"¿Es una broma, verdad?" interrogó Hoseok incrédulo ante la confesión del azabache, quién sólo negó con la cabeza mostrando una leve sonrisa.
"¿Cómo puedes decirme que no te gusta el algodón de azúcar, Jeon Jungkook?" el muchacho se rió y se encogió de hombros.
"Lo siento, no es lo mío" susurró viendose levemente apenado.
"De acuerdo, entonces ¿qué es lo tuyo?" Hoseok alzó una de sus cejas expectante mientras se cruzaba de brazos.
"Las palomitas" le dijo, luciendo como un niño pequeño justo en ese instante, con esa pequeña sonrisa juvenil y sus ojos destellando.
"Es cierto, son muy buenas también" Hoseok aceptó sonriendo suavemente. "Wah, ¿ves eso?, no creía que había una de estás por aquí" con emoción tomó el brazo del chico y la jaló junto con él hasta lo cabina de fotos que hace poco había localizado.
"No había visto una de estás desde que tenía trece, por cierto, fueron un desastre esas fotos y ni siquiera salí en todas" refunfuñó el castaño escuchando la suave risa de Jungkook, la misma a la que había comenzado a acostumbrarse.
"¿Te sacarías fotos conmigo?, la verdad es que no quiero ir solo" sus hermanos suelen decir que sus pucheros son un arma mortal y sin dudarlo formó uno con sus labios mientras juntaba ambas manos sobre su pecho.
Y de nuevo allí estaba la sonrisa de Jungkook, él simplemente le veía, pero había algo en esa mirada, quizás fue su imaginación, pero juró ver una galaxia entera en sus ojos.
Finalmente el azabache asintió y pasó al interior, Hoseok triunfante hizo un pequeño baile en victoria y luego le siguió, para su sorpresa realmente el espacio no era tan pequeño. Tenía una buena iluminación y un asiento en el que probablemente cabrían tres personas, también habían algunos accesorios. Tomó un sombrero de copa y lo colocó sobre la cabeza de Jugnkook, para él tomó unos lentes ejecutando las mismas acciones. Se acercó al frente en dónde sobre salía un botón, lo pulsó y se acercó rapidamente a Jungkook mientras hacía una pose que consistía en poner ambas manos sobre sus mejillas y estirar sus labios como si fuese un pato, el pelinegro se limitó a sonreír.
"No seas tímido, chico, ¡está es una zona de confianza, sueltate un poco!" le animó Hoseok al ver como Jungkook se veía algo incómodo, de cierta forma se le hace adorable al verlo tratando de hacer una que otra pose, cambiandola drásticamente luego.
Con un suspiro y una sacudida de hombros Jungkook asintió más decidido. Pusó ambos índices sobre sus mejillas y las pulló haciendo unos ojos de cachorrito, Hoseok accionó la máquina e imitó su acción. Pronto todo lo que se escuchaba ahí dentro eran genuinas risas llenas de diversión. Hubo un momento en dónde ambos se miraron fijamente, Jungkook tenía su sombrero mal puesto, Hoseok se tomó el atrevimiento y con un suave movimiento lo acomodó, el flash iluminó por algunos segundos y fue allí cuando decidió separarse y sonreirle con un leve sonrojo amenazando en invadirle.
Más tarde, las fotos intantaneas fueron expedidas y Hoseok fue el primero en recibirlas, mientras las observaba de acercó a Jungkook.
"Deberiamos ser modelos, mira, son grandiosas" habló Hoseok alegremente pasando una por una admirando las imagenes. Se las tendió al azabache y dejó que escogiese las que deseara. El chico aceptó sin poner peros, las observó por unos minutos y finalmente se decidió por cuatro, no le enseñó cuales y Hoseok tampoco le interrogó, guardó las suyas en el interior de su pequeño bolso cuidadosamente y se giró para salir finalmente del lugar.
"¡Jungkook, mira!" para cuando el menor salió Hoseok ya se estaba dirigiendo de manera entuciasta hacía uno de los establecimientos que presentaban juegos de diferentes tipos para conseguir un peluche. Jungkook no le emocionaba tanto, pero ver a Hoseok sonreír de esa manera, dando saltitos en su lugar mientras sostenía el premio que el mismo había ganado cambiaba totalmente sus pensamientos.
"Es tuyo" dijo el castaño mientras le extendía el peluche de tamaño mediano de totoro.
"Y no aceptaré una negativa" dijo severamente extendiendo su presente hacía él.
"Gracias" dijo Jungkook levemente sonrojado, estando mucho más feliz que apenado en el fondo.
"No fue nada. Siempre me gustaron estos juegos, me gustaba ganar peluches para mis hermanos. Ahora, simplemente no tengo mucho tiempo, pero no pierdo la oportunidad cada vez que vengo" se sinceró con la mirada pegada en el peluche que sostenía el más alto con un leve toque de nostalgia bailando en sus púpilas. Le dió una sonrisa y caminó hasta una de las bancas tomando asiento sobre ella. Jungkook lo siguió después.
"Mi madre amaba las ferias, era la alegría en casa, siempre era colorido incluso en el invierno" comenzó mientras observaba a las personas ir y venir de un lugar a otro, Hoseok prestó toda su atención al muchacho que sostenía una débil sonrisa en las comisuras su boca.
"Recuerdo cuando gané uno de estos para ella" bajó su mirada al felpudo peluche entre sus manos, sus labios temblaron levemente. "Ella... Estaba tan feliz y yo no comprendía, era algo muy pequeño, ni siquiera pude conseguir el más grande para ella. Sin embargo, me abrazó tan fuerte y cálida" la voz de Jungkook comenzaba a bajar cada vez más, eso preocupó a Hoseok que no lo pensó dos veces al comenzar a acercarse a él.
"Me dijo: No importa el tamaño, mientras la intención en tú corazón sea pura se convertirá en oro." recitó con añoro cerrando sus ojos por un momento, recordando aquel pulcro rostro y ojos soñadores. "La extraño tanto Hoseok, siento que nunca le dije cuánto la amaba lo suficiente y que era mi mayor tesoro en el universo, que me hacía muy feliz..." susurró con un desgarrador pesar, pero sus ojos no habían derramado una lágrima todavía.
"Nunca se lo dije a nadie, ni siquiera a Yoongi, realmente no quiero preocuparlo... Él trabaja muy duro y tiene muchas responsabilidades, no puedo otorgarle otra preocupación. Yo le aseguré que he podido salir adelante, que estoy bien y la realidad es que... Duele, aún duele demasiado, solo quisiera un momento, un instante para verla de nuevo y recordarle que la amo" le devolvió la mirada y Hoseok lo supo, como ese día en la escuela él lo abrazó y sostuvo contra su cuerpo, Jungkook no lloró, pero por una vez se dejó ir y divagar, se permitió pensar de nuevo en su madre y que los recuerdos invadieran su mente.
"Estoy seguro que ella siempre lo supo y fue feliz sabiendo que crió a unos chicos maravillosos, dos pedacitos suyos que iluminan días enteros" se alejó y tomó ambas mejillas del pelinegro acariciando estás con delicadeza con sus pulgares, siendo su diestra cubierta por la mano ajena. Tal vez Hoseok no conocía a ambos hermanos como la palma de su mano, pero sabía que eran buenas personas, gentiles y dulces. "Recuerdala con amor, pues seguramente ella nunca te dió dolor y busca la felicidad tú también, tal como ella hubiese deseado"
"Le habría encantado conocerte" murmuró el pelinegro, Hoseok sonrió enternecido.
"Habría sido un placer para mí" habló de vuelta manteniendo un tono dulce.
"El cielo recaudó a una de sus estrellas y ahora brilla más que cualquier otra, ella me guió hasta aquí y me ha dado otra oportunidad" el significado de aquella frase era más profundo de lo Hoseok podría imaginar.
☁️
Jungkook no es callado en su totalidad, pero se le complica abrirse hacía los demás, sin embargo, su lenguaje corporal es mucho más claro, Hoseok es muy observador y por ello lo entiende a la perfección.
¡Muchas gracias por todo el apoyo!
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𝘤𝘢𝘭𝘭𝘢𝘥𝘰 𖥻𝗸𝗼𝗼𝗯𝗶
Random¿𝘘𝘶𝘦́ 𝘱𝘢𝘴𝘢 𝘱𝘰𝘳 𝘵𝘶 𝘮𝘦𝘯𝘵𝘦, 𝘤𝘩𝘪𝘤𝘰 𝘴𝘪𝘭𝘦𝘯𝘤𝘪𝘰𝘴𝘰? ☁️; Jungkook top!¡ Hoseok bottom¡! ☁️; Fluff, romance ☁️; historia corta