Diablo: Luzbel ©️✔️

CAPÍTULO:𝟚𝟟 Bestia

"Bestia"

Yasbeth

Solo siento como él es separado de mis labios con brusquedad, alguien más lo aleja de mí, y ese alguien es mi esposo, quién se encuentra totalmente fuera de sí.

El demonio luce completamente cabreado, observo como Diablo agarra a Bitru por el cuello y le zanja un golpe en todo el rostro, no se detiene y solo puedo contemplar cómo le está destrozando el rostro.

Es en ese momento, mi mente intenta hacer que reaccione.

— ¡Diablo basta, por favor! — gritó, pero no puede escucharme, la ira lo arrasa por completo, y es la primera vez que lo veo de tal manera, ni siquiera cuando me han herido se ha comportado de esta manera.

Sé que no es un demonio que sepa detenerse.

Me acercó hasta él, tocándole el brazo, intentando hacerlo reaccionar, y puedo sentir en mi tacto su calentura, está ardiendo, mientras que su aura se funde en la oscuridad.

Dirige su mirada hacia mí, y notó un brillo diferente, sus ojos aún más oscuros que nunca, lo suelto cuando siento un escalofrío recorrerme la espina dorsal, el terror me golpea de repente, y él se pone de pie, soltando al duque.

Doy unos pasos hacia atrás con cautela, mis manos empiezan a temblar, cuando las sombras se posicionan detrás de él, y a diferencia de otras veces no vienen a protegerme, quieren atacarme.

—Traición — susurra entre dientes, antes de levantar la mano, y cuando siento que está a punto de estrellarla con mi mejilla, aprieto la expresión, pero este acto nunca llega.

Lo observó, y analizó cada uno de sus movimientos, cierra su mano en un puño, lo cual hace que las venas de sus brazos quieran explotar, tiene tantas emociones acumuladas, e intenta reprimirse.

Se da media vuelta como si quisiera controlarse, pero siento como el enojo y la decepción crecen en mí por lo que el demonio estuvo a punto de hacer.

Miró al duque inconsciente en el suelo, tal vez malherido, aprieto mis labios en una línea fina y no me contengo. 

—Aunque hayas bajado la mano, con solo alzarla ya me has golpeado —zanje — me has golpeado exactamente como lo has hecho con el duque, ¡eso no lo perdonó, Lucifer!

Se detiene, siento un frío infernal antes de qué dé grandes zancadas hasta mí, puedo ver su furia, no es como si pudiera detenerse, es como si algo más lo controlase. La bestia que lo hizo pecar.

Me sostiene por el cuello, y aunque no ejerce fuerza, su solo contacto con mi piel, arde y quema, siento una punzada de ardor y agonía, intente golpearlo, pero no le hizo efecto, no ve mis ojos solo sus manos sujetando mi cuello, no me está ahorcando, realmente parece como si estuviera ahorcando a una idea en su cabeza.

Siento que está a punto de arrancarme la cabeza de mi cuerpo, mi respiración se entrecorto, el sonido alrededor dejó de escucharse y en su lugar un pitido zumbó mis oídos.

Mis sentidos se paralizaron, mis parpados se sienten pesados casi insostenibles. Solo me concentré en el fuego que siento en mi garganta, pero este poco a poco disminuyó, no pude sentir nada más.

¿Este era el Diablo del que todo el mundo hablaba?

Si.

Veo la silueta de Asmodeo y Leviatán agarrando al demonio por los brazos para que me soltará, sus bocas se mueven como si les estuvieran hablando, algo que no escuche.

Mi vista se nubló por completo ante la escena, no sé si me soltó, no sé si se arrepintió, si le dolió lo que hizo, solo sé que me ha lastimado y no hice nada para defendernos, aunque si supe que ocurriría, supe que la bestia que en el habita algún día me iba a dar la cara, algún día en que no pudiese controlarse conmigo.