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¡Oh, vamos! estuvo estudiando toda la noche, de hecho, la semana completa, no podría olvidarlo ahora. Resopló con frustración viendo las últimas preguntas en su exámen de filosofía, si bien, con todas las respuestas anteriores podría obtener una buena nota, no estaba en sus planes dejarlo incompleto, se estaba esforzando mucho. Se echó hacía atrás en su asiento y movió un poco sus hombros, lamió sus labios mirando hacía la hoja de nuevo, está bien Hoseok, lo harás bien, calma. Se inclinó sobre el púpitre y se concentró en las cosas que estuvo estudiando por tanto, necesitaba una palabra clave. Leyó la pregunta una y otra vez, las ideas comenzaban a formarse en su mente y cuando estuvo seguro de la respuesta comenzó a escribir en el espacio designado. Hizo el mismo procedimiento en las tres siguiente y con seguridad se levantó de su puesto, se aseguró de haber puesto su nombre y de no saltarse ninguna pregunta. Una vez en el escritorio dejó su hoja sobre el resto que ahora formaban una pila, su profesor le ofreció una sonrisa amable antes de que abandonase el aula por completo. Tomó las correas de su mochila y caminó notando el frío caracterizando el ambiente, las gotas de lluvia impactaban contra las ventanas dejando un ruido sordo. Justo en ese momento le encantaría estar en su hogar, pero aún estaba muy temprano para pensar en ello, la diferencia es que, está vez había llevado un abrigo de más y su paraguas, desde que se levantó el día había comenzado bastante opaco.

Se aproximó a su casillero y guardó allí los libros que no iba a utilizar, reemplazandolos por los de sus siguientes clases. Aún faltaban alrededor de quince minutos para el receso, podría ir a la cafetería y tomar algo para aliviar un poco la gélida temperatura que cubría su piel. Si él sufría en ese momento, no quiere imaginar por lo que pasan sus compañeras que deben utilizar la falda obligatoria en su uniforme. Así que, no debería ser tan quejoso y mejor, buscar la manera de entrar en calor sin refunfuñar demasiado.

Llegó hasta la puerta del lugar y se adentró siendo envuelto por el aire acondicionado y el olor de diferentes tipos de cosas, hacían que su barriguita rugiera de hambre. Se acercó a la encargada y pidió un vaso de chocolate caliente, también una dona, pagó por ambos y tomó lugar en una mesa del centro, allí se concentraba mucho mejor el calor. Dejó su mochila a un lado suyo sobre la banca y comenzó a comer alegremente.

Pasados los minutos una nueva presencia se posicionó frente a él, pidió permiso para tomar asiento y cuando se lo concedió así lo hizo. Lucía cansado, casi desorientado, lo vió bostezar y luego hacer un pequeño puchero.

"No dormiste muy bien, ¿verdad?" le vió asentir luego de un rato mientras recargaba su codo sobre la mesa y dejaba a su cabeza reposar sobre la palma de su mano. Lo vió temblar un poco y resoplar levemente.

Hoseok decidido le pidió que le esperase allí y volvió a la barra pidiendo lo mismo que anteriormente había llevado para él, agradeció y pagó antes de retirarse a su mesa bajo la atenta mirada del azabache. Le tendió los productos con una sonrisa, le vió sonrojarse y luego hacer una pequeña venía mientras agradecía.

"Hoy el clima está algo complicado, así que hay que tomar medidas" le dijo mientras tomaba sus cosas de nuevo y continuar disfrutando de ellas. Se sintió satisfecho ante la mirada brillante del chico mientras probaba sus alimentos, sus reacciones eran demasiado adorables.

Pasado un rato ambos ya habían terminado todo, ahora estaban sumidos en un silencio cómodo, Hoseok terminó algunas tareas en ese tiempo, Jungkook estuvo bostezando varias veces, a punto de dormir. Guardó los utiles que utilizó, se levantó y llevó ambos vasos de cartón hacía un recipiente de basura y volvió con él.

Jungkook se había inclinado sobre la mesa, dormitando con sus brazos sirviendo de almohadas bajo su cabeza, pero no parecía querer ceder completamente.

"Anda, duerme, yo te cubro" le aseguró con tono tranquilo, viendo como Jungkook asentía y buscaba otra posición para dormir. Hoseok sacó su abrigo sobrante y lo puso sobre él para que se sintiera más seguro, estiró su mano y la puso sobre sus cabellos acariciando suavemente las hebras, era muy suave y bastante relajante efectuar dichas acciones. De hecho, Hoseok adora cuando su familia utiliza la misma técnica para hacerlo dormir.

Estuvo un buen rato de esa manera, hasta que creyó que era suficiente, se detuvo y alejó su mano, casi al mismo tiempo un ruidito en desaprobación y la mano ajena de Jungkook buscando la suya se dió a notar, soltó una risa enternecida y comenzó nuevamente con el masaje en sus cabellos, un gran suspiro abandonó al azabache de inmediato. Bien, al parecer no solo él era el único fan de esas caricias.

Cuando creyó que ya estaba dormido nuevamente lo sorprendió tomando su mano entre la suya, dejando ambas unidas, no quiso deshacer el contacto tampoco. Los dedos y palma del chico estaban a una temperatura realmente agradable a comparación de la suya que era un poco menos que tibia. Le gustaba la confianza que había tomado Jungkook, descubrió que en realidad es un chico muy agradable, realmente le agrada estar con él.

Acarició la piel suave del dorso del chico, sonriendo cuando el agarre se intensificó un poco, como si no quisiera que se alejera, Hoseok en realidad no tenía ganas de hacerlo. En su lugar, cree que podría hacer esto por mucho tiempo, se había acostumbrado a tomar de su mano y era algo realmente adictivo. A lo mejor solo era cosa suya, pero... parecían encajar en realidad y no podía evitar el suave cosquilleo cada vez que sus manos se tomaban.

Escuchó el timbre anunciando el fin del primer bloque de clases, la cafetería siendo llenada, las voces, las risas. Pero él estaba concentrado en el chico respirando de manera pausada frente suyo y no quería dejar de mirarlo. De repente llegó ese impulso, que le pedía inclinarse y dejar un beso sobre su frente, su mejilla o...

Sacudió su cabeza e ignoró los pensamientos, se dedicó a jugar con los dedos del chico. Trazando con los suyos las líneas sobre su palma, acariciando con sus yemas los nudillos sobresalientes, los finos dedos del chico. En un momento sus dedos fueron apresados y fue cuando decidió quedarse quieto. Se recostó sobre la mesa y desde allí observó al azabache dormir, es fascinante, es hermoso.

Se quedó viéndole dormir hasta que la campana nuevamente sonó y tuvo que despertarlo, se le encogió un poco el corazón al notar sus ojitos revoloteando mientras pestañeaba lentamente. Deslizó su mano hasta su mejilla y la acarició, murmurando suaves "anda, dormilón, arriba". Jungkook se inclinó contra su mano cerrando sus ojos por unos segundos, al final sonrió y el corazón de Hoseok latió duramente contra su pecho.

El azabache retiro el abrigo de sus hombros y se lo pasó a Hoseok, lo recibió y guardó en su mochila de nuevo, no quería que le quitaran algo otra vez. Se colgó su mochila y se levantó junto a Jungkook, le deseo suerte y en un tono más bromista le recordó no dormirse. Pronto se estuvo alejando, todavía con la imagen la sonrisa que Jungkook le dedicó grabada en su mente.

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¡Tengan un día precioso!, gracias por los votos y comentarios, me alegra muchísimo leerlos.

𝘤𝘢𝘭𝘭𝘢𝘥𝘰 𖥻𝗸𝗼𝗼𝗯𝗶Donde viven las historias. Descúbrelo ahora