Diablo: Luzbel ©️✔️

CAPÍTULO:𝟙𝟞 Gabriel

"Gabriel"

Emana una luz indescriptible, provocando que cierre mis ojos un segundo para que no se irriten. Mi presión sube y baja al ver lo que desprende, sus alas transparentes y enormes que sostiene a sus lados.

—Lucifer — saluda — y esposa de Lucifer.

—¿A qué has venido, arcángel? — sin demostrar ningún atisbo de respeto o sumisión.

El ángel viste de blanco, sus ojos son dos hoyos azules al igual que el océano, y su cabello rubio, un tono más opaco que el de Diablo, no se parecen en nada.

Lo que tengo entendido es que es el ángel mensajero, su mismo nombre significa "la fuerza de Dios" y al parecer es el ángel de la anunciación, de la muerte y la resurrección, como también de la compasión.

—He venido a conocer y presentarme formalmente con la Diosa del inframundo, la esposa de un demonio de ojos de fuego.

Eso último lo dijo sarcásticamente, Diablo frunce el ceño llegando al estado de enojo.

— ¿El creador te ha enviado? Ya que no te mueves si él no te lo permite — Recalca el demonio y sus oscuros labios se agrietan en una sonrisa maligna.

— Eso no es de tu incumbencia, pero no tengo nada que ocultarte, al contrario, es un honor presumir que estoy bajo la ordenes de nuestro padre, él me envió que comprobara con mis propios ojos a la elegida, ahora puede ver que ni a tu propia esposa la puedes hacer un poco feliz, siempre conquistando las cosas con mentiras y engaños — Chasquea la lengua mientras sacude la cabeza negando levemente.

Diablo ahora se ve extremadamente cabreado.

— Eso no te importa, ni a ti, ni mucho menos al cielo, si van a venir a oponerse o alegar algo en contra de . . .

— El cielo no está en contra, ni mucho menos se está poniendo a tu matrimonio, en cambio celebramos y reímos, nosotros si cumplimos nuestras promesas, al contrario de los tuyos.

El ángel no parece tenerle ni una clase de respeto a Diablo, a diferencia de los demonios que lo respetan.

— Mejor vete, Gabriel, las cosas se podrán feas si continúo viendo tu rostro.

Su tono sonó a una advertencia.

— No he venido por ti en realidad, ¿crees que disfruto de tu compañía? O acaso ¿crees que te obedeceré? — curva una sonrisa, puede ser igual o más hiriente que Diablo.

No le teme al demonio, no le ve superior, solo lo ve como su igual, alguien que no tiene que temer.

— No me obedecerás porque no has probado la libertad, has querido solo estar bajo las órdenes de tu Dios, Gabriel.

El ángel solo lo observó por unos instantes como si lo que hubiera dicho fuera una tontería hasta volver a mirarme para luego acercarse a mí, aunque Diablo no se lo permitió, me tomo por el brazo alejándome del ángel.

— Yasbeth, princesa del mundo, tristemente los segadores tuvieron que cortar el hilo de vida de tu madre y quizás a tu hermana solo le queden un par de años, me apena mucho decir aquello — Anuncia.

Me tense por su cercanía y aún más por lo que ha dicho.

— Sé que estarás bien, el luto pasará — Susurró — Pero te aconsejo que cuides mucho a tu hermana, y que pases la mayor parte del tiempo con ella, es todo lo que vine a comunicar — Él se da media vuelta para retirarse.

— Gabriel — llamó Diablo, el ángel le dedico una mirada vaga — Que se vayan a la mierda todos en el cielo. . .

— Pero que no ardamos como tú en el infierno — le interrumpe, y la escasa sonrisa que pudo haber tenido el demonio se borró.