𝘤𝘢𝘭𝘭𝘢𝘥𝘰 𖥻𝗸𝗼𝗼𝗯𝗶

22

Jungkook llegó a su casa justo a la hora acordada luciendo fresco y demasiado guapo para el bien Hoseok que ni siquiera puedo evitar la boba sonrisa colarse en las comisuras de su boca. Caminaron hasta la parada de autobuses envueltos en una agradable charla entre cosas triviales y bromas, se la pasaron de la misma manera en el autobus, riendo con diversión, olvidando eventualmente, el mundo a su alrededor.

Llegaron a la pista de patinaje, encontrandonse con Jin y Taehyung en la entrada, ambos saludaron amablemente a Jungkook y Hoseok los presento a todos. El ambiente en ningún momento se vió tenso, de hecho, todos al parecer se acoplaron muy bien a la nueva presencia y eso hizo enormemente feliz a Hoseok, quién tomó la iniciativa y entró finalmente al establecimiento.

Todo allí era de un estilo bastante vintage, desde los muebles a la decoración y por supuesto, la música, variando entre los 80's y 90's. Era un lugar bastante tranquilo y tiene esa onda pacífica y juvenil demasiado encantadora. Todos se aproximaron al encargado de impartir los patines y pidieron un par para cada uno, cuando se les fueron entregados fueron hasta las bancas situadas en frente de la pista y comenzaron a cambiar sus zapatos inmersos en charlas y recuerdos sobre ese lugar en especial.

"¿Estás listo?" interrogó Hoseok al azabache que se veía un tanto inquieto mientras observaba hacía sus pies.

"¡Nos vemos allá, Hobi!" dijó la pareja al unísono mientras tomaban sus manos y se adentraban a la pista.

"¡Tengan cuidado!" les dijo de vuelta y a cambio, recibió un par de sonrisas.

"En realidad yo... no sé patinar" la voz suave de Jungkook atrajo su atención a él de vuelta. "Mi hermano solía traerme para distraerme, pero yo nunca patiné en realidad. Me conformaba con verlo feliz a él" la confesión hizo que su interior se removiera y una sonrisa suave apareciera en su rostro.

"No te preocupes, yo te enseñaré, no es tan difícil en realidad, confía en mí" le dijo mientras se levantaba y extendía su mano para él.

Confía en mí. Hoseok nunca le ha mentido, nunca lo haría, Jungkook confía en él. Tomó la mano del castaño y se reincorporó con cuidado, Hoseok comenzó a deslizarse lentamente en el interior de la pista, apretando la mano ajena suavemente.

"No voy a soltarte, tranquilo" le dijó el chico frente a él con voz suave y baja, como si quisiera que sólo él escuchase aquello.

Jungkook soltó un suspiro y se permitió relajar la rígidez de su cuerpo.

"Hazlo de está manera, desliza un pie y luego el otro, no hay necesidad de que te apresures, puedes ir pasito a pasito" aconsejó Hoseok mientras le mostraba a Jungkook como moverse a través del espacio. "Si sientes que vas muy rápido, presiona la punta del patín en el suelo suavemente y la velocidad disminuirá" explicó el castaño, efectuando la acción que había mencionado con anterioridad. Jungkook asintió concentrado en cada una de las indicaciones.

Hoseok se acomodó a su lado manteniendo sus manos unidas, se deslizaba a su lado, tarareando la canción que sonaba a través de las bocinas.

"Lo estás haciendo muy bien" le dijo Hoseok luego de un buen rato y de haber dado varias vueltas alrededor de la pista.

"Bueno, he tenido al mejor maestro" halagó Jungkook con una sonrisa que derritió el corazón de Hoseok.

"Es que eres un grandioso alumno" empujó el hombro del azabache amistosamente.

"Gracias, hobi" el sonrojo era notable y el lo sabía, por ello giró un poco su rostro hacía el otro lado, deseando pasar desapercibido.

Luego de un tiempo y con más confianza Jungkook soltó la mano de Hoseok, quién comprendió el mensaje y simplemente dejó que el azabache intentara hacerlo por su cuenta. Se detuvo para observarlo y sonrió al verlo con esa expresión que lo hacia lucir como un niño. Lo vió extender sus brazos y soltar un pequeño grito eufórico.