CAPÍTULO:𝟙𝟠 Soy tu Diosa

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"Soy tú Diosa"

Siento a Megan abrazada a mi como una garrapata, abro los ojos y me la encuentro en mi lugar, aplastándome con su voluptuoso trasero.

La muevo para que se acomode en su lugar.

— Me voy a caer de la cama, tienes mucho espacio — Balbuceó, la cama esta enorme, no entiendo cómo quiere ocupar hasta mi espacio.

Me levanté como pude y me dirigí hacia la ducha, Leit-Rad es la que entró a mi habitación y me preparó como todos los días, hace lo mismo con Megan, la cual se queja cuando le jala un mechón de cabello sin querer por ella estarse moviendo como si tuviera hormigas en sus pantalones.

—¿Hoy irás a pintar? — cuestiona, mirándome a través del espejo.

—Si, como todos los días.

—¿Podría acompañarte? Es que quedarme aquí o en el harem, no me está agradando demasiado.

Miró como hace un puchero, y asiento levemente, indicándole que puede acompañarme, esperamos a Leit-Rad terminé antes de irnos juntas a mi salón de pintura.

Ha pasado varios días desde que decidí traer a Megan conmigo y en que Diablo no se me ha vuelto a insinuar, de hecho, casi no lo he visto, últimamente ha estado ocupado con asuntos de los reinos, o eso es lo que me dicen cada que preguntó por él.

Pongo el cuadro sin terminar sobre el caballete, y continúo con las líneas rectas que había dejado a la mitad. Megan se pone a escuchar música en tocadiscos y a bailar como una desquiciada, la música va subiendo de tono hasta que mi hermana termina escuchando rock.

El ritmo resuena por todo el salón, arrugó mi rostro al escuchar la música casi perforando los tímpanos y para colmo, ella sube el volumen como si solo así pudiera sentirla realmente.

Acción que no me deja concentrarme, el arte es complejo, y necesito de mucha concentración para realizarlo, pero con esa música que se debe estar escuchando en todo el infierno simplemente no puedo.

Respiro hondo antes de caminar hacia ella, y tocarle el hombro para detenerla, ella abre los ojos, y detiene sus movimientos, me mira como si hubiese interrumpido algo importante.

—Apágalo — señalo el tocadiscos para que me entienda mejor, ella hace caso, camina hasta el aparato de inmediato.

—¿Por qué me pides que lo apagué? Estoy bailando — se queja.

—Y yo necesito concentración para pintar, puedes bailar y escuchar música, pero moderadamente.

—Con un volumen bajo no puedo sentir la música como se debe, ese es el arte que deberías aprender.

Rodeo los ojos y antes de responder la puerta del salón se abre, es la reina Leviatán quién entra, con una sonrisa esplendida en su rostro, un vestido verde al igual que sus ojos, su cabello rubio le cae en bucles a los lados. Es perfecta.

—¿Ese ruido que era, que se escuchaba por todo el castillo, queridas? — contonea sus caderas al caminar hacia nosotras.

—Eso, era un arte maravilloso — Comenta Megan, con emoción, mientras niego rotundamente. La reina le sonrió con gracia.

—Entiendo —dijo — he venido a ver como están, y a invitarlas a mi castillo, sé que puede ser agotador, y aburrido estar encerrada en el castillo Lucero, podría interceder por ustedes con Diablo, y que venga a relajarse a mi reino, les encantará.

Entreabro la boca para decir algo al respecto, pero soy callada por mi hermana.

—¡Me encantaría! ¡Vamos, Yas! — me toma del brazo animándome —¿podemos ir con ella? Hemos estado haciendo lo mismo todos los días.

Diablo: Luzbel ©️✔️Donde viven las historias. Descúbrelo ahora