14.

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Un día antes del incidente.


Renjun se movía en la cama de un lado a otro, sin poder conciliar el sueño. La adrenalina le recorría el cuerpo de pies a cabeza y no le dejaba descansar correctamente, y es que la incertidumbre de su cercano futuro le ponía inquieto, el saber y al mismo tiempo el no saber lo que sucedería en tan sólo unas horas era algo que le desesperaba puesto que, aunque tuviese todo el control bajo la palma de su mano, no podía quitarse el miedo de la cabeza. Era una reacción natural, después de todo, no sería un humano al carecer del miedo en su totalidad. Por eso se permitía estar un tanto asustado, porque así podría atraer un poco más el éxito.


Se tapó con las mantas hasta la cabeza, quedando en completa oscuridad. Las luces de la ciudad afuera le estaban molestando un poco, y al no ver nada le facilitaría el poder dormir y pensar con mayor claridad. Tomo una gran bocanada de aire y lo exhaló unos segundos después, intentando calmarse, mas no pudo. Sus ideas vagaban de un extremo a otro en su cerebro y no podía evitar sentir cosquilleos en su estómago cada vez que aquello sucedía.


Decidió centrarse en otra cosa, a sabiendas de que volvería al mismo tema segundos después.


Empezó pensando en Jeno... inevitablemente. Y es que ese chico lo tenía por completo a sus pies. Si él le decía que fuese su perro, él lo sería sin reproches de por medio. Sin embargo, la cosa sucedía al revés, puesto que era Jeno ahora quien seguía sus mandatos. Era algo que le gustaba, si era sincero, a Renjun siempre le ha gustado tener el control de las cosas, y si tenía a Jeno bajo sus órdenes, mucho mejor. No fue fácil conseguírselo, pero luego de un arduo trabajo, lo hizo. Lo mismo con Chenle, con la diferencia de que ese chico es un tonto, y es fácil manipularlo. Si en tu contrato está escrito el nombre de Park Jisung, él lo firmaría sin siquiera leerlo por completo. Así de estúpido y fácil era. Por eso lo eligió. Un par de mentirillas fueron suficientes para hacerle creer que todo esto sería para beneficio de él y su amado, cuando en realidad, se está rebelando en su contra sin siquiera tener la menor idea de ello. Qué pena, diría alguien cualquiera, pero Renjun sólo esperaba aquel momento en que se diera cuenta de su error para restregárselo en la cara y burlarse de él por horas.


Los demás para él ya eran historia. Mark, Jaemin, Haechan. No le importa lo que hicieron, ni lo tan "arrepentidos" que están. Y él, Park Jisung. Sólo era cuestión de horas para tenerlo en reverencia bajo sus pies.


Park Jisung ya es hombre muerto. 












—¿Crees que es seguro dejarlo aquí? —le preguntó el forense a Jaehyun, mirándolo inseguro.


—Sí... —musitó, colocándole una manta para cubrir el delgado cuerpo de Taeyong que yacía sobre la silla del escritorio, durmiendo profundamente cual bebé—. Sólo serán unos minutos, no creo que le dé tiempo a hacer nada. Además, la oficina tiene bastantes ventanas, así que, si intenta escapar, lo verán. —Dijo, poniéndose de pie.

el silencio de las estrellas ー nct dreamDonde viven las historias. Descúbrelo ahora