5.

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TaeYong palmeaba la mesa de metal con lentitud, mirando silenciosamente al chico que se encontraba enfrente suyo. Su apariencia era lamentable. Su lacio cabello color negro se separaba en mechones debido al sudor y el sebo que se ha ido acumulado con los días. Su cara era amarillenta como las hojas de un libro, haciendo que sus ojeras fueran el doble de notorias. Estaba más flaco a comparación de la foto que TaeYong poseía en su expediente, en donde se le ve con una sonrisa y con el cabello, en ese tiempo, de un color rosa palo. Era casi irreconocible, si es que sólo se miraba rápidamente.


—Te lo pregunto de nuevo: ¿Cómo fue que te hiciste amigo de ellos? —el tono de su voz era suave, pero por su expresión dura se notaba su impaciencia.


El cuerpo de JiSung comenzó a temblar. Bajó la vista, ocasionando que sus sebosos cabellos le ocultaran los ojos.


—Lo pregunta porque ya lo sabe. —Susurró, sin alzar la cabeza.


—¿Y qué tiene si ya lo sé o no? Tu deber es responder —espetó. JiSung guardó silencio—. Necesito que me respondas, si no, será imposible avanzar con esta investigación.


—Lo sé... y es que yo no hice nada, lo juro... —su voz también empezó a temblar. TaeYong supuso que estaba a punto de explotar en llanto.


—Entonces demuéstralo —dijo—. Si eres inocente, responde mis preguntas. —Su voz sonó tosca, como si lo estuviese amenazando.


JiSung alzó la vista por fin, mirando a TaeYong con los ojos abiertos de par en par. Brillaban tanto que parecían diamantes, pero sabía que era por las ganas que tenía de llorar.


El chico volvió a bajar la vista, esta vez mirando directamente hacia la mesa. Comenzó a hablar en susurros.


—Yo... bueno... estudiaba en la escuela de Namsandong, en Seúl —explicó, sorbiéndose la nariz cada cierta pausa—. Y cuando llegué, no hice buenas migas con nadie... al principio. De hecho, era por esa misma razón que Mark, HaeChan y JaeMin se mofaban de mí —hizo una larga pausa para soltar un suspiro—. Al principio sólo era eso; bromas y humillación. Hasta que un día me harté, y los enfrenté —su voz se quebró, y dejó que un par de lágrimas se resbalaran por sus mejillas. TaeYong le miraba atento, inexpresivo—. Terminé golpeado como si fuese un saco de boxeo. Por suerte un alumno, RenJun, nos descubrió, y se lo dijo a la directora. Ellos fueron suspendidos por dos días, y fue así como me hice amigo de RenJun. Ya luego pasadas las semanas me hice amigo de Mark, HaeChan y JaeMin, porque hablamos, y me di cuenta que en realidad éramos bastante parecidos. Los perdoné, y hasta el día de hoy somos amigos, o éramos, mejor dicho. Luego se sumaron ChenLe y Jeno, pero eso ya es otra historia.


—Cuéntamela —le pidió.


JiSung volvió a guardar silencio, quizás por más tiempo del que debería. Se relamió los labios antes de continuar.


—Bueno, mi historia con Jeno es distinta que con los otros. Se unió a nosotros por ser nuevo, y bueno... a mí me terminó gustando. Sin embargo, RenJun se entrometió, y se lo dejó para él. Ni siquiera sé por qué lo hizo. Desde aquel entonces se comportó como la mierda conmigo, y con los demás.

el silencio de las estrellas ー nct dreamDonde viven las historias. Descúbrelo ahora