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Maldigo el día en que construyeron dicha institución y decidieron hacer las aulas demasiado grandes. Maldigo a Jin y a sus chistes a mitad de la madrugada y a mí gran bocota a la hora de insultar a la maestra de ciencias naturales en su cara.

Además de que al parecer todos se habían liado para que el salón se encontrara más sucio hoy que cualquier otro día. O quizás esté exagerando dado a que ya me encontraba bastante irritado.

Me encogí de hombros y decidí continuar con la labor de trapear el piso, ya iba más o menos por la mitad, luego debería borrar el tablero y ordenar algunos materiales de la profesora, entre menos me quejara estaría más rápido en casa.

Sonríe un poco más animado que antes. No estaba tan mal de todas formas, hacía un buen día y de esa manera no había razón para que las instalaciones se vieran espeluznante.

Cantaba por lo bajo mientras mantenía la mirada gacha asegurandome de dejar todo lo bastante limpio. Para ese instante me sentí tal y como cenicienta, aquella película que mi hermana adoraba tanto y la cuál junto con ella ví múltiples veces.

Aunque seguía prefiriendo Valiente o Moana, dado a que las protagonistas de dichas animaciones solían enfrentar sus miedos y tomar sus propias decisiones.

A lo mejor cuando salga de aquí debería verlas. Agradecía que no hayan dejado tarea.

Sonríe satisfecho una vez terminé de trapear, guardé el utensilio en dónde pertence y me dirigí al tablero. No había mucho escrito allí, así que me tomó sólo unos segundos. Luego comencé a guardar algunas cosas cómo marcadores, borradores y lápices acomodando dichos objetos en los cajones del escritorio. Finalmente dí por sentada mi tarea.

Tomé mi mochila que había dejado sobre uno de los pupitres cerca de la puerta, la colgué en mi espalda y salí de allí. Miré mi reloj y no pude evitar asombrarme al notar que había tardado media hora. Creí que sería mucho más.

Mientras caminaba estiraba un poco mis manos y brazos logrando que algunos huesos sonaran debido a esto, logrando poner una ligera mueca de dolor en mi rostro. Seguido a esto un bostezo asaltó mi boca. Quería tomar una siesta, pero si llegaba a suceder nuevamente en la noche no podría dormir.

Le dí una sonrisa junto con un asentimiento de cabeza cómo saludo al señor Hyunwo, encargado de la seguridad en la institución, al menos no me encontraria del todo solo en aquel lugar. Dicho hombre a pesar de verse muy serio, tenía una buena personalidad.

Caminé más relado hasta la estación de buses, usualmente habría caminado, pero hoy no me sentía con ganas de hacerlo. Además de que sería más rápido.

Al llegar de me senté sobre la banca que ocupaba el espacio y me dediqué a observar la calle, no había mucho por ahí, pero era interesante contar cuántos autos del mismo color pasaban.

Por el momento llevaba dos negros y uno gris.

Un sonido parecido a un gruñido emitido por mi estómago me hizo sonrojar levemente, fue un poco vergonzoso, pero no había nadie más que yo para escuchar eso. Tenía hambre, eso era seguro.

Una suerte que haya guardado los snacks que había encontrado en mi casillero está mañana.

Me apresuré a sacarlos de el bolsillo pequeño de mi bolso. Al tenerlos en mis manos la incognita generada por la nota volvió a aparecer en mi mente.

¿Quién puede ser JK?

Según Taehyung podría ser la abreviatura de un nombre. Claro, tiene bastante sentido. Pero aún así ningún nombre llegaba a mi mente.

Llegué a creer que quizás hubo alguna equivocación, pero, ¿cómo sabía la combinación de mi casillero?, dado que no hay otra manera de que haya entrado allí. Por cierto, debería cambiarla.

𝘤𝘢𝘭𝘭𝘢𝘥𝘰 𖥻𝗸𝗼𝗼𝗯𝗶Donde viven las historias. Descúbrelo ahora