Diablo: Luzbel ©️✔️

CAPÍTULO:𝟛𝟚 Desde pequeños

"Desde pequeños"

Todos cenamos como si fuéramos una familia, la condesa Rauma nos recibió, es quién se encarga de todo dentro de la mansión.

Acompañe a Megan a su habitación antes de subir junto a mi esposo que se encuentra en la habitación que él ha indicado como "Nuestra".

Abro la puerta, está sentado junto a la ventana, observando cualquier cosa afuera, se le nota concentrado.

Sigo preguntándome como alguien tan hermoso puede ser tan cruel al mismo tiempo.

— Entra y cierra la puerta — lo escuché decir sin despegar la vista de la ventana, hice lo que me indico.

— ¿Dormiremos juntos? porque vi otra habitación en. . .— me corto inmediatamente.

— Somos esposos— Resopla como si estuviera cansado de decirlo — ¿Cuántas veces te lo voy a repetir? además que recuerde ya hemos dormido juntos ¿qué te incomoda? — se voltea para mirarme de arriba hacía bajo.

— Tienes razón — Me acercó, al llegar le acaricio el cabello rubio con delicadeza — Te notó diferente, ¿estás bien?

— No es nada de lo que debas preocuparte.

— ¿Entonces si hay algo? Cuéntame.

— No es importante — Suelta tajante y decido no preguntar más del tema porque lo conozco solo lo frustraré más.

Todo lo que hemos vivido me ha enseñado a mantener mi distancia, aunque no lo odio me encuentro abrumada, como si tuviera un gran peso en mi espalda, un peso que me estoy obligando a cargar por él.

— Creó que ya iré a dormir — susurró.

— ¿Tan temprano? — pregunta poniendo toda esa tensión en el ambiente.

— Si, quiero dormir, estoy cansada.

Desvía su mirada de mí, accede.

Me encamino al cuarto de baño a darme una ducha para ponerme el camisón de dormir que uso siempre, ya tendría tiempo para comprar pijama que para mí es mucho más cómodo.

Me acuesto en la enorme cama junto a él, quien se encuentra mirando al techo sin decir nada.

Ya estuve dispuesta a dormir, pero una pregunta invade mi cabeza, una pregunta que por alguna razón me aterra.

— Diablo — Murmuré su nombre. Me gusta como suena su nombre pronunciado por mí.

— ¿No estabas dormida ya? — responde de igual manera.

— Quiero saber algo.

— Dime ¿qué? — pregunta nada interesado.

— ¿Estarás siempre? ¿El Diablo estará por mucho rato?

— ¿Y qué te hace pensar que no?, recuerda que soy invencible, amor, nadie puede tocarme — mire esos ojos que relucen más en la oscuridad de la habitación.

— En eso tienes razón, pero es que—me corta.

— Soy el Diablo — su tono es serio, declarando la conversación por terminada, asiento.

Sé perfectamente quien es él, pero también sé que siempre los buenos son los que ríen a lo último de toda batalla, de toda guerra y esta historia está siendo como todas las demás, Diablo se sale con la suya y el creador no se lo está impidiendo, pero ¿Y cuándo lo haga?

¿Cómo acabara Diablo?

¿Cómo acabara todo esto?

Dudó que su final sea bueno.