre y que, alarmado, habías ido a ver qué ocurría... tu padre abrazaba a tu madre en medio de la oscuridad de la noche y ella lloraba desconsoladamente. Te contaron lo que había pasado... tu abuela estaba gravemente enferma, puesto que el virus estaba siendo muy agresivo en su caso y entonces tú te fuiste de nuevo a tu cuarto y lloraste.. lloraste tanto que pensaste que te quedarías sin lágrimas y me llamaste a mí, Óscar, podrías haber llamado a cualquier persona del mundo, pero decidiste llamarme a mí, para refugiarte de la tormenta en mis brazos, para sosegar tu ciclón interno, para que te diera las fuerzas que a ti te faltaban... y yo estoy dispuesta a todo esto, cariño, estoy dispuesta a todo contigo. "Te amo" me dijiste, "te amo tanto que me falta el aire cuando estoy a tu lado, te necesito conmigo, Aurora, por favor, no me dejes solo" Y entonces, yo lloré por ti, por  mí, por todo lo que había pasado, porque te hubieras permitido dañarme de esa manera tan inconsciente. Pero en ese momento, justo cuando me dijiste todo aquello en medio de la noche, intimidado por el miedo de la muerte de la persona a la que más amabas en el mundo, me di cuenta de que me querías, Óscar, de que había sido capaz de sacar tu lado más sensible, de que habías llorado delante de mí, de que me habías ayudado a confiar en mí misma de nuevo. Quería correr, salir de mi casa a toda prisa e ir a buscarte, tenerte entre mis brazos de verdad, sentirte conmigo, acurrucado en mi pecho acariciando tu cabeza con una suavidad  llena de vida y a la vez de desesperación y anhelo. Y necesito decirte que lo estás consiguiendo, amor, que estás consiguiendo recuperar mi confianza, mis ganas de besarte a cada rato, mis ansias de abrazarte muy fuerte cuando te vea por primera vez en casi dos meses... pero no quiero decírtelo todavía, no estoy preparada. Han pasado casi cuatro meses desde lo que ocurrió, pero tengo miedo, tengo tanto miedo a que vuelva a pasar lo mismo; porque sé que me amas, sé que con cada muestra de sensibilidad me das un pedacito de tu corazón roto y herido, que intentas demostrarme tu amor cada día que pasa; pero yo no estoy preparada para todo esto, no puedo mantener una relación contigo hasta que no confíe en ti por completo... hasta que no confíe en mí. Necesito dejar mis inseguridades de lado, pero no soy capaz, no puedo dejar de pensar en los complejos que me asolan, que me asaltan cada noche antes de irme a dormir, que me dejan en un estado de ausencia de control, que me hacen prisionera de mí misma, que no me dejan amarme con la misma intensidad con la que te amo a ti. Y quiero contarte todo esto, llevo meses queriendo hacerlo, pero no soy lo suficientemente valiente, no puedo, cariño, todavía no estoy lista; no quiero que sepas quién soy, no quiero que me juzgues, que te des cuenta de que no soy la persona perfecta que aparento ser, que observes y comiences a odiar todos y cada uno de mis defectos... porque eso me partiría el alma, me rompería en mil pedazos de nuevo y no estoy segura de que pudiera volver a reconstruirme después de eso, cariño; no podría, no soy tan fuerte y valiente como crees. 

Lo siento muchísimo, siento muchísimo que tu abuela esté tan enferma, pero tengo fe en que se recuperará pronto. Necesito tu risa, tus labios, tus abrazos, tu olor, tus lágrimas, tu tacto, necesito que me cojas de la mano en los momentos más inesperados y que me digas todas las veces que quieras "Te amo, preciosa, te amo". Voy a estar siempre contigo, Óscar, nunca jamás te dejaría solo. 

Pd: Te echo de menos.

Pd2: Te amo, Óscar, no me dañes de nuevo.

Pd3: Siento de nuevo lo de tu abuela, estaré aquí siempre que me necesites. 

Fdo: Una idiota. 

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No sé qué he escrito, solo necesito que lo leáis y que lo sintáis vuestro. Gracias. 

Un beso.

La Dama Negra. 

¡Hey tú! ¡Chico popular!Donde viven las historias. Descúbrelo ahora