9.

1.8K 279 298
                                    




Haechan permanecía sentado en la misma silla en la que todos sus otros amigos lo han estado. Sus dedos llenos de tierra se movían inquietos entre ellos esperando ansioso a que los policías entraran para interrogarlo, mientras que ellos, se dirigían casi corriendo hacia la sala. Antes de entrar se dirigieron miradas nerviosas, como si tuvieran miedo de lo que pudiese pasar de ahora en adelante.


Taeyong tomó el pomo de la puerta y lo giró lentamente. Cuando la abrieron, el chico les esperaba tranquilo, apenas y alzó la vista para verlos acercarse a él.


Los policías se sentaron en las sillas, sin dejar de darse miradas cada cierto tiempo, como si estuviesen hablando telepáticamente. Jaehyun dejó cuidadosamente los folios sobre la mesa, y observó al chico que tenía enfrente: Su piel estaba embarrada, llena de tierra por todos lados. Su cabello, opaco y seboso, le ocultaba los ojos. Sus ropas estaban en tan mal estado como él; manchados con tierra por todos lados. Por lo que veía, probablemente Donghyuck habría sufrido alguna caída, como la de Chenle o Jaemin, pero por el momento no veía alguna herida o algún indicio de lesión. Aunque, empezó a sospechar cuando se percató de las pequeñas manchas de sangre en su camiseta blanca. Parecían gotas, como si hubiesen caído de alguna parte en altura. Sintió lástima de él, quizás debieron dejarlo descansar y darse un baño antes de traerlo a esta sala fría y mal cuidada.


Su compañero, en cambio, empezó a hacer preguntas apenas se sentó en la silla.


—Tú eres... Lee Donghyuck, ¿sí? —apoyó su espalda en el respaldo de la silla para verse más relajado, pero su rostro tensado lo delataba.


El chico asintió lentamente con la cabeza, fijando su vista en el suelo, como si estuviese un tanto ido.


—Bien, Donghyuck. —Hizo una pausa para tomar un largo suspiro—. ¿Puedes contarnos lo que sucedió ese día? —su voz sonaba suave, cosa extraña en él. Aunque era entendible, no había que ser adivinador para darse cuenta de que Haechan no estaba del todo bien, en todos los sentidos de la palabra.


El chico guardó silencio varios segundos. Ambos policías esperaron impacientes. No lo demostraban, pero sus caras de atención lo decían todo. Si Haechan estaba aquí ya no podía inventarse la mentirilla de que no recuerda lo que pasó, porque no funcionaría.


Donghyuck se acomodó en su asiento, apoyando su espalda en el respaldo de la silla, haciéndola rechinar. Soltó un profundo suspiro y alzó la cabeza, mirando hacia el techo. Sus ojos brillaban, como si estuviese conteniendo las lágrimas. Volvió a su posición y les propagó una mirada rápida. El silencio volvió por un par de segundos que se hicieron eternos. No sólo Taeyong perdía la paciencia, Jaehyun se veía realmente inmerso en controlar sus impulsos.


—La verdad es que... —su voz era forzada, afónica—. Aún intento asimilar todo lo que sucedió... A veces creo que todo fue un sueño, y a veces me doy cuenta de que pasó en verdad y... —la voz se le quebró, una lágrima se escapó de sus ojos, formando una línea limpia entre toda la tierra que le cubría la piel—. No sé cómo fue que llegamos a este caos, fue tan repentino... primero estábamos tranquilos mirando el cielo, después una discusión, golpes y sangre —hablaba cada vez más rápido, poniéndose inquieto. Su pierna empezó a moverse de arriba hacia abajo con rapidez—. No sé cómo fue que sobreviví... no sé cómo esto terminó así...

el silencio de las estrellas ー nct dreamDonde viven las historias. Descúbrelo ahora