Diablo: Luzbel ©️✔️

CAPÍTULO:𝟛𝟟 Un año.

"Un año"

Siento grande e inexplicable cosas cuándo estoy juntó a él, cuándo sonríe, cuándo me mira con sus ojos que eclipsan mis sentidos y nublan mi mente, cuándo me toca, cuándo me acaricia, cuándo convertimos nuestros cuerpos en arte danzando en una melodía pasional.

Por fin en la vida puedo decir cómo se siente amar verdaderamente, porqué amó todo de él.

Porque lo amó.

Amó quemarme con él.

Amo arder, caer y levantarme junto a él.

Mis mañanas se han vuelto sagradas, mis días se han vuelto gloriosos porque lo tengo a él, porque este tiempo ya no ha existido nada que nos separé, porqué estamos juntos, porque es mi esposo y aunque sea el maldito Diablo, aunque sea él malo de la historia no puedo dejar de corresponderle, no puedo dejar de amarlo.

Cada día este amor se vuelve más grande, cada mes me consume más.

Lo amó, joder, estoy completamente loca por ese ser, esto es como una droga que me hace ver las estrellas, que me hace ver y tocar el fuego, pero ese fuego tiene un color hermoso y cuándo lo tocó me gusta como arde.

Me gusta este mundo, me gusta su mundo porque es parte de él, aunque sé claramente que no es eso que dice ser.

Yo sé que podré mostrarle su verdadero ser.

— ¿Que haremos mañana? — Arquea la ceja con extrañeza, pero relaja su rostro enseguida, me dedica una sonrisa animada. Sabe de lo que estoy hablando.

— ¿Qué quisieras hacer tú? — hago un encogimiento de brazos. No sabría qué hacer, es mi primera vez, mi primer aniversario con alguien.

— No puedo creer que ya cumplamos un año —comente, no lo puedo creer. Un año a lado de ese ser, pasando muchas adversidades, pero al final estando juntos.

— Yo mucho menos — Me siento un poco sorprendida, él tampoco puede creer que cumplamos un año, pero si para él un año es un segundo.

Es raro que él pensará que no llegaríamos a ningún año.

— Te tengo ya una sorpresa preparada para mañana — Sonrió de oreja a oreja emocionada.

Últimamente he estado viendo facetas de Diablo que realmente no creí jamás ver, estos últimos meses él me ha mostrado otra versión.

Le acaricie una de sus mejillas en señal de agradecimiento, no se alejó de mi tacto, en cambio se acercó mucho más.

Le gusta que lo acaricie. Se ha acostumbrado.

— Te amo — temó lo que va a pasar por haber dicho aquellas palabras, pero debo hacerlo, debo sacar lo que siento, dejar de contenerme, me asombró aún más cuando él solo sonrió a mi comentario.

Con esa sonrisa dulce y sincera que pocas veces me dedica.

Con una mirada encantadora.

/ /

Contemple ese cofre, quiero abrirlo y ver de nuevo esa hermosa joya que un día mire, pero no la merezco, no merezco ni siquiera verla, ni siquiera tenerla, no soy apta para tener algo que le pertenecía a Bitru, que le pertenecía a el duque que me amó.

Él no tenía la culpa, solo me amó y yo lo abandoné a su suerte, no hice nada, no estoy molesta con Diablo, nunca podría estar molesta con él, pero en mi recae todo lo que le haya pasado a Bitru, tuve toda la culpa.

Escuché que tocan mi puerta y entran por esta, guardé rápidamente como pude el cofre en mi cajón.

Me gire a ver quién es.