el silencio de las estrellas ー nct dream

12.

Un día antes del incidente.

Chenle se revolvía inquieto en su cama sin poder conciliar el sueño. Estaba a tan sólo unas horas de volver a ver a su querido Jisung y no podía controlar sus nervios. Y es que ese era el efecto que ese chico causaba en él; lo descontrolaba de una manera única, tanto así que se hacía adictiva. No sabía si era por su delicado rostro, o por su delgado cuerpo o, simplemente todo de él. Lo tenía loco de pies a cabeza, y la magnitud del amor que sentía por él era tan agudo que Chenle sería capaz de hasta sacrificar la vida de otro con tal de ser correspondido.

Rio por lo bajo al dibujar un montón de escenas fantasiosas en su mente. Se sentía muy emocionado por haber sido invitado por el amor de su vida a un lugar que para él de seguro era importante. Chenle sentía que iba progresando, porque sabía lo tímido que era Jisung y que haberle hecho esta propuesta había sido un trabajo complejo. Era por eso que desde que se lo dijo que se anduvo preparando. Tenía la ropa guardada de hace tres días en su maleta ante la impaciencia que tenía por irse ya, y ahora que sólo quedaban horas, los nervios le consumían. ¿Será que Jisung por fin habrá recapacitado y se habrá dado cuenta de todo el amor que Chenle siente por él? Esperaba que fuese así, era su único deseo desde que lo conoció y se propuso conquistarlo.

Soltó un gemido al sentir la presión de su miembro contra su ropa interior. Ah... otra vez tendrá que encargarse de ello. Ya no soportaba la idea de tener que hacerlo él y no Jisung... odiaba tanto que él le provocase de esa manera y no se hiciera cargo de las fantasías y sueños húmedos que provocaba en Chenle. Si ese era el efecto sólo con su imaginación ya no podía esperar el momento en el que aquello se volviese realidad...

Pero había un obstáculo, como siempre. Y su nombre era Lee Jeno. Odiaba que fuese el amado de Jisung, odiaba que se llevase toda su atención, pero ahora debía de estar en buenos términos con él. Por su bien, y por el de Jisung. Todo sea por él, todo sea por conseguir su tan precioso tesoro.

Taeyong sintió cómo se le iba el aliento ante toda la información que le iban proporcionando. No podía creer que algo tan insignificante como un pedazo de madera le haya dado las respuestas a una gran incógnita que existía en el caso y más que eso, que haya tenido la razón todo este tiempo. Que todas sus sospechas hayan sido acertadas, cuando la mayoría del tiempo se equivocaba. Podría ser llamado suerte, pero no lo es en lo absoluto. Porque eso significa que todo lo que imaginó en realidad pasó, y que la imagen de Jeno siendo un asesino ya no es más parte de su mente, sino un hecho.

—¿A qué te refieres con "alguien que no está en nuestra base de datos"? —inquirió Jaehyun, mirando al forense confundido. Poco menos parecía que el signo de incógnita surgiría de su cabeza.

—Me refiero a que alguien más, aparte de Jisung, tomó el arma, es por eso que sus huellas quedaron allí. Sin embargo, esta persona no tiene antecedentes penales ni tampoco sus datos del registro civil como para poder identificarlo. —El forense ajustó sus lentes empujándolos con su índice hacia dentro, y después, agregó—: Está más claro que el agua que esta persona no es de Hanam, y que lo más probable sea el chico que aún sigue desaparecido...