2.

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Las risas que se oían dentro de la casa eran incontrolables, más aún si algunos de ellos ya se encontraban pasado de vasos de soju, o de bebida energética, como era el menor de todos, JiSung.


Porque no, ninguno de los siete que se encontraban en ese preciso momento eran, por decirlo de alguna manera, "normales". Eran tan distintos e iguales a la vez, que la química entre ellos no tardó en reaccionar. Su idiotez sobrepasaba los límites, pero así era como ellos se divertían. Como auténticos amigos, como compañeros de universidad, como adultos jóvenes que conservaban aún su mente de adolescente.


El ruido de las risas no paraba, y todo había sido ocasionado por una cosa tan simple: A Mark se le había caído la bandeja caliente con galletas recién hechas por él mismo. El afectado lloraba por las quemaduras en sus brazos y el golpe en la cabeza, pero sus leales amigos no se preocupaban y seguían riéndose de él a carcajada limpia.


—¡Ya! ¡No es gracioso! ¡Me duele! —chilló, limpiándose una lágrima que caía por su mejilla. Nadie le hizo caso.


—¡Me duele el estómago! ¡Ay! —exclamaba ChenLe sin poder dejar de reír. Por otra parte, los otros tenían otras reacciones: Mark lloraba del dolor, RenJun se retorcía en el sillón, Jeno lloraba, HaeChan aplaudía y pataleaba el suelo, JiSung reía en silencio y JaeMin cayó al suelo. Y todo era por un estúpido accidente, aunque, por ser Mark eso era el doble de divertido.


Mark desistió, y sin ayuda de nadie recogió la bandeja y las galletas. Cuando los vio calmarse él comenzó a reír. A pesar de todo, los quería, porque sabía que no encontraría a nadie más que pudiese reemplazarlos.


—Mark, dame una galleta —pidió JaeMin vacilón.


—Ten tu puta galleta —fingió estar molesto, tomando una y tirándosela en la cara. JaeMin le miró ofendido con la cara llena de migas.


—¡Eres un idiota! —chilló.


—Gracias —le sonrió cínico para luego ignorarlo y sentarse en el sillón de enfrente.


De pronto todos se calmaron, sumiéndose en sus propias tareas. Mark se comía las galletas que recogió del suelo, las dejó a un lado cuando se dio cuenta de que les había echado demasiada azúcar. JaeMin estaba sentado en el sillón grande de enfrente mirando fijamente de brazos cruzados a Mark, enojadísimo. A su lado izquierdo estaba Jeno, jugando junto con RenJun en sus teléfonos. Y al lado contrario estaba ChenLe que veía memes con HaeChan. Nadie sabía cuál de las dos risas era más hilarante. Y al rincón, estaba JiSung, revisando su teléfono en silencio, hasta que lo guardó y decidió hablar.


—Oigan —les llamó. Inusualmente todos le prestaron atención al instante, dejando sus actividades personales de lado—. ¿Si yo los invitara a algún lugar... Irían? —sonaba tímido, como si le diese temor que dijesen que no. Se miraron entre todos, y asintieron.


—Claro que sí, ¿por qué no lo haríamos? —cuestionó Mark—. Siempre vamos juntos a todos lados.

el silencio de las estrellas ー nct dreamDonde viven las historias. Descúbrelo ahora