CAPÍTULO:𝟙𝟟 Me necesitas

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"Me necesitas"

Mi hermana no supo ni cual expresión poner en su rostro cuando vio el interior del castillo, puede ser la misma expresión que puse yo la primera vez al verlo.

Su boca se encuentra entreabierta dejando a relucir todo su asombró.

Damos unos cuantos pasos adentrándonos al lugar, Megan pisa la alfombra y queda aún más impresionada.

— No pensé que el infierno era tan...— buscó la palabra correcta — Elegante — balbuceó terminando su frase, curvo una sonrisa de lado por su comentario.

— Leviatán prepara unos aposentos para Megan, y....— se ve interrumpido.

— No — Es mi hermana quien lo interrumpe — Si no hay problema, me encantaría dormir con Yasbeth — Diablo intenta negarse.

—Creó que no hay ningún problema si ella duerme en mi habitación.

El demonio asiente sin hacernos caso, y se retira, la reina nos sonreí antes de seguir detrás a su Dios.

Me dirijo sola con Megan a la habitación, los guardias abren la puerta al verme, y el rostro que se refleja en mi hermana al entrar a mi habitación es todo un enigma.

¿Aquí vamos a vivir para siempre? — susurra con entusiasmo, y una sonrisa en su rostro.

— Para siempre es mucho tiempo, Megan — sinceré.

— pero, te casaste con él.

—Es verdad, estoy casada con él, pero solo descubriendo el porque estoy aquí me daré cuenta si es para siempre, o solo por un momento.

—¿Y qué pasará si llegan a amarse? ¿En este mundo eso no cuenta?

—Sabes a quién te estás refiriendo, ¿verdad? Diablo no puede siquiera pensar en lo que es eso, no te confíes, no todo lo bonito significa que es bueno.

—Veo como lo miras, estás enojada, pero detrás de todo creó que sientes algo por él, creo que eres tú la que puede quedar enamorada.

Abro mis ojos incrédula a su afirmación, y niego brevemente con la cabeza, cuando me dispuse a responder la puerta de mi habitación se abre dándole paso a Leit-Rad y el príncipe Ciro.

Ellos resultaron ser mis salvadores.

—Mi querida Yas — el príncipe se acerca para abrazarme — he escuchado lo de tu madre, cuanto lo siento.

— Esta bien, gracias, Ciro — me deposita un beso en la coronilla antes de separarse de mí, dirigir su mirada hacia mi hermana, sus ojos brillaron por un segundo — Ella es Megan, mi hermana.

—Un placer, príncipe Ciro — le extiende su mano, ella le corresponde el apretón de manos.

—Soy Leit-Rad, señorita — la demonia le dedica una reverencia.

—Encantada— mi hermana se le acerca a darle un beso en la mejilla, interrumpiéndola de estar inclinada.

Ciro no quita sus ojos de ella, y por el momento que se encontró en la habitación no mencionó palabra alguna, se retiró luego de unos segundos y fue Leit-Rad quién le preparó el baño a Megan.

Mientras Megan se está bañando, salgo de la habitación, para dirigirme al salón que ahora uso para pintar, tengo una necesidad de ir y dibujar algo, lo que sea, con tal de mantener mi mente ocupada en otras cosas que no sea pensar en mi madre.

Curvó en una esquina y continúo caminando hasta que escuchó unas voces detrás de la puerta, de inmediato reconozco esa puerta como la del despacho del demonio.

Diablo: Luzbel ©️✔️Donde viven las historias. Descúbrelo ahora