"La promesa"
Tres días.
Han pasado tres días después de esa noche, y he estado asimilando todo, teniendo pesadillas a cada nada con todo lo que me mostró, opté por no dormir porque solo al cerrar los ojos lo recuerdo, aunque he jurado intentar borrar esa noche.
¿Quién me hará olvidar por completo lo que sucedió aquella vez?
Por otro lado, Megan y Leviatán no sé me han despegado de mí, ni un solo segundo.
Algo que le agradezco a mi hermana, es que ella cambio totalmente, en verdad de que ahora puedo decir que ese vínculo de hermana es más fuerte que nunca. Está ahí apoyándome, suele mirar algunas veces mal a Diablo, pero la entiendo.
No tolera que me hagan daño, no sabe con exactitud lo que Diablo hizo, pero si el sentimiento que ha provocado en mí, y es motivo suficiente para odiarlo.
Creí que era fuerte, toda mi vida he creído que puedo con todo lo que se me enfrente, y estos últimos tiempos me he dado cuenta de que no, he estado en el borde de la muerte tantas veces y Diablo toma mi mano jalándome para que regrese a la vida, he bailado entre la cuerda del abismo orando por no caer.
Y lo he soportado todo en silenció, no todas las heridas que tengo son a causa de Diablo, pero si de su mundo, y las más dolorosas provienen de él.
Quizás hice mal en ocultarle cosas, he hecho mal en mentirle porque al final ocultar la verdad es lo mismo que mentir, pero definitivamente no creó merecerme todo lo que he sufrido.
Bajó el último escalón y me encamino a la sala donde se encuentra Leviatán y Megan.
— ¿Cómo estas hoy, querida? — pregunta Leviatán mientras me acercó a ellas.
— Hoy me encuentro mejor — dije y me senté junto a ellas.
— Llevas diciendo lo mismo estos últimos tres días.
Resopla mi hermana con indignación.
— Es que así lo creó — aclaré con un encogimiento de hombros — Quisiera ir al infierno, debo concluir con algo — sincere, recordando el libro de Diablo, y reiterando que estoy lista para leer lo que venga.
Ya deseo saberlo. Ya no le tengo miedo a una promesa, después de que Diablo me haya mostrado su rostro siento que no hay nada a lo que pueda temerle.
— ¿Quieres terminar el libro? — pregunta Leviatán, asiento dándole la razón.
— Si, iré avisarle a Diablo — me levantó del sillón y caminó hacia su despacho.
Toqué la puerta dos veces, esperé un momento para que él me diera la autorización de pasar, escuche esta y entré.
Lo primero que visualice fue su ancha espalda antes darse la vuelta hacia mí.
— Quisiera ir al infierno para seguir con el libro — No dije que ya estoy a punto de terminarlo, hablaría con él después sobre la promesa.
— Puedes ir, aunque no vayas sola — Sugiere, sus ojos me ojean analizándome por completo — ¿Cómo estás hoy? — Esa pregunta ahora todos los días la hace, desde aquella noche, él se asegura cada momento de que este bien.
Su cercanía tensa mis músculos un poco.
— Mejor — opté por decir tratando de sonreír.
— Perfecto— Responde sin creerme obviamente.
Últimamente los encuentros con él se han vuelto incomodos, y algo tensos, estas noches no hemos dormido juntos, hasta él siente la incomodidad que me causa. Nos unimos en un beso, pequeño, corto no tan largo, pero profundo.
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Diablo: Luzbel ©️✔️
RandomExiste una promesa en el mundo creada por el único ser que pone al universo a pecar, ella no lo sabe, pero esa promesa lleva por escrito su nombre y el autor es el mismísimo Diablo. El ser quién ella se niega a creer que sea del todo malo. ¿El Diabl...